Londres, 2 may (EFE).- La cantante pop británica Amy Winehouse ha conseguido una orden judicial contra los "paparazzi" que la acosan y no la dejan vivir tranquila. Seguir leyendo el arículoFoto y Vídeo relacionadoLa orden del juez prohíbe a los reporteros gráficos de la principal agencia británica, Big Pictures, y tambiíén a otros profesionales, fotografiar a la cantante fuera de su casa y en otros lugares públicos.Ello significa que los fotógrafos pueden ser procesados si persiguen a Winehouse o se acercan a menos de cien metros de su nueva casa, en las afueras de Londres.Asimismo se prohíbe a los fotógrafos que capten imágenes de la cantante en su casa o en la de cualquier miembro de su familia o sus amigos.La orden judicial refleja una tendencia creciente de los famosos a actuar judicialmente contra los "paparazzi" que los persiguen en lugar de contra los periódicos que compran sus fotografías.Una fuente próxima a quienes se ocupan de los negocios de la cantante declaró al diario "The Gaurdian" que ella solicitó la orden del juez porque la atención excesiva de la prensa estaba poniendo su vida en peligro."Cada vez que se subía al coche, la zarandeaban o la perseguían, y es algo que se había vuelto peligroso no sólo para ella, sino tambiíén para las personas de su entorno", explicó.íšltimamente los "paparazzi" no dejaban en paz a la artista, tan famosa por los íéxitos musicales, que le han reportado ganancias de más de 11 millones de euros, como por su supuesta adicción a las drogas.Winehouse fue detenida el año pasado por un supuesto delito relacionado con el consumo de drogas y ha sido internada varias veces por lesionarse a sí misma o para someterse a tratamientos de rehabilitación.Su matrimonio con Blake Fielder-Civil, recientemente puesto en libertad tras pasar varios meses en la cárcel por agresión al propietario de un bar y obstrucción de la justicia, puede terminar en divorcio
Londres, 2 may (EFE).- La cantante británica Amy Winehouse ha sido tratada por deshidratación en un hospital de Santa Lucía, en el Caribe, tras sufrir un desmayo, informó hoy la BBC. Winehouse, de 23 años, que está de vacaciones en esa isla, pasó una noche en el hospital sometida a observación, según confirmó su portavoz.La cantante había estado al parecer corriendo con un grupo de niños antes de sufrir el desmayo.Los míédicos que la atendieron explicaron que sufría deshidratación y tenía que beber más agua.Winehouse va a participar en el festival de jazz de Santa Lucía la semana próxima.Mientras tanto, la cantante ha conseguido en Londres una orden judicial contra los "paparazzi" que la acosan y no la dejan vivir tranquila.La orden del juez prohíbe a los fotógrafos de la principal agencia británica de fotorreporteros, Big Pictures, pero tambiíén a otros, fotografiar a la cantante fuera de su casa y en otros lugares públicos adonde la hayan perseguido.Ello significa que los fotógrafos pueden ser procesados si persiguen a Winehouse o se acercan a menos de cien metros de su nueva casa, en las afueras de Londres.Asimismo se prohíbe a los fotógrafos captar imágenes de la cantante en su casa o en la de cualquier miembro de su familia o sus amigos.
La cantante, de 25 años, se vió obligada a abandonar el Festival St.Lucia Jazz por supuestas "dificultades tíécnicas" según informó su portavoz. Era la primera vez que Winehouse actuaba ante miles de espectadores tras haber estado varios meses desaparecida de los escenarios por culpa de sus desmanes con el alcohol y las drogas.Según informaciones de la BBC recogidas por Europa Press, su representante ha defendido a Amy Winehouse alegando que "las circunstancias que superan a uno mismo son factores incontrolables". "Esto significa que el show, a pesar de lo especial que pretendía ser, no iba a resultar tal y como había sido planeado", añadió.El portavoz de la cantante culpó al mal tiempo de la cancelación del show y expresó la desilusión de la joven británica ante el hecho de tener que dar por finalizada su actuación: "A Amy le gustaría mostrar su decepción porque el mal tiempo le obligó a abandonar su show en St.Lucia Jazz la pasada noche"."El espectáculo comenzó bien, pero según se abrió el cielo, empezaron a surgir una serie de dificultades tíécnicas en el escenario, que acabaron hasta con la iluminación del plató" añade el defensor. "Además, la lluvia inundó los bastidores de los laterales del escenario y eso causó problemas de sonido. Tanto Amy como su banda trataron de solventarlo pero no había más remedio que acabar con el espectáculo".Amy ha intentado pedir perdón mostrando su decepción porque considera que "St.Lucía es una ciudad preciosa" y "la gente de ahí me ha recibido con los brazos abiertos", a su parecer, pero las circunstancias no fueron las esperadas inicialmente.A pesar de ello, sus fans han criticado a la artista por su increíble comportamiento, considerándolo como algo inadmisible. Nada más salir al escenario, Winehouse parecía haber olvidado la letra de la canción y dedicó a su público las siguientes palabras: "lo siento, estoy aburrida". Un residente local, Ben, ha catalogado su actuación tachándola de "penosa", a lo que añadió "menudo talento echado a perder
La vuelta de Amy Winehouse a los escenarios tras los múltiples sobresaltos de su agitada vida se encontró el pasado viernes con un obstáculo insospechado: el clima caribeño de la isla Santa Lucía, donde reside desde hace meses, en un intento -parece- de apartarse de las tentaciones.La cantante, que ha alcanzado fama mundial con sólo dos álbumes en el mercado, se vio obligada a abandonar el escenario durante su actuación en el Festival de Jazz de Santa Lucía a causa de la copiosa lluvia, según informó Chris Goodman, portavoz de Winehouse, en un comunicado hecho público ayer. Según esta explicación, la lluvia provocó un fallo elíéctrico que afectó a los equipos de sonido. Era la primera actuación de la intíérprete este añoSegún otras fuentes, Winehouse se marchó al oír los abucheos del público. La cantante, informaba ayer el periódico Daily Mail en su edición online, "parecía tener dificultades en mantener el equilibrio y se equivocaba con la letra de sus canciones". Cuando la audiencia protestó, sigue el diario, la cantante gritó "que os den" al público, al menos dos veces, antes de abandonar el escenario.
Amy Winehouse decidió dejar Londres para recuperarse de sus adicciones y componer las canciones de su próximo trabajo. Para ello escogió la isla de Santa Lucía, pero lejos de relajarse, la cantante sigue haciendo de las suyas.Winehouse acudió a una fiesta en la que bebió tal cantidad de alcohol que tuvo que ser trasladada al hospital en una ambulancia.Personas cercanas a la artista están preocupada por ella y temen que el concierto de Londres que ofrecerá el 31 de mayo estíé en peligro.Amy ya fue ingresada el pasado mes tras sufrir un desmayo que su representante afirmó ser por una deshidratación. Días más tarde, en el Festival de Jazz de Santa Lucía, apenas pudo mantenerse en pie sobre el escenario.
Amy está en casa. No sabemos en quíé condiciones puede estar, lo que sí se conoce es que ha salido del hospital, al que acudió con carácter de urgencia. Y ya van dos veces en un mes. Todo sucedió en la isla caribeña de Santa Lucía. En el transcurso del Festival de Jazz llovió y la cantante se cayó en el escenario. Aunque tambiíén se le olvidó letras y se estropeó la iluminación. ¿Gafíé? ¿Casualidad? ¿Hasta los elementos se le vuelven en contra?Así que viendo como está todo, -esto ocurría el pasado día 15- se podría cancelar el concierto previsto para el 31 de mayo en el London Shepherd's Bush Empire. Incluso el diario The Sun ha publicado: "El concierto de Amy podría ser cancelado tambiíén esta vez. No lo conseguirá. No merecerá la pena, aunque lo consiga. Va a ser un desastre. No está preparada para ello"."Salvar a Amy"Mientras tanto, la reportera y cineasta Daphne Barak está preparando un documental titulado "Saving Amy". El documental que se ha rodado durante los últimos seis meses, cuenta cómo la cantante ganadora de un Grammy y su familia han luchado contra la adicción a las drogas y alcohol de Amy. Barak ya ha publicado clips de la película de Winehouse con imágenes mostrando a la artista en el estudio de grabación y organizando una fiesta de cumpleaños.
El pasado año, el reputado productor Quincy Jones invitó personalmente a Amy Winehouse para grabar una canción que formaría parte de su disco tributo. La cantante iba a poner su voz para el tema de Lesley Gore You don't own me. Sin embargo, entre entradas y salidas del hospital, cancelaciones de conciertos y todos los escándalos en los que se ha visto envuelta, se le ha pasado el tiempo que le había concedido para preparar el tema. Nada más y nada menos que un año.El productor británico Mark Ronson, que ya trabajó con Amy en Back to black, era el encargado de producir la canción para el disco homenaje. Y íél mismo ha sido quien ha comentado que Winehouse finalmente no formará parte del proyecto. Según recoge NME, Ronson se queja de que "La canción no está terminada y ella no está por aquí. Y si no está, desafortunadamente, no hay nada que podamos hacer". En cualquier caso hanperdido una ocasión de oro, ya que Quincy Jones es uno de los hombres más respetados en la industria de la música.De todas formas, no es la primera vez que la pareja Ronson y Winehouse dejan pasar una oportunidad de participar en un gran proyecto. El verano pasado, les propusieron formar parte de la banda sonoro original de la película de James Bond, Quantum of Solace, pero al parecer Jack White y Alicia Keys estuvieron más avispados.
Ya sabemos que ha cancelado su concierto en Londres y que no formará parte del disco tributo a Quincy Jones. Pero lejos de venirse abajo, Amy Winehouse ha decidió probar suerte en el selecto mundo del diseño de joyas.La marca londinense PPQ ha confirmado que la cantante de Rehab creará una colección que saldrá a la venta a finales de este año. La idea es que los accesorios complementen la línea de ropa que los modistos Amy Molyneaux y Percy Parker confeccionaron inspirado en el look de Winehouse. No es la primera vez que la firma de joyas tira de celebrity. En noviembre de 2008 Peaches Geldof, hija del músico Bob Geldof y una de las más cotizadas it girls, firmó su propia colección.
La Isla de Santa Lucía se ha convertido en la nueva residencia de Amy a la que decidió marcharse para escapar de sus problemas matrimoniales, ya que su marido la pidió el divorcio, y para alejarse de sus adicciones.Pero todo apunta a que la cantante no haya conseguido centrarse de la manera que quería. Sus problemas personales no le dejan concentrarse en el que sería su tercer álbum y ha cancelado tambiíén varios de los conciertos en directo que tenía programados. En su momento se dijo que los últimos temas que ha había compuesto no habían gustado a su compañía, por lo que le habrían pedido que los rehiciera.¿Falta de ideas o es que de nuevo los excesos le están pasando factura?
"El amor de Amy por Santa Lucía no tiene fin". Así de rotundo se ha mostrado un informador para el diario británico The Sun. Al parecer Amy Winehouse está grabando lo que será su tercer álbum en la isla caribeña de Santa Lucía con tres músicos lugareños. Según una fuente próxima a la cantante, Winehouse está muy interesada en el folklore de la isla y los músicos emplearán intrumentos típicos como el cuatro -instrumento de cuerda que parece una versión pequeña de una guitarra- y shak-shaks -una variedad de maracas-.Esa misma fuente además confirma que "Definitivamente va a recurrir a las coloridas leyendas isleñas para sus nuevas canciones". Y este rumbo que está adoptando el nuevo proyecto de Amy no convence a alguno de sus músicos, pero aún así continúan adelante con el esperadísimo tercer disco.Y para colmo y como muestra extrema del cariño por la isla, algunos rumores señalan que la cantante se encuentra baranjando la posibilidad de adoptar a un bebíé oriundo de Santa Lucia. El Daily Mail ha publicado unas fotografías en las que se veía a Amy Winehouse abrazada a unos niños.
Todo ha surgido a raíz de la emisión de unas imágenes en las que la cantante de Rehab aparecía completamente ebria intentando tocar una batería. Parece ser que la isla de Santa Lucía, donde vive desde hace unos meses y prepara su nuevo disco, no la está ayudando a superar sus adicciones."Sólo quiero que ella estíé bien, y haríé todo lo que pueda para salvarla. Amy se mienta a sí misma todo el tiempo. Probablemente se siente atrapada, su cuerpo la atrapa. Pero se que con las adicciones uno no tiene la opción de elegir, ya que la sustancia te dirige". Así de desgarradoras han sido las declaraciones de Janis Winehouse, madre de la popular cantante, emitidas por el canal de televisión ITV de Londres.Por su parte, su padre, Mitch, ha dicho que aunque su hija se ha recuperado de una adicción a las drogas, sigue bebiendo demasiado y coincide con su esposa en que es una alcohólica y necesita tratamiento. Y tampoco ha dejado la pasar la ocasión para volver a responsabilizar al ex esposo de su hija, el productor de videos Blake Fielder-Civil, de haberla inducido al consumo de drogas.
La políémica cantante Amy Winehouse ha firmado un contrato que le permite utilizar las imágenes y letras de las canciones de su galardonado disco 'Back to Black', el sombrío record que lanzó en 2006, y que escribió tras su turbulenta y primera separación matrimonial del que fuera su esposo, Blake Fielder. El contrato le permite el lanzamiento de las tarjetas en una serie de papelerías. A pesar de que algunos llegaran a catalogarla de 'Reptil Tatuado', "Los jefes de EMI Music no están dispuestos a dejar escapar a la gallina de los huevos de oro", según ha comentado una fuente al diario británico 'The Sun'. "El primer artículo de toda la gama de Winehouse será papel de envolver con la frase de 'Rehab' que lo adornará alrededor", añade la misma fuente."Las tarjetas con marca 'Amy' tambiíén tienen clase. 'You Know I'm No Good' ('Sabes Que No Soy Buena') es mejor para disculpas sinceras y 'Back to Black' ('De vuelta al Negro'), con una corona apropiada, sería una buena respuesta al sufrimiento", explica la fuente. Cuando esta aventura comenzó, los responsables de esta idea insistían en que habían encontrado una gran aceptación de la misma por parte del público.El vicepresidente de EMI Music Publishing Europe Jonathan Channon comentó: "Estamos intentando crear una fuente de ingresos innovadora entre los distribuidores estándar, y el papel de envolver de Amy y sus tarjetas de felicitación han recibido una respuesta muy positiva". Además, señalan que las canciones "ya tienen una sensacional resonancia en el público".Actualmente, la controvertida Amy está viviendo en Santa Lucía, donde está trabajando en su más que retrasado tercer álbum que la discográfica tumbó despuíés de considerarlo un disco demasiado influido por el reggae que se lleva en la isla caribeña.
Amy Winehouse vive alejada de todo desde el pasado diciembre en la isla caribeña de Santa Lucia mientras sigue un programa de desintoxicación. Sin embargo, no sigue este tratamiento a rajatabla ya que ha vuelto a protagonizar un escándalo debido a sus problemas con el alcohol. Las aficiones de la cantante tienn preocupado al personal del hotel de lujo donde se encuentra alojada, el Santa Lucía Resort. Tanto es así, que debido a su casi constante estado de embriaguez le han prohibido bañarse en las piscinas del recinto por miedo a que pudiera ahogarse. Amy ha conseguido no solo que todo el mundo estíé pendiente de ella, sino que tambiíén tiene preocupados a todos los empleados del hotel por su bienestar y su salud. “Se ha encontrado ya a Amy varias veces desmoronada en el cíésped de la piscina despuíés de haberse dado un baño“, ha declarado un trabajador al diario británico The Sun.El continuo estado de embriaguez de la cantante británica no deja de ser llamativo si se tiene en cuenta que, en teoría, el retiro de AmyWinehouse forma parte de un programa de desintoxicación. Aunque la ingesta de ron o vino tinto no suponga un problema para su desintoxicación, sí le va a impedir refrescarse en las piscinas de este lujoso complejo hotelero. En fin, siempre le quedará la playa...
La cantante ha declarado por activa y por pasiva su amor a la isla caribeña, su deseo de poder quedarse de forma permanente y ha asegurado que su estancia en Santa Lucía está ayudándola a superar sus adicciones a las drogas, pero parece que ahora el problema es el alcohol.La interprete de Back to black estaba disfrutando de una fiesta nocturna bastante animada. Se celebraba en el lujoso hotel en el que Amy se está alojando, y ella y sus amigos se estaban divirtiendo en exceso cuando quisieron poner la guinda final nadando en la zona de piscinas.El personal del hotel (que debe estar cobrándole a la cantante un plus por hacer de niñeras), temía que Amy pudiera sufrir un accidente e incluso ahogarse en la piscina, ya que se encontraba en un estado bastante inconveniente debido a la cantidad de alcohol que consumió.La cantante, se molestó por lo sucedido, y a pesar de su terquedad por nadar, no tuvo otra que someterse a las indicaciones del personal del hotel, que sólo buscaba protegerla de un terrible accidente.Cabe señalar que a pesar de que Amy Winehouse ha tratado de dejar su adicción al alcohol y las drogas, su propio padre, Mitch, ha asegurado que continúa bebiendo mucho y su problema con el alcohol cada vez se vuelve más peligroso para su vida.