Telecinco y Telefónica acordaron hace ya medio año la compra de un 22% de Digital Plus por más de 500 millones de euros. Esa cantidad permitiría hoy a uno de ellos comprarse todo el Grupo Prisa, que apenas 'costaba' el pasado viernes 488,6 millones en bolsa. Y eso a pesar de que los títulos de la compañía de los Polanco subieron el último día de la semana un 9,85% y cerraron en 2,23 euros aprovechando el rally alcista de los mercados. La cotización caía el 8 de junio hasta los 1,73 euros, guarismo que desplomaba el valor bursátil de la compañía hasta unos pírricos 379,1 millones de euros.
¿Podrían la cadena de Mediaset o la compañía de Alierta revisar la transacción? “No, la evolución bursátil es una cosa y un acuerdo corporativo otra. Podría haber algún resquicio si Prisa entre en ‘default’â€, aseguran fuentes financieras conocedoras de las operaciones. La reedición de la guerra del fútbol abierta por Mediapro y Sogecable la semana pasada no habrá ayudado a sacar de dudas a Telecinco y Telefónica sobre las bondades de su transacción. Existen fundadas dudas de que la plataforma de pago pueda contar con los derechos del fútbol la próxima temporada, lo que devaluaría aún más la compañía. El mensaje desde la productora de Jaume Roures es que Digital Plus no tendrá señal mientras no abone el plazo que vencía el 15 de junio.
El primero en mover ficha fue Telefónica, que a finales de noviembre anunciaba la compra de un 21% de la plataforma de pago por 470 millones. Luego elevaría un 1% la participación para igualar su cuota con Telecinco. Una aportación de poco calado para la teleco, que en todo caso se aseguró de designar el director financiero de la sociedad. ¿Principal interíés declarado? Tener acceso a 1,9 millones a los que vender servicios de telecomunicaciones y de triple-play (voz, banda ancha y televisión). Tambiíén para posicionarse en el mercado de la televisión de pago, con poco desarrollo en España respecto a otros países europeos.
La operación por la que Telecinco comprará Cuatro tambiíén contempla la toma de un 22% de Digital Plus. En total, el grupo italiano desembolsará 1.050 millones: 500 se abonarán en cash, obtenido a travíés de una ampliación de capital, y los otros 550 millones se entregarán a Prisa en títulos de la nueva sociedad, en la que los Polanco tendrán un 18,3%. La ampliación de capital, que como adelantó este diario tendrá un descuento de hasta el 40%, está a la espera de que las autoridades de competencia se pronuncien sobre la operación, que se está tramitando conjuntamente con la de Telefónica. Se notificó al supervisor el pasado 29 de abril, pero todavía no hay plácet. Tanto Prisa como Telecinco descuentan que no pueda completarse hasta el tercer trimestre.
‘Road show’ de Berggruen
En todo caso, el precio de cierre el viernes se sitúa más de un 30% por debajo de los 3,30 euros a los que cotizaba Prisa el día que se anunció el acuerdo salvador con el fondo americano Liberty Acquisitions Holdings, que debería inyectar en su capital más de 900 millones de euros. La debilidad de la acción no sólo hace tíécnicamente inviable la operación, sino que complica la reestructuración de la deuda del grupo de medios. No en vano una de las condiciones impuestas por la banca es que Prisa disponga antes del 30 de julio de una inyección de capital de 450 millones de euros.
Como adelantó El Confidencial el pasado viernes, Martin E. Franklin, cofundador y presidente del Consejo de Liberty, negocia en Madrid con la cúpula de Prisa una mejora de los tíérminos del acuerdo para intentar salvarlo. Tambiíén están en Madrid el consejero delegado del fondo y su cabeza visible, Nicolas Berggruen, en pleno road show por los medios de comunicación de Prisa. Concedió una entrevista a Angels Barceló el pasado jueves en Hora 25 y ayer otra a El País. Ninguna referencia a los problemas que está encontrando el fondo para cerrar un acuerdo.
“En los últimos años Prisa ha estado lastrada por una mala situación financiera. Ahora está en proceso de reestructurar sus finanzas para ser más fuerte y poder centrarse en sus negocios, tanto en la gestión financiera como intelectual. Eso resulta clave para que Juan Luis [Cebrián] y otros directivos puedan dedicar su tiempo y sus esfuerzos a la esencia del negocioâ€, apuntaba en la entrevista con el diario. Ha acompañado en la visita a los dos ejecutivos de Liberty la omnipresente Violy de Harper, cuyo despacho urdió el pacto.
Junto con Prisa, Berggruen y Franklin son los principales interesados en que se cierre la operación. Liberty no deja de ser un SPAC (Special Purpose Acquisition Company), en el que los socios se implicaron en 2007 para una o dos operaciones concretas. Su deadline es diciembre. Si para entonces no hay una transacción cerrada, la compañía se disuelve y el dinero vuelve a los accionistas. “No parece que les vaya a suponer mucho prestigio en Wall Street haber tenido el dinero durante tres años sin cerrar ninguna operación. Cuando se montó el SPAC era íépoca de bull market. Se dio el dinero para una blank check, una compañía que es un cheque en blanco. Ahora no bastará una palabra de Berggruen para convercer a los accionistas. Los Comitíés de Riesgos no aprueban operaciones en las que los números no salenâ€, apuntan fuentes financieras.
“No hay plan B. Si no sale la transacción, Prisa tendrá que ir a mercado y plantear una ampliación de capital con un descuento importante, lo que desplomaría la acción. Tambiíén puede plantearse que los bancos entren en el capital, pero es lo último que íéstos querrían hacer. El problema lo tienen ellos con 5.000 millones pillados en Prisaâ€, aseguran estas fuentes. Como ya adelantó este periódico y según un informe de JB Capital Markets, el precio mínimo al que podría compensar a los accionistas de Liberty hacer la operación es 2,94 euros por acción de Prisa. Aunque la mejora efectuada por Prisa a la ecuación de canje podría rebajar algo ese umbral, la brecha sigue siendo demasiado amplia.