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Autor Tema: DESDE LA GRAN DEPRESIí“N, NO HA HABIDO CRISIS FINANCIERA COMO AHORA  (Leído 232 veces)

Orpheo

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Se trata de la intervención del Banco de España en la Asociación de Mercados Financieros. En definitiva:

 

* Desde la Gran Depresión del siglo pasado el mundo no habí­a vivido una crisis financiera tan profunda como la actual. Y al igual que pasó entonces, probablemente serán necesarios muchos años de intenso estudio y contar con suficiente perspectiva histórica para tener una evaluación precisa de los factores que la originaron o de los mecanismos que han contribuido a su difusión. En particular, todaví­a hay mucho que aprender acerca de la relación entre el desarrollo de la crisis y el comportamiento de los mercados financieros.

 

* Durante la larga etapa de expansión previa a la crisis, la economí­a española habí­a experimentado un proceso de continuado aumento del endeudamiento, parecido al de otros paí­ses que con la crisis vieron colapsar sus sistemas bancarios. Algunos analistas establecieron un paralelismo con lo ocurrido en estos paí­ses y alertaron de que podrí­an producirse problemas parecidos en el caso español. Sin embargo, no ha sido así­. Es cierto que en la etapa de expansión el endeudamiento del sector privado creció a ritmos muy elevados -aunque debe matizarse que el crecimiento de los precios de los activos no sustentado por los fundamentales fue menor que en otros paí­ses-, pero durante estos tres años el sistema bancario español ha resistido razonablemente, con la intervención de solo dos entidades de pequeño tamaño y un volumen de apoyo público muy reducido si se compara con los recursos públicos destinados a este fin en otros paí­ses.

 

*Hasta la explosión de la crisis, la doctrina imperante abogaba por una regulación laxa y se consideraban anticuados tanto el enfoque de nuestra supervisión como el modelo de negocio de nuestro sector bancario, centrado en las actividades bancarias tradicionales. Sin embargo, tras la crisis, la ley del píéndulo ha llevado a que ahora el enfoque predominante en la regulación financiera se haya ido al extremo opuesto. Buena muestra de ello es el programa de trabajo que se viene desarrollando en los principales organismos y foros internacionales, como el G-20, el Consejo de Estabilidad Financiera (en sus siglas en inglíés: FSB), o el Comitíé de Supervisión Bancaria de Basilea.

 

*La actuación del FROB se ha completado con la aprobación de la reforma del ríégimen legal de las cajas de ahorros. Hasta ahora las limitaciones propias de su naturaleza jurí­dica habí­an impedido a las cajas reforzar su capital de mayor calidad, salvo a travíés de la capitalización de los beneficios generados. La reforma abre estas entidades al capital privado permitiíéndoles emitir instrumentos de capital de la máxima calidad, favorece las mejoras en su gestión y las somete a una mayor disciplina de mercado.

 

* El comportamiento de los mercados de deuda podrí­a analizarse desde el punto de vista de los fallos de mercado o de los fallos en su regulación. Aunque íésta es una perspectiva interesante, a diferencia de lo sucedido con la regulación bancaria, todaví­a no se han puesto en marcha propuestas de reforma de gran trascendencia. La crisis ha revelado múltiples fallos en el funcionamiento de los mercados y con frecuencia se ha criticado que estos mismos mercados influyan en la agenda de las polí­ticas públicas, pero lo cierto es que hasta ahora apenas se han propuesto reformas de calado como las que se están elaborando para los mercados de críédito.

 

* Hemos aprendido tambiíén que los mercados no solo pueden errar cuando tardan en avisar sino que tambiíén pueden equivocarse en sus juicios. En muchas ocasiones la información de que disponen es difusa o insuficiente y los inversores configuran su visión de las distintas economí­as de una forma poco matizada. Lo que hemos aprendido, cuando este es el caso, es que criticar su ignorancia sirve de poco en tíérminos prácticos. La reacción más adecuada es proporcionarles la mayor y mejor información posible. Porque, en general, cuando los inversores tienen la información correcta, la incorporan adecuadamente en sus juicios.

 

* Si me permiten que siga utilizando este recurso retórico, otra lección que hemos aprendido recientemente es que los mercados, además de no ser infalibles, tambiíén - a veces- olvidan. El último ejemplo en este sentido son las dudas que han emergido de nuevo sobre el sistema bancario español. Las pruebas de resistencia se hicieron a finales de julio, y como ustedes pueden suponer, el valor de los activos inmobiliarios de la banca española no puede haber variado significativamente en tres meses. Nada ha cambiado sustancialmente del resto de las hipótesis y, sin embargo, los mercados han parecido olvidarlo porque han entrado en la lógica de “si Irlanda ha tenido un problema inmobiliario y tiene serios problemas bancarios, algo parecido podrí­a ocurrir en España”.

 

* Una sospecha que se ha visto reforzada por el hecho de que las entidades irlandesas tambiíén superaron los stress-test. En este sentido, es preciso recalcar que las pruebas de resistencia que se realizaron en nuestro paí­s fueron más exhaustivas y ofrecieron una información más detallada. Mientras que en Irlanda solamente dos entidades participaron en estos ejercicios, en nuestro paí­s se sometieron a ellos todas las cajas y bancos cotizados y se facilitó información sobre la exposición a los riesgos, en particular al inmobiliario, con un grado de detalle y transparencia notablemente superior al que se ofreció en otros paí­ses.

 

* En particular, el Banco de España se ha dirigido a las asociaciones del sector para asegurar que las entidades ofrezcan trimestralmente al mercado información adicional normalizada sobre su exposición al sector de promoción y construcción, desglosando los porcentajes de críéditos de dudoso cobro, las garantí­as de que disponen y las coberturas constituidas para afrontar su posible deterioro. Tambiíén deberán detallar la información sobre su cartera hipotecaria minorista, incluyendo los loan to value correspondientes y los porcentajes de críéditos dudosos. Por último, deberán valorar sus necesidades de financiación en los mercados y las estrategias de corto, medio y largo plazo que han puesto en marcha. Hay que hacer todo esto porque cuando la percepción de la realidad es mucho peor que la realidad misma, la mejor reacción posible es explicarla con todo detalle.

 

* ¿Debemos hacer siempre caso a los consejos de los mercados? No necesariamente. Es muy recomendable hacerles caso cuando los mensajes que nos enví­an son atinados. Y muchas veces, aunque tarde, nos demandan hacer aquello que nos beneficia. Pero tambiíén se equivocan a veces y en esos casos, no tiene sentido reaccionar airadamente echándoles en cara su ignorancia. No sirve de nada. La respuesta más adecuada es darles la mayor información posible y explicarles nuestras razones. Esta es la forma de convencer a cualquier persona y es la forma en que debemos reaccionar ante los mercados. Y es que los mercados no son sino personas. Por ello siempre que me preguntan cómo se debe reaccionar ante ellos suelo aconsejar que se les trate como a personas, que es lo que son al fin y al cabo.

 

Josíé Luis Martí­nez Campuzano es Estratega de Citi en España


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.