A fuerza de repetir el 'Que no bajamos' los jugadores del Estudiantes y la afición se lo creyeron hasta tal punto que se hizo realidad. El Estudiantes venció (71-96) en la cancha del Grupo Begar León y continuará en la Liga ACB, un lugar que no ha abandonado en toda su historia. Los madrileños salieron enchufadísimos, conscientes de que se jugaban la vida, y lograron rentas cómodas desde el inicio. La ventaja, en torno a los 20 puntos casi todo el tiempo, permitió jugar muy tranquilo al 'Estu'. Al final hubo hasta lágrimas de emoción en el plante estudiantil.
Estudiantes mostró toda la casta que le ha caracterizado a lo largo de su historia en el choque frente al Grupo Begar. Cierto es que el rival no se jugaba nada, pero lo sucedido en el partido de ida podía servir de motivación a los locales. Sin embargo, Estudiantes no quiso contemplaciones y se distanció muy pronto a triple limpio. Estudiantes tuvo una efectividad desde el perímetro que asusta. Fue a hacerlo justo en el partido clave. 16 triples de 31 intentos, un magnífico 51% de acierto.
El León tuvo poca respuesta, más allá del acierto en la dirección de Jackson. Sergio Sánchez comandó a los madrileños para acabar con 30 de valoración. Jasen hizo gala de su orgullo habitual, Lorbek estuvo certero desde fuera y Pietrus se creció por dentro. Le salía todo a Estudiantes, que ya al descanso se marchó con más de veinte puntos de ventaja (31-55).
Los de Perasovic no bajaron el piston tras el descanso. El Grupo Begar quiso reaccionar por amor propio, pero sólo rebajó tímidamente los veinte puntos de diferencia. Enseguida, el 'Estu' volvió a superar esa barrera. Todos querían participar de la fiesta. Estudiantes acabó con más triples encestados (16) que canastas de dos puntos (15). El partido terminó siendo un festival de los bases estudiantiles, que dominaron a su antojo, en especial Sergio Sánchez.
No es raro que el gaditano terminara llorando de emoción. Tras fallar ante Fuenlabrada, se ha crecido en los tres últimos choques y ha sido decisivo en la permanencia del Estudiantes, aunque no ha sido el único. Jasen, Pietrus, Lewis... han mostrado carácter para aguantar la presión y salvar a un histórico del baloncesto nacional. Al final, no fueron pocos los que lloraron de alegría. El año que viene la afición estudiantil volverá a ver baloncesto ACB, aunque espera no sufrir tanto.