El respiro a la deuda española ha relajado drásticamente el interíés exigido a las letras a más corto plazo. El Tesoro ha podido colocar 945 millones de euros a tres meses al 0,98%, casi la mitad que el 1,804% de la subasta previa. A seis meses ha adjudicado otros 1.300 millones, al 1,826%.
La menor tensión que reflejan los mercados perifíéricos de renta fija pública se refleja sobre todo en la deuda a más corto plazo. Prueba de ello ha sido la drástica caída que han experimentado los intereses en la subasta celebrada hoy por el Tesoro español.
La emisión partía con el alivio extra de unos objetivos de adjudicación más moderados, entre 2.000 y 3.000 millones de euros. En la subasta previa de estos mismos títulos el importe colocado ascendió a 3.877 millones.