Por... Andrew Beatty
WASHINGTON -- Contrariados por una reactivación demasiado lenta en Estados Unidos, algunos economistas abogan por que el banco central del país (Fed) cambie radicalmente de estrategia y se enfoque más en el crecimiento que en la estabilidad de precios.
Las voces de influyentes especialistas se alzan para generar un cambio radical de la Fed, que observa pocas consecuencias productivas de los miles de millones de dólares que inyecta en la economía estadounidense.
Su idea es fijar un objetivo de crecimiento nominal al PIB. En otras palabras, la Fed fijaría una tasa de crecimiento. Eso implicaría que el banco central, cuyo objetivo tradicional es velar por la estabilidad de los precios, se adapte a las variaciones de la inflación, al menos a corto plazo.
“Sería un cambio considerableâ€, explicó Bennett McCallum, profesor de Economía de la Universidad Carnegie Mellon en Pensilvania (este).
“La Reserva Federal debe reflexionar sobre su estrategia futura y volver atrás en su política monetaria de los últimos 20 años, centrada en el control de la inflación. (…) Tendría como misión mantener el crecimiento del PIB a una tasa fijada previamenteâ€, añadió.
La Fed se esfuerza por mantener la inflación alrededor de 2% anual.
Jan Hatzius y Sven Jari Stehn, dos economistas del banco Goldman Sachs, piensan que fijar un objetivo de crecimiento crearía una expansión económica y empleos, gracias al mensaje enviado a los mercados que sabrían que la Fed se esforzará en estimular el crecimiento, prestando a tasas bajas y recomprando activos hasta que su objetivo de crecimiento sea alcanzado.
“Con tasas de interíés cercanas a cero y una economía que sigue díébil, pensamos que el mejor modo de que la Fed flexibilice todavía más su política sería fijar un objetivo de crecimiento del PIBâ€, afirmaron, señalando que recientes simulaciones mostraron “una mejoría real†de los resultados económicos.
Para quienes estiman que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, privilegia más el empleo que la inflación, este cambio podría ser percibido como una provocación.
Si la Fed, a un año de las elecciones presidenciales, decide inyectar más liquidez en los mercados, los republicanos podrían acusarla de seguir aplastando el dólar.
Algunos observadores argumentan que esta estrategia sería demasiado compleja para ser comprendida por la mayoría, en un medio en donde las interpretaciones de las decisiones de la Fed pesan tanto como las decisiones en sí.