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Autor Tema: Santander y BBVA necesitan pedir más dinero tras incrementar su balance en  (Leído 202 veces)

Eguzki

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El famoso desapalancamiento necesario para purgar los excesos de la burbuja de críédito no ha llegado aún a los grandes bancos, pese a que llevamos tres años de crisis. Al contrario, Santander y BBVA, en vez de reducir su balance, lo han incrementado en casi 42.000 millones en el último año, según los estados financieros publicados la semana pasada por la AEB. Eso significa que necesitan pedir prestado cada vez más dinero (sea a los clientes o a los mercados) en lugar de disminuir su deuda, en un momento en que la liquidez es escasa y cara. Y además, incrementa sus necesidades de capital.


"Los dos grandes bancos necesitan reducir su balance en unos 20.000-25.000 millones para desapalancarse", afirmaba la semana pasada el presidente en España de un banco de inversión internacional. Pero su camino ha sido justamente el contrario hasta ahora. Entre septiembre de 2011 y septiembre de 2010, el balance de Santander ha pasado de 1,235 billones de euros a 1,250,5, mientras que el de BBVA ha crecido en 26.700 millones, desde 557.761 millones hasta 584.428.


En el caso del banco que preside Emilio Botí­n, buena parte de este incremento se explica por los ladrillos que ha tenido que 'comerse', ya que los activos materiales pasan de 10.000 a 13.500 millones. Las otras dos partidas que crecen de forma notable son los depósitos en bancos centrales (donde la banca europea guarda el dinero pese a su baja remuneración en vez de prestarlo en el interbancario), que crece desde 69.200 hasta 84.000 millones; y la cartera de negociación, sobre todo deuda pública, donde hay un salto de 180.500 hasta 191.400 millones. El críédito, en cambio, se reduce ligeramente desde 773.000 a 772.000 millones. Hay que tener en cuenta que estas cifras se refieren al conjunto del grupo en todos los paí­ses en los que opera.


En cambio, sí­ se aprecia un notable aumento del críédito en la entidad dirigida por Francisco González, ya que íéste pasa del 360.700 a 369.900 millones, pese a que incluso en el último trimestre su consejero delegado, íngel Cano, reconoció que habí­an cerrado el grifo. "Los grandes bancos españoles tienen mucha presión para seguir dando críédito y muchos intereses en empresas a las que interesa mantener vivas", explicaba el citado banquero de inversión.


Las partidas que se incrementan en el Santander tambiíén lo hacen en BBVA, aunque en menor medida: los depósitos en bancos centrales crecen en 3.800 millones, la cartera de negociación lo hace en 5.500 y los activos materiales, en unos 500 millones. En este caso, además, es apreciable el incremento del activo intangible, que pasa de 7.800 a 10.000 millones debido a la elevación del fondo de comercio por sus recientes adquisiciones.


Santander se financia a corto y BBVA, a largo


Estos incrementos del activo suponen una mayor necesidad de pedir prestado dinero para financiarlo, bien a los clientes mediante depósitos, bien a los mercados mayoristas. En lo que respecta al Santander, este aumento se ha concentrado en la llamada cartera de negociación, que pasa de 157.900 a 168.700 millones, un aumento concentrado en depósitos recibidos de otras entidades. Por el contrario, los depósitos de la clientela bajan en 5.500 millones y las emisiones de deuda lo hacen en unos 12.000. Tambiíén crece en unos 8.000 millones la apelación al BCE o a otros bancos centrales.


BBV, por su parte, ha preferido una financiación más estructural y, además, está reduciendo la ratio críéditos/depósitos, el gran objetivo confeso de todo el sector financiero español. Así­, los depósitos de los clientes aumentan muy notablemente, 27.000 millones, mientras que sus emisiones se reducen en 11.000 millones. La cartera de negociación crece 3.000 millones y la apelación al BCE se mantiene estable.


Más liquidez... y más capital


Sea por la ví­a que sea, este aumento del balance requiere un endeudamiento cada vez mayor, y eso supone un incremento muy notable de los costes financieros ya que la liquidez es escasa y cara, como es bien sabido, con unos depósitos que empiezan a aproximarse al 5% y una financiación interbancaria cada vez más complicada, mientras que las emisiones que se han podido hacer este trimestre, las primeras desde marzo, han sido mí­nimas. Una situación insostenible, por tanto, y que terminará por obligarles a reducir el balance, según los expertos.


Asimismo, este aumento de balance eleva los requisitos de capital, máxime con las nuevas exigencias del 9% impuestas por la EBA (Autoridad Bancaria Europea). Aunque el cómputo del capital es distinto que el de las cuentas de la semana pasada, la tendencia es ilustrativa: Santander ha incrementado sus fondos propios en 2.000 millones hasta 78.200 en el último año, mientras que BBVA ha hecho un esfuerzo mucho mayor de 7.000 millones hasta 39.800. Tal vez por eso, este último es el único banco español al que EBA reduce sus necesidades de capital (hasta 6.329 millones), mientras que las de Santander se incrementan hasta 15.302.