Hace unos días recibí un mail, directo, sin concesiones, este: “Le escucho con frecuencia y he leído sus dos últimos libros al respecto de la crisis. Venimos hablando de crisis, crisis y más crisis durante ya casi cinco años, desde el 2007. íšltimamente estoy cansado de la dichosa palabreja y me pongo a reflexionar de que ya está bien de desgastar más el tíérmino. Ya no estamos en una crisis.
Una crisis conlleva en su propio significado el hecho de la posterior recuperación, de la sanación. Esto no termina y creo que hay que proponer el hecho irrefutable de que ya no hay crisis que valga. Lo único seguro es que ya estamos en otra etapa. La realidad es otra y no van a volver los tiempos pasados, por tanto no tiene sentido de hablar de crisis.
La nueva etapa, la etapa vigente tiene la mediocridad por bandera, la austeridad, la corrupción galopante, el descríédito de los políticos, banqueros, gobernantes de todo pelaje y además tambiíén tiene aparejada la sencillez, la simpleza, el poder disfrutar del tiempo, no todo iba a ser negativo.
Ya no hay crisis, vivimos los nuevos tiempos y mientras antes lo asumamos, mejor que mejor y vamos a dejar ya a la maldita crisis al baúl de los recuerdos. Trabajo en (nombre de un Gobierno regional) y cada día observo el deterioro en los pagos, en la gestión, en todo. Esto se va a pique porque los que gobiernan no han asumido que la íépoca de dispendio, de derroche se ha terminado y siguen pensando en que esto es una crisis y que por tanto, un buen día terminará. ¡NO! Craso error, son los nuevos tiempos y quiíén no los asuma, se quedará por el caminoâ€.
Intentíé responder en la misma línea:
“Pienso que sí hay crisis (la de los años 30 empezó en 1929 y, de verdad, de verdad, no acabó hasta 1947). Toda crisis implica recuperación … ¿en relación a quíé?.
En 1950 el PIB y el PIB pc en USA eran superiores a los valores de 1928, pero ahora pienso que las cosas no van a ser así. En el 2020 / 2023 la economía mundial se habrá recuperado, sí, pero pienso que sus cotas serán sensiblemente menores a las del 2006: una parte de PIB se habrá ido y no volverá: aquella generada a base de deuda insostenible; o sí, pero con unas necesidades de factor trabajo muy reducidas por lo que la distancia entre población activa necesaria y no necesaria se disparará (a menos que se produzca una reducción en vertical de la población, lo que a medio plazo es poco probable)â€.
Para meditar en este inicio del 2012. Mañana hablaremos de España.
(En relación a las medidas ¿de urgencia? Tomadas el día 30 por el Gobierno del reino me preguntan. ‘¿Quíé hubieras hecho tu?’. Resumo lo que ya llevo tiempo diciendo y repitiendo:
0) dar paso a un Gobierno de concertación nacional dando entrada a todos los partidos políticos, a los sindicatos y a la patronal de patronales;
1) Análisis detallado del gasto: ¿se gasta de forma eficiente lo que se gasta?, ¿es imprescindible aquello en lo que se gasta?;
2) Persecución del fraude fiscal a sangre y fuego comenzando por las grandes bolsas de fraude y extendiendo la investigación al ámbito internacional;
3) Puesta en marcha de un IVA especial superagravado para bienes de lujo junto a un aumento del IVA al 22% y eliminación del impuesto para bienes de primera necesidad;
4) Análisis pormenorizado de las fuentes de crecimiento a fin de promocionarlas específicamente poniendo el acento en la productividad, abandonando en la práctica aquellas actividades que consuman más recursos de los que generan;
5) establecimiento de un subsidio de subsistencia;
6) Abordar de una vez por todas los díéficits y superávits interregionales; y
7) Promoción en Europa de la coordinación de medidas y la creación de clusters y ejes de actividad).
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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