El ministro de Industria, Josíé Manuel Soria, descartó ayer que el Gobierno tenga en mente privatizar en su totalidad la red de Paradores y apuntó a la gestión de la compañía pública como única vía de entrada para los inversores privados en el futuro. Una posibilidad que, de momento, sólo ha despertado el interíés de Barceló y NH.
Ambas empresas, a expensas de conocer con más detalle las condiciones bajo las cuales se llevaría a cabo este proceso, sí reconocieron su interíés y buena predisposición frente a esta oportunidad.
"Cuando haya una propuesta firme la estudiaremos en detalle para valorar con más detalle si la gestión de Paradores se ajusta a nuestra estrategia de crecimiento. Tenemos una rama de edificios históricos en la que esta posibilidad podría encajar", explicaron desde la empresa presidida Mariano Píérez Claver.
En el caso de Barceló, la hotelera valoró muy positivamente esta oportunidad destacando que existe mucho margen de mejora en cuanto a la gestión de Paradores, por lo que la experiencia y el know how del grupo, según fuentes del mismo, podrían aportar mucho valor. Por el contrario, el interíés por entrar en el capital de la misma fue descartado casi de inmediato por el grupo dirigido por Raúl González. Aún así, todavía está por ver el famoso cuaderno de venta, ese que nadie ha visto hasta el momento y donde se recogerían los puntos clave y condiciones de todo el proceso de privatización.
Paradores, según las últimas cuentas disponibles correspondientes a 2010, lleva dos años cerrando en negativo. Así, en 2009 cosechó píérdidas de 24,4 millones de euros y de 17,2 millones en 2010. Sobre todo, según apuntan desde el sector, estos resultados vienen condicionados por la caída de la demanda en España, la reducción de precios y los costes de mantenimiento a los que la empresa tiene que hacer frente por la historicidad de muchos de los edificios de la red. De hecho, en el acumulado de los últimos diez años el nivel de inversión de Paradores supera los 464 millones.
La ventaja para los interesados en la gestión de Paradores es que, al estar fuera del capital de la empresa, no tendrían que hacer ninguna inversión o asumir píérdidas mientras que sí cobrarían por su actividad en función de los beneficios.
Lejos de su actividad
Otras empresas consultadas por este diario, como la división hotelera de Orizonia, Luabay; el grupo Globalia; Hotusa o Iberostar, descartaron tomar parte en el proceso de privatización de la gestión de Paradores, alegando en la mayoría de los casos que la red de Paradores se alejan sensiblemente de sus áreas prioritarias de crecimiento. Y es que, la actividad hotelera de muchas de estas empresas está más dirigida al mercado exterior que al domíéstico, con especial presencia en Amíérica y en las grandes capitales europeas.
La decisión de avanzar en la línea de la privatización parcial de Paradores por parte del Gobierno apunta sobre todo las dificultades de hacerlo en su totalidad dadas las características propias de la hotelera pública. No en vano, Paradores está llena de terceras partes como resultado de la cesión que comunidades autonómicas, ayuntamientos o particulares hacen de edificios que están bajo su propiedad para que el Estado pueda rehabilitarlos y explotarlos como hoteles.
Así, según Soria, la idea que tiene el Ejecutivo en la cabeza tiene más que ver con la privatización del servicio que presta Paradores que de la empresa en sí. "Paradores es uno de los productos de referencia en la oferta turística de España, que funcionan bien, sin perjuicio de que puedan operarse mejoras en la gestión a travíés de fórmulas público privadas", explicó.
Para ejemplificar el proceso a seguir el ministro recurrió la privatización de las televisiones autonómicas que el Gobierno anunció la semana pasada. De esta forma, explicó que con la modificación de la Ley Audiovisual, el Gobierno otorga a las comunidades autónomas una herramienta para que, si lo consideran oportuno, modifiquen el sistema de gestión de las televisiones autonómicas a travíés de sociedades privadas o público privadas.
