Bankia, CAM, Santander, BBVA, Banesto, Caixabank, Popular... En los últimos años, un gran número de entidades financieras se han lanzado a emitir participaciones preferentes.
El economista Santiago Niño Becerra dedica un apartado de su artículo de este miíércoles a uno de los productos financieros que más quebraderos de cabeza ha traído. En su opinión, "la moraleja que puede sacarse de lo acontecido con ellas es que nadie regala nada y que siempre hay que leer la letra pequeña".
Las palabras de Niño Becerra en su blog de La Carta de la Bolsa llegan en un momento en que varias entidades fianancieras se han visto obligadas a compensar a sus clientes por errores en la comercialización de este producto.
La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ya ha anunciado las primeras acciones judiciales colectivas por la venta de participaciones preferentes contra ocho entidades financieras que han llevado a cabo canjes "abusivos".
Incluso la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) reconoció la existencia de "problemas puntuales" en la comercialización de la participaciones preferentes por parte de las entidades financieras.
"Ahora, quienes están cogidos en la trampa de las preferentes dice que se creyeron lo que les dijeron personas en quienes confiaban", apunta Niño Becerra. No obstante, el economista critica que "de lo que nadie habla es de las muchas llamadas telefónicas que bastantes hicieron a su oficina preguntando como estaba la lista de espera para conseguirlas".
¿Cuántos de quienes salieron gozosos de su oficina con las preferentes bajo el brazo sabían exactamente como funcionaban?, ¿cuántos lo preguntaron?, ¿cuántos eran conscientes del riesgo que estaban corriendo les hubiese contado quien les hubiese contado las maravillas de ese producto?, se pregunta.
"Insisto: nadie regala nada y siempre hay que leer la letra pequeña", concluye Niño Becerra.