Las inconclusas elecciones griegas de hace diez días acercaron como nunca antes la posibilidad de que la república helena abandone el Euro, una opción que cobra aún más protagonismo ante unos nuevos comicios en los que la extrema izquierda parte como favorita con su discurso “anti-rescateâ€. Aunque son muchos los expertos que piensan que la salida de Grecia del Euro es cuestión de tiempo, y no la consideran traumática, otros tienen muchas razones para descartar. Estas son las diez de Marc Chandler, de Marc to Market en Business Insider:
1. La Unión Monetaria Europea es la culminación de dos tendencias: la integración de la Europa occidental desde los 50; y los esfuerzos de mantener a Alemania en el top de las fortunas europeas. La íélite, y su proyecto de íélite, saben que no hay alternativa.
2. No hay Plan B: no existen mecanismos formales para que ningún miembro salga del Euro. Ayer lo recordaba el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien apuntaba que el Tratado de la Unión Europea (UE) no se contempla esa posibilidad; y lo leíamos tambiíén en las apreciaciones de Mathew Lynn, fundador de Strategy Economics: “El problema reside en que nadie sabe resolverlo, porque nadie ha tratado jamás de romper una moneda comúnâ€. Asimismo, los griegos parecen mostrar serias contradicciones, ya que las encuestas dan como vencedora de las elecciones del 17 de junio a la extrema izquierda “anti-rescate†de Syriza, pero a la vez demuestran que los ciudadanos no quieren salir del Euro.
3. Grecia estaría mucho peor fuera del Euro que dentro: alrededor de tres cuartas partes de su deuda está en manos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el BCE y el fondo temporal de rescate europeo (EFSF por sus siglas en inglíés), y esa deuda está denominada en euros. No tendría precedentes dejar de pagar a los institucionales y, si lo hacen, se abriría el debate sobre el tipo de asistencia que podrían recibir (ayer Lynn hablaba de algo así como un Plan Marshall). Su crisis económica se agravaría y la inflación se dispararía, el paro subiría aún más y las pensiones se verían más diezmadas. Si se introduce un nuevo Dracma, íéste podría ser rechazado por los agentes del comercio y, aun siendo aceptado, Grecia no tiene capacidad industrial como para impulsar las exportaciones, ya que el 20% de su PIB es turismo. Una sector afectado por la inestabilidad social y por un potencial aumento de los precios.
4. Grecia es un síntoma, no es la causa: la salida de Grecia del Euro no solucionaría la crisis. Grecia es única, porque allí, y sólo allí, se les puede acusar de despilfarrar como causa del incremento de su deuda. En Irlanda, por ejemplo, el motivo fue la burbuja bancaria; y en España, la vinculación del sector privado con el público.
5. La Zona Euro es una expresión institucional de la Comunidad Europea. Estas naciones-estado han convivido más tiempo juntas que los estados que configuraron Estados Unidos. Son más que una familia, disfuncional sí, pero… ¿quíé familia no lo es? No eligieron compartir su historia, pero su pasado se entrelaza. Hay un gran deseo de paz y prosperidad. Es difícil demostrar que la integración ha hecho la paz, pero los ciudadanos lo ven así.
6. Tanto el BCE como la Comisión Europea apuestan por el crecimiento, y hasta los funcionarios alemanes reconocen que, aunque la primera fase fue la austeridad, la segunda debe ser la del crecimiento.
7. Al mercado y a los medios de comunicación jamás les fascinó “Merkozyâ€, pero ahora tampoco les gusta la fórmula Merkel-Hollande, a la que irónicamente llaman “Merdeâ€. Uno de los pilares de la crisis de Europa parecía el “cheque en blanco†que Francia le emitió a Alemania, pero la crisis le ha demostrado a los galos que no son como los alemanes, y que el mercado puede considerarles díébiles y situar a los acreedores por encima de los deudores. No hace falta que Europa se ahogue en una batalla existencial, pero sí en una relación de cooperación y competencia sostenible. Hay ejemplos históricos de íéxito en momentos en que los líderes alemanes y franceses no compartían ideología.
8. La capacidad del Euro que, a pesar de romper los 1,30 dólares, sigue sobrevalorado (según los cálculos de la OCDE). ¿Por quíé? Por la repatriación de activos europeos en el extranjero, ya que la Segunda Guerra Mundial acabó con los imperios territoriales europeos, pero no con los comerciales, como España en Latinoamíérica (1); porque los inversores extranjeros invierten en Europa (2); por el pesimismo subyacente en Estados Unidos, ante una posible tercera ronda de medidas de estímulo (QE3), el elevado ratio deuda/PIB, y en general, porque aún no disponen de una estrategia para hacer frente a su situación económica (3); y por la diversificación de reservas para no solo invertir en Dólar (4).
9. Si se diera un milagro, y la crisis de la deuda acabara mañana, no se podría volver al anterior statu quo. La región europea, por demografía y capacidad de crecimiento, tiende a perder importancia en la concepción futura del mundo. El mundo de nuestros hijos y nietos será menos eurocíéntrico, por eso el sueño europeo no debe morir.
10. Un Euro más díébil, como el que provoca esta crisis, ayuda a algunos países de la Unión Monetaria (salvo a Alemania). De hecho, un Euro un 10% depreciado (en niveles de su creación) podría considerarse un estímulo monetario, sin necesidad de que el BCE haga nada.
EUROPA A MEDIA MAí‘ANA
A media mañana, el Ibex35 cotiza con caídas del 0.5%, en los 6.578 puntos, y el resto de plazas europeas se mueven tambiíén en negativo. Eso sí, de nuevo la jornada está siendo muy volátil, y los inversores intercambian el rojo de las ventas por el verde de las compras con asiduidad. Como comentaba esta madrugada desde Asia Stan Shumu, estratega de IG Markets, los inversores se debaten entre “la caza de gangas†tras las recientes correcciones, o “mantenerse al margen†por la píérdida de confianza.
El Tesoro español ha captado 2.490 millones de euros en deuda con vencimiento a 3 y 4 años, en la parte alta del objetivo previsto que era de entre 1.500 y 2.500 millones de euros.
- Vencimiento a enero de 2015: 372 millones de euros, con un ratio de cobertura de 4,5x desde 2,4x anterior; y una rentabilidad del 4,375% desde el 2,89% previo.
- Vencimiento a julio de 2015: 1.024 millones de euros, con un ratio de cobertura de 3x frente al 2,9x previo; y una rentabilidad del 4,876% desde el 4,037% previo.
- Vencimiento a 2016: 1.098 millones de euros, a una rentabilidad del 5,106% desde el 3,374% anterior; y con un ratio de cobertura de 2,4x frente al 4,1x previo.