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Rusia y la Unión Europea (UE) analizan hoy en su 29 cumbre bilateral, en San Petersburgo, la cooperación económico-comercial, en especial la energíética, y la situación internacional, incluida la crisis siria.
El mandatario ruso, Vladimir Putin, tambiíén debatirá con los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; y de la Comisión Europea, Josíé Manuel Durao Barroso, la cooperación estratíégica con la UE, la cual representa el 50 por ciento del comercio exterior ruso.
Rusia, que el año pasado cerró con un intercambio comercial con la UE de 394 mil millones de dólares, es el tercer socio económico del bloque comunitario, superado sólo por Estados Unidos y China.
Las conversaciones incluyen el análisis de los nexos económicos, tras el ingreso de este país a la Organización Mundial del Comercio (OMC), y la concreción de un nuevo acuerdo base, cuya firma se negocia desde 2005, indicó el servicio de prensa del Kremlin.
Asimismo, Moscú planteará sus inquietudes sobre la aplicación del llamado tercer protocolo energíético de la UE, el cual se pronuncia contra la simultaneidad de la propiedad de una empresa energíética sobre yacimientos y vías de transportación (gasoductos y oleoductos).
El Kremlin tambiíén sigue con preocupación los planes de la UE para participar en la construcción del "gasoducto del TransCaspio", pues ello viola los acuerdos firmados entre los países con costas en el mar Caspio para la explotación de sus yacimientos y división territorial.
Durante el desayuno de trabajo se prevíé la discusión de la situación en el norte de ífrica y el Medio Oriente, incluido el caso de Siria y el programa nuclear iraní, así como la seguridad en la península coreana, entre otros temas.
Al tratar los asuntos internacionales, la parte rusa se basa en los principios de la supremacía de las normas del derecho internacional y el papel central como coordinador de la ONU y su Consejo de Seguridad.