Por... Flora Alexandrou
Nicosia -- Chipre, dos meses despuíés de haberse convertido en el quinto país de la zona del euro que pidió ayuda financiera a los socios de la divisa común, parece alejarse de sus objetivos económicos al ver su díéficit público subir, y retroceder los índices de su crecimiento económico.
Según los datos del ministerio de economía chipriota para el primer semestre, el díéficit nacional alcanzó el 3.0 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
“Nuestra evaluación, según los datos actuales, sin ulteriores medidas, es que el díéficit oscilará en torno al 4.5 por cientoâ€, explicó el pasado viernes el portavoz del Gobierno de Chipre, Stefanos Stefanou.
Pero, según los analistas locales, la estabilidad del díéficit dentro de los margines previstos, puede depender mucho de la postura que adopte que el Ejecutivo de Nicosia. “El Gobierno sigue sin considerar sus compromisos con la Comisión Europea (CE), tal y como están incluidos en el Programa de Estabilidad y Crecimiento en el marco del procedimiento de díéficit excesivoâ€, dijo a Efe el economista y diputado, Marios Mavrides.
Recordó que “según esos compromisos, el Gobierno tenía que limitar su díéficit al 2.5 por ciento del PIB hasta finales del 2012, seguir al 0.5 por ciento en 2013 y tener un equilibrio presupuestario a partir del 2014â€.
Pero en el primer semestre del 2012 el díéficit llegó al 3 por ciento, y “se prevíé que ese porcentaje se duplique hasta final de año, salvo que el próximo mes Chipre firme el memorando con la troikaâ€, añadió.
Por otra parte, se estima actualmente que la economía sufre una retracción del -2.3 por ciento, cuando el gobierno calculó en un principio con un crecimiente del 0.5 por ciento para el 2012. “Este hecho ha reducido los ingresos fiscales y aumentado los gastos socialesâ€, explicó Mavrides.
Chipre, tras haber pedido ayuda a los socios de la eurozona, principalmente por la debilidad de su sistema bancario, recibió en julio por dos visitas de la troika integrada por expertos de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FondoMonetario Internacional (FMI).
El objetivo de la troika es fijar con Nicosia el monto de ayuda que necesita el país para evitar la bancarrota, pero por el momento aún no se ha tomado ninguna decisión ni se ha fijado la fecha para la próxima y tercera misión de los expertos internacionales.
Pero, según las actas de una de sus reuniones con los miembros de la comisión parlamentaria de economía celebrada a fines de julio a las que Efe ha tenido acceso, la troika considera que la economía chipriota “enfrenta un gran numero de desafíosâ€.
Además de los problemas en el sector bancario, constató problemas en las finanzas públicas no ligados únicamente a la necesidad de recapitalización de los bancos, mientras que las expectativas de crecimiento económico son peores de lo que la troika esperaba.
Sólo los dos principales bancos chipriotas requieren una inyección de 2,300 millones de euros, mientras que la agencia de calificación Fitch calcula que el sector bancario de Chipre puede necesitar hasta 6,000 millones de euros, el 30 por ciento del PIB de la isla.
Según diversas fuentes, las necesidades del país podrían alcanzar hasta 10,000 millones de euros, practicamente la mitad de su PIB.