El ex gobernador del Banco Central chino, Dai Xiaolong, ha asegurado que China "podría permitir" que su moneda, el yuan, fluctúe libremente en los mercados de divisas internacionales "entre los próximos 3 y 5 años".
En una conferencia en el Foro Económico Mundial de verano, tambiíén conocido como el "Davos de Verano", Dai, citado por el diario "South China Morning Post", ha precisado que la decisión "dependerá de las condiciones de la economía china y el escenario económico global", pero que "si nada raro ocurre, habrá un gran avance en este ámbito".
Dai, el actual presidente del Fondo Nacional de la Seguridad Social, es el primer funcionario de alto nivel del país que anuncia públicamente un calendario provisional para la plena convertibilidad del yuan, según el diario.
La libre fluctuación de la moneda china entró en la agenda del banco central en el año 1996, pero hasta ahora Pekín no ha dado a conocer un calendario para su aplicación.
Actualmente, y a diferencia de la mayor parte de las principales monedas del mundo -cuyo valor se establece en función de la oferta y la demanda en los mercados de divisas-, el yuan cuenta con un tipo de cambio fijo, que establece el Banco Popular de China diariamente.
El pasado mes de abril este organismo anunció la ampliación del margen de fluctuación del yuan con respecto al dólar al 1 %, frente al límite del 0,5 % vigente hasta el momento, una actuación que el organismo llevó a cabo "para fomentar la capacidad de fijación de precios y la gestión de riesgos de los agentes del mercado".
La liberalización del valor de la moneda china permitiría que empresas e inversores extranjeros intercambiaran libremente otras divisas mundiales con yuanes, lo que posibilitaría la compra de activos fijos o productos de renta variable en China.
Por otra parte, las compañías y residentes chinos podrían invertir en activos fijos o comprar acciones de empresas extranjeras sin tener que pedir permiso a los reguladores, como sucede actualmente.
La región administrativa especial de Hong Kong actúa hoy en día como un centro de comercio "exterior", donde las empresas extranjeras, instituciones y residentes pueden intercambiar libremente la moneda china, un rol que se acabaría si finalmente se permite la plena convertibilidad del yuan en todo el territorio chino.