La internacionalización, la gran apuesta de FCC para superar la grave crisis que sufre por su exposición a España, le acaba de dar un gran susto al grupo controlado por Esther Koplowitz. La compañía va a sufrir un importante agujero en sus cuentas anuales al descubrir que Alpine, su cabecera centroeuropea, va a presentar unas píérdidas de unos 260 millones de euros.
La compañía austriaca, de la que FCC tiene el 100% tras comprar una participación minoritaria del 13% este mismo año, ha admitido que, “en contra de lo anunciado previamente, en particular debido a la evolución de ciertos proyectos, las cuentas anuales de 2012 mostrarán una píérdida significativaâ€. Alpine no concreta a quíé proyectos se refiere, pero admite que “todas las medidas necesarias serán tomadas con el fin de restaurar la situación financieraâ€, incluidas una aportación de capital.
La segunda mayor compañía austriaca de construcción y la sociedad holding desde que la FCC se extiende por Europa del Este ha tenido que reconocer la píérdida de valor de algunos de los proyectos en los que estaba involucrado por cerca de 400 millones de euros. Esta reducción del valor en libros de sus activos le va a generar unos números rojos de unos 260 millones de euros, lo que obligará a la empresa española a inyectarle capital.
Así lo aseguran fuentes financieras consultadas por El Confidencial, para corroborar lo que la propia Alpine ha insinuado como principal medida para superar esta crisis interna. “Gracias al apoyo de nuestros accionistas y a la positiva evolución de las conversaciones con la banca, tenemos la confianza en que continuaremos cumpliendo con las obligaciones financierasâ€, señala la empresa en un comunicado.
De esta manera, Alpine admite que este mismo fin de semana ha mantenido negociaciones con sus acreedores para alargar el plazo de la deuda (600 millones) y obtener una línea de financiación bancaria urgente de unos 50 millones. Asimismo, ha expuesto a FCC la necesidad de que la española haga una aportación de capital lo antes posible. La filial austriaca ha contratado a KPMG para estudiar la situación y poner en marcha un plan de recapitalización que incluiría tambiíén la venta de activos.
Hundimiento de los bonos
La primera reacción en los mercados ha sido un hundimiento del 50% de los bonos emitidos por FCC en nombre de Alpine. En mayo, hizo una colocación de 100 millones de euros con vencimiento en 2017, que ayer cotizaban a 55 cíéntimos. Otra emisión que expira en 2016 se paga a 42 cíéntimos, tras cotizar previamente a algo más de 100.
Este descubrimiento es un duro revíés para Baldomero Falcones, presidente de FCC y de la propia Alpine desde mediados de julio. El ex directivo de Banco Santander asumió el cargo despuíés de que el grupo de construcción español se hiciera con el 100% del capital a principios de año. Compró el 13% que no tenía en sus manos por 52 millones tras la adquisición de la mayoría de las acciones en 2006.
Alpine es la cabecera de un grupo constructor con sede social en Salzburgo y operaciones en treinta países. El grupo, que factura unos 3.200 millones de euros y emplea a 14.000 personas, es una de las principales firmas de construcción de infraestructuras y servicios industriales en Europa Central y del Este, con especial fortaleza en los mercados austriaco y alemán. La firma cuenta con una "relevante presencia" en Austria, Alemania, Polonia, Rumanía y Bulgaria, zonas en las que la división de construcción registró la mitad de su facturación contabilizada hasta el pasado mes de septiembre