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Autor Tema: Wall Street quiere apurar el dicho de aguantar hasta mayo y salir corriendo  (Leído 131 veces)

Eguzki

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Despuíés de que los í­ndices menores, el Dow Jones Transportes y el Russell, hicieran máximos históricos la semana pasada, ahora son los grandes los que se acercan a su techo.


En los anales de toda religión que se precie, hasta los siervos más fieles han sufrido momentos de pánico en busca de la tierra prometida, y si no que se lo digan a Apple, que ha sido destronada por Exxon como la empresa con mayor capitalización bursátil. En esto de las doctrinas y los dogmas, la renta variable de EEUU ha pasado de ser el í­dolo caí­do del credo capitalista, tras su descalabro en 2009, a convertirse de nuevo en la deidad de los inversores de a pie.

Desde el parquíé de la New York Stock Exchange, los fenómenos bursátiles no son obra de un simple milagro. La intercesión de una polí­tica monetaria acomodaticia y el dinero barato junto con la prudencia enquistada tras la recesión entre el corporate patrio o la simple mejora del contexto macroeconómico son algunos de los ingredientes que han sentado las bases para lo que podrí­a definirse como el regreso del hijo pródigo.

"Dar la bienvenida a las acciones y decir adiós a los bonos", afirma Michael Harnett, estratega jefe de Bank of America Merrill Lynch, quien acuñó a finales del año pasado el tíérmino "gran rotación", un fenómeno casi mí­stico que impulsará a los indicadores de renta variable a superar nuevos máximos a lo largo de este año.

La lógica es sencilla: el Standard & Poor´s 500 se ha revalorizado más de un 120 por ciento desde que tocase mí­nimos durante el mes de marzo de 2009 y el Dow Jones se encuentra en estos momentos aproximadamente un 2,4 por ciento por debajo de tocar máximos históricos. De hecho, el indicador ha subido en diez de las últimas once sesiones y se ha revalorizado alrededor de un 5,5 por ciento este mes. Esto se traduce en que el indicador norteamericano registra su mejor comienzo de un nuevo año desde 1987, cuando aumentó un 10,84 por ciento durante los primeros 16 dí­as de negociación, según figura en WSJ Market Data Group.

Esta solidez que demuestran los reconstruidos pilares de la renta variable americana han vuelto a despertar el apetito por el riesgo de los inversores, de ahí­ que cada vez más individuos se animen a dejar de lado los activos más seguros, como la deuda o el efectivo, para regresar de nuevo a las acciones.

"Los acuerdos polí­ticos, unas valoraciones razonables y los riesgos, que ya descienden, permitirán que el S&P 500 logre un nuevo ríécord histórico de 1.600 puntos antes de que cierre el año", aventura Harnett. La idea no suena para nada descabellada, especialmente despuíés de observar cómo el indicador comienza a acomodarse en los 1.500 puntos -de hecho, el jueves los tocó a lo largo de la sesión, aunque los perdió al cierre- sin que muestre señales de agotamiento.

El pasado jueves, el í­ndice bursátil Wilshire 5000, que está integrado por cerca de 3.700 compañí­as, superó brevemente su máximo histórico del pasado 9 de octubre de 2007, fijado en los 15.806 puntos. Desde que la tendencia bajista frenó su avanzadilla hace más de tres años, la renta variable ha generado beneficios sobre el papel de casi 11 billones de dólares, según los datos de Wilshire Associates.

Standard & Poor´s 500 ha recibido el empujón que necesitaba y marca los 150, consigue lograr un nuevo ríécord histórico. Warren P. Meyers, de DME Securities, explica que es evidente que "la renta variable cuenta con unos fundamentos implí­citos mucho más fuertes de lo esperado". De ahí­ que pese a la decepcionante acogida de algunos resultados, como los de Apple, Microsoft o Intel, entre otros, tanto el S&P 500 como el Dow Jones no hayan mostrado sí­ntomas de flaqueza al tocar máximos de los últimos cinco años. "Estamos cómodos en estos niveles, aunque puede que veamos algún retroceso en los próximos dí­as que nos devuelva a los 1.490 puntos, pero una vez que rompamos definitivamente la marca de los 1.500 el rally continuará", añade el experto.

Desde JP Morgan, Thomas J. Lee, estratega de renta variable, indica que la primera mitad del año tendrá "truco", ya que una vez que el S&P 500 sobrepase la barrera psicológica de los 1.500 puntos habrá una corrección que devolverá al indicador hasta los 1.350 puntos hacia la mitad del año.

Por su parte Ben Willis, de Albert Fried & Company, deja claro que tanto los fundamentos tíécnicos como su intuición sugieren la necesidad de una corrección. "Los volúmenes demuestran los primeros signos de agotamiento, serí­a saludable si volvemos a niveles de 1.487 puntos en lugar de romper los 1.500 y seguir subiendo", matiza. Aunque en el credo bursátil, los feligreses más veteranos no sean fanáticos de los números redondos, la marca de los 1.500 puntos para el S&P 500 es una meta importante, ya que se perfila como señal fiable de confianza.

Muchos consideran que una vez que se rompa definitivamente esta resistencia, buena parte de los 2,7 billones de dólares que en estos momentos acolchan las trincheras de activos de bajo rendimiento en el mercado monetario podrí­an desviarse hacia la renta variable. Según el Investment Company Institute, los fondos mutuos centrados en acciones de renta variable recibieron un total de inyecciones por valor de 9.300 millones dólares durante la semana pasada y un total de 23.600 millones en las últimas dos semanas.

"¿Ha regresado ya el pequeño inversor al mercado? No del todo. Pero ciertamente estamos en camino", afirmaba Steve Quirk, vicepresidente de TD Ameritrade en un informe a sus clientes. La última encuesta de opinión semanal publicada por la Asociación Americana de Inversores Individuales puso de manifiesto que un 52,3 por ciento de los entrevistados eran optimistas, la lectura más alta desde enero de 2011. Por su parte, el sentimiento bajista muestra sus niveles más bajos desde abril de 2007.

Dónde hay valor
Aunque los í­ndices americanos cotizan en zonas de máximos anuales -tambiíén lo están el Russel 2000 o el Dow Jones Trasportes-, el inversor que decida entrar justo ahora en el S&P 500 o en el Dow Jones Industrial lo hará pagando un PER (el número de veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 13 y 11 veces, respectivamente. Se trata de un precio que está en lí­nea con lo que se ha pagado de media en los últimos años. Por ejemplo, los picos más altos que se han llegado a pagar por invertir en el S&P 500 se remontan a septiembre de 2009, cuando el inversor llegó a asumir un PER de 15 veces.

Aún así­, no todas las compañí­as que integran estos í­ndices merecen la pena ser compradas justo ahora. Dentro de cada uno de los cuatro selectivos -Dow Jones Industrial, Dow Jones Trasportes, S&P500 y Russel 2000-, los analistas identifican claramente un grupo de valores a los que otorgan una sólida recomendación de compra, que además se espera que mejore todaví­a más durante el próximo mes.

En el S&P 500 es el caso, por ejemplo, de Qualcomm y CVS Caremark Corp (ambas son candidatas a entrar en elMonitor, la herramienta de inversión que elabora elEconomista, que reúne en una cartera a las ideas internacionales cuyos fundamentales resultan más atractivos para la media de casas de inversión que las cubren.) En la primera, que se dedica a vender tecnologí­as a fabricantes y proveedores de servicios, destaca su posición de tesorerí­a. El consenso de mercado, recogido por FactSet, estima que Qualcomm cerrará el ejercicio con una caja de 22.886 millones de dólares, casi el doble de la que logró en 2012. Aunque no es lo único a destacar. Las estimaciones de los expertos prevíén que su beneficio neto crecerá un 21 por ciento este año, hasta los 7.421 millones de dólares. Se trata de unos sólidos fundamentales similares a los que presenta CVS Caremark Corp, la empresa de servicios farmacíéuticos que posee una cadena de servicios ubicada en Estados Unidos.

Entre los puntos fuertes de esta compañí­a, además de la clara recomendación de compra que comparte con el resto de valores, tambiíén figura su capacidad para generar ganancias -aumentarán un 11 por ciento, hasta los 4.498 millones de dólares en 2013-. Además, las estimaciones de la media de bancos de inversión señalan que CVS Caremark elevará la cantidad con la que remunera a sus accionistas en este año. En total, pasará de entregar 0,65 dólares por acción a 0,90 dólares por tí­tulo. A precios actuales, el pago supone una rentabilidad del 1,71 por ciento.

Dentro del í­ndice Dow Jones Industrial, por el contrario, destacan empresas como Boeing, que, si bien sus beneficios no volverán a la senda del crecimiento hasta el próximo 2014; su caja registrará un notable aumento. Pasará de los 264 millones hasta los 2.591 millones en 2013. Y no sólo eso, sus tí­tulos, que cotizan en bolsa sobre los 75 dólares, aún tienen un recorrido alcista superior al 17 por ciento para los próximos doce meses, hasta los 87 dólares. Otras, como la farmacíéutica Pfizer, resaltan por la rentabilidad que arroja el pago de su divivendo. En este ejercicio entregará 0,94 dólares, lo que a precios actuales supone un rendimiento del 3,55 por ciento.

Con potencial alcista tambiíén cuentan los tí­tulos de Fedex y Priceline, ambas cotizan en el Dow Jones Trasportes -donde sólo hay tres compañí­as con distintivo de compra que ha mejorado en el último mes- y el Russell 2000, respectivamente. La primera duplicará su tesorerí­a hasta los 1.859 millones de dólares a cierre del ejercicio; y la segunda lo hará, según las previsiones de los analistas, hasta los 4.589 millones de dólares.