Cuando se habla de ligas de fútbol, la mayoría de los aficionados piensan en grandes campeonatos como la Bundesliga alemana, en la que el Bayern de Múnich camina firme hacia el título, o la Primera División española, donde Cristiano Ronaldo y Lionel Messi causan sensación con su espectacular talento.
Pero, ¿sabías que en Sudáfrica existe una competición para mujeres mayores que demuestra que tambiíén se puede jugar al fútbol con más de 80 años? ¿Eres consciente de que incluso sin ver se puede competir sobre el cíésped? Acompaña a FIFA.com en este viaje en el que conocerás esas otras ligas.
“Abuelas†con olfato de gol
Cuando le diagnosticaron un cáncer, la sudafricana Beka Ntsanwisi tuvo que visitar numerosos hospitales públicos para someterse al tratamiento pertinente. La forma en que se trataba a los pacientes mayores, sobre todo a las mujeres, desagradó sobremanera a esta asistenta social, que pensó que el ejercicio físico podría ser muy beneficioso para el proceso de curación.
En 2005, Ntsanwisi fundó un equipo llamado Vakhegula Vakhegula, que en xitsonga significa “abuelasâ€, con el fin de ayudar a las mujeres mayores a mantener la forma y la flexibilidad. ¿Y quíé deporte mejor que el fútbol para lograr este objetivo?
Dos veces por semana, las “abuelasâ€, de edades comprendidas entre los 40 y los 80 años e incluso más en algunos casos, se calzan sus botas de fútbol y saltan al campo para entrenarse, ataviadas a menudo con faldas y mandiles. El Vakhegula Vakhegula es el más importante de los equipos fundados por Ntsanwisi, que con el tiempo ha creado otros siete en la provincia de Limpopo. Las señoras disputan una liga que se llama “Los ocho mejores†y en la que se enfrentan a los demás conjuntos dos veces por año y dejan claro que practicar deporte despuíés de los 40 no es ninguna idea descabellada. Gracias a nuestras amigas sudafricanas, la expresión “ese gol lo marca hasta mi abuela†adquiere una dimensión totalmente nueva e insospechada.
Ver con los oídos
Otra competición que rompe moldes y desmonta ideas preconcebidas es la Liga Alemana de Fútbol para Invidentes (DBFL, en sus siglas en alemán). La edición inaugural de esta competición se disputó en 2008 y contó con ocho equipos participantes, mientras que en 2013 se ha pasado a nueve conjuntos que luchan por el título a lo largo de seis jornadas que se disputan entre abril y septiembre.
En el fútbol para invidentes, cada equipo está formado por cuatro jugadores de campo y un portero que no tiene discapacidad visual. El campo, de 40 metros de largo por 20 de ancho, es de hierba artificial y está delimitado en las bandas por vallas que intervienen de manera activa en el juego. El balón es un poco más pequeño y pesado (510 gramos) que el del fútbol tradicional y lleva un cascabel incorporado que permite a los jugadores guiarse por el oído.
El trabajo en equipo tambiíén es fundamental en el fútbol para invidentes, ya que sin comunicación verbal sería imposible jugar. Para protegerse de posibles encontronazos, los jugadores gritan la palabra española “¡voy!†en el momento de lanzarse a por un balón dividido. Además, el portero, el entrenador y un guía que se sitúa detrás de la portería dan instrucciones a los jugadores. Lógicamente, el objetivo es marcar goles, así que el equipo con más puntos y la mejor diferencia de tantos es el que se lleva al final el título.
Ligas de barrio y para los sin techo
La RP China no consiguió clasificarse para las dos últimas ediciones de la Copa Mundial de la FIFA y tampoco estará en Brasil 2014, pero la pasión por el fútbol se mantiene inquebrantable en este país asiático. Casi todas las provincias cuentan con ligas de fútbol aficionado y por todo el territorio chino se disputan cientos de pequeñas competiciones y torneos.
En Pekín destaca la Superliga de Huilongguan, un campeonato de barrio que se fundó en Huilongguan, uno de los mayores distritos de la capital china. Varios amantes del fútbol residentes en este barrio de rápido crecimiento se juntaron y crearon la competición. Lo que empezó como un partidillo de fin de semana no tardó en convertirse en un acontecimiento más importante. En 2004, nueve equipos formados por un total de aproximadamente 180 jugadores participaron en la primera edición de la Superliga de Huilongguan, que desde entonces ha ido ganando popularidad. La temporada actual cuenta con nada menos que 18 equipos, exactamente igual que algunas de las principales ligas profesionales del mundo.
Entretanto, en Suiza, la asociación Surprise Strassensport organiza desde hace años una liga de fútbol para los sin techo y los desfavorecidos en la que participan 18 equipos de diferentes regiones del país. En las cuatro competiciones que se disputan por todo el territorio helvíético, los jugadores no solo tienen la oportunidad de mostrar sus habilidades, sino que optan a formar parte de la selección nacional y disputar la Copa Mundial de los Sin Techo. La díécima edición del certamen mundialista, que se celebró el año pasado, contó con 56 equipos participantes, una impresionante cifra que deja claro que en muchos países del mundo existen proyectos similares al de Suiza.
El fútbol cambia vidas
Esta pequeña selección de ligas menos conocidas demuestra que el fútbol no tiene fronteras de edad, de condición física o de estatus social, sino que, por el contrario, actúa como elemento de unión para gente de todo el mundo y puede cambiar vidas, como ocurre en el caso de la Street League inglesa.
Fundada en 2001 como organización beníéfica para los sin techo, Street League es actualmente una institución dinámica que crece con rapidez en el Reino Unido. Street League se ha especializado en aprovechar el poder del fútbol para cambiar las vidas de jóvenes desfavorecidos que carecen de empleo, estudios y formación. Se trata sin duda de uno de los tantos ejemplos que demuestran que el fútbol es mucho más que un deporte.
¡Que se oiga tu voz!
Hasta aquí nuestra selección de ligas diferentes de todo el mundo. Si tú tambiíén conoces algún campeonato con características especiales, compártelo con nosotros escribiendo un comentario. ¡Será un placer conocerlo!
