La carta de intenciones presentada por la banca acreedora no satisface a la compañía.
Los accionistas de Condesa, fabricante de tubos soldados, han rechazado la propuesta que les presentó la banca acreedora la semana pasada y, a cambio, han vuelto a poner sobre la mesa un plan similar en el que el socio industrial sería Aristrain, en lugar de Arcelor, según fuentes cercanas a los actuales propietarios de la empresa en preconcurso de acreedores.
Las espadas siguen en alto, y van ya muchos meses, para una empresa que se encuentra en una grave situación. Los accionistas de Condesa, cuya deuda asciende a 325 millones de euros, de los que la mayor parte corresponden a entidades bancarias y 40 millones de ellos a Arcelor, no consideran una oferta firme sino un «conjunto de intenciones» el papel que los bancos les presentaron hace unos días y que ellos no consideran oportuno, entre otras cosas porque «está sujeto a unadue dilligenceen seis meses y porque no tiene un plan de negocio concreto». Además, dicen que introduce a Arcelor como socio industrial, «algo que no se mencionaba en la carta de intenciones que la banca presentó para que la empresa la firmara».
Para los accionistas de Condesa, Arcelor es proveedor y acreedor de la compañía pero, sobre todo, «uno de los principales clientes de la firma», lo que en su opinión podría tener efectos negativos para ella si entrara como accionista.
Plan alternativo
Condesa, señalan estas fuentes, «ha presentado por tercera vez» un plan alternativo en el que el esfuerzo a desarrollar por los bancos «sería prácticamente igual al del otro, pero con mayores garantías de cobro de la deuda sostenible» y propone que sea la empresa Aristrain la que se incorpore, con un 40% aproximadamente del capital, al nuevo proyecto. Esta empresa aportaría 20 millones de euros de nuevo capital, lo que permitiría a la banca tener que desembolsar una cantidad menor de dinero por este concepto de lo que se plantea en el convenio propuesto por los bancos. Esta propuesta haría que los bancos controlaran el 60% y que Aristrain, y los actuales accionistas en una pequeña proporción, tuvieran el 40% restante.
Los accionistas de Condesa señalan que «ya antes del verano hicieron un primer planteamiento, que no fue ni siquiera contestado por los bancos, al que siguió un segundo en septiembre, que corrió la misma suerte, y estamos a la espera de ver que hacen con el tercero». El plazo para que venza la situación de preconcurso termina el 15 de noviembre y fuentes cercanas a los propietarios afirman que, si no se avanza en su plan, «la única salida es ir al concurso de acreedores, donde todos perdemos más». Los bancos confían en que la situación de enfrentamiento se reconduzca.