El Gobierno francíés dio hoy su visto bueno a un informe que había encargado sobre las infraestructuras de transporte según el cual prevíé aplazar hasta despuíés de 2030 la construcción de la mayor parte de nuevas líneas de tren de alta velocidad (TAV), incluidas las dos que debían conectar con España.
El primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault, dijo en una entrevista publicada por la revista L'Usine Nouvelle que comparte el diagnóstico de ese informe, en el que incluso deja para despuíés de 2050 el proyecto de una nueva conexión ferroviaria entre España y Francia por los Pirineos centrales.
Agenda de infraestructuras
El autor de ese documento, el diputado socialista Philippe Duron, calcula que las 70 grandes infraestructuras que se habían concebido para un horizonte de una veintena de años costarían 245.000 millones de euros, un coste que considera inasumible, sobre todo porque la agencia encargada de financiarlas sólo dispone actualmente de unos 2.000 millones de euros anuales.
Duron, que ha trabajado ocho meses en la reconfiguración del esquema de proyectos de transporte, se decanta por mejorar las infraestructuras existentes, sobre todo las de proximidad, y dejar aparcados los de nuevas líneas de TAV para despuíés de 2030.
Las únicas excepciones serían las que ya están siendo construidas, la Tours-Burdeos (que completa la que ya existe entre París y Tours) y Le Mans-Rennes (continuación de la París-Le Mans en servicio)