La junta de accionistas de Pescanova que se celebrará este jueves en Vigo se promete tensa. Tres grupos de accionistas se enfrentarán por hacerse con la gestión de una compañía cuya viabilidad, en cualquier caso, no está garantizada.
A priori, la candidatura presentada por el Grupo Damm parte con ventaja –asegura contar con el apoyo de más del 40% de los accionistas-, pero la alternativa que hoy han lanzado el fondo norteamericano Cartesian Capita Group y la Asociación Española de Accionistas Minoritarios (Aemec) anticipa batalla.
Cartesian y Aemec, representados por el despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, tratará de hacer ver a la mayoría de accionistas de Pescanova que el consejo propuesto por el grupo Damm supone mantener en los órganos de gobierno a parte de los responsables de la quiebra de la compañía gallega y que “con seguridad†se verán implicados en procesos civiles o incluso penales.
El mismo argumento utilizará para descomponer la alternativa que podría llevar a la junta el entorno del expresidente Manuel Fernández de Sousa, imputado por vender acciones antes de que la empresa entrara en concurso de acreedores. Este extremo aún no está confirmado y, en cualquier caso, Fernández de Sousa no sería el presidente propuesto, "ni siquiera consejero". Algunas fuentes apuntan a que el expresidente podría finalmente apoyar la opción que lidera Cartesian.
Cartesian, que tiene el 5% de Pescanova pero no incluirá directamente a ningún miembro en el consejo, y los minoritarios, guardan un as en la manga: el posible conflicto de interíés que concita el consejo propuesto por el Grupo Damm. Así lo defiende el abogado mercantilista Luis Fernández de la Gándara, que incide en que algunos de los consejeros postulados por el grupo cervecero, participado en un 25% por Oekter, “van a vivir un conflicto de intereses porque son personas que pertenecen al sector de la alimentaciónâ€.
En el caso de que los accionistas dieran su confianza a Damm, Luxempart e Iberfomento, Aemec estudiaría impugnar la junta por esta cuestión. Hasta ahora, Damm, como segundo accionista de Pescanova, ha estado presente en el consejo de administración sin que ningún accionista ni la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hayan denunciado la supuesta incompatibilidad. Este argumento ya ha sido utilizado en el pasado por varias empresas cotizadas para impedir el acceso a los órganos de gobierno de alguno de sus accionistas. Los casos más famosos de los últimos años han sido los protagonizados por Iberdrola-ACS, FCC-Acciona y NH Hoteles-Hesperia.
De momento, ya se conocen los integrantes de los consejos que han propuesto tanto Damm como Aemec. En el primer caso son siete miembros, mientras que en el segundo el número se eleva hasta los 15. Fernández de Sousa, por su parte, guarda silencio y previsiblemente anunciará la composición de su consejo en la misma junta de accionistas.
La del jueves es una asamblea sin precedentes. El consejo de administración de Pescanova dimitirá al comienzo de la misma y a partir de ahí todo es una incógnita. ¿Quiíén presidirá la junta? ¿Cómo será la votación? ¿Quíé porcentaje del capital será necesario para ganar? En la tarde del martes y a lo largo del miíércoles, los diferentes grupos de accionistas mantendrán varios encuentros para establecer los mecanismos apropiados. En principio, se votará por cada uno de los consejos en bloque, y no por el número de consejeros primero, y por el miembro, de uno en uno, despuíés.
De esta forma, si Fernández de Sousa no se echa para atrás y presenta su candidatura en la junta, bastará con que uno de los tres consejos obtenga una mayoría simple. En el caso de que finalmente sólo haya dos sería por mayoría absoluta (el 50% de las acciones presentes más una).
Con todo, Fernández de Sousa tambiíén tendrá su propia baza: el sistema de representación proporcional. El expresidente tiene el 7,4% del capital, por lo que si Cartesian y Aemec se imponen podría recurrir a este mecanismo para sentarse en el consejo. Los estatutos de Pescanova contemplan que para ejercer este derecho debe solicitarlo con cinco días de antelación a que se produzca la vacante en el consejo, un plazo que ya se le ha pasado. No obstante, si el número de consejeros se lo permite (con 7 miembros no alcanza el porcentaje suficiente para ejercitar la representación proporcional) podría encontrar “alguna fórmula para entrar (en el consejo)â€, explican fuentes legales.