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Autor Tema: Alerta en la banca: el BCE endurece las condiciones para prestar dinero a las en  (Leído 609 veces)

Orpheo

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 Jean Claude Trichet / Efe. Era el mayor temor entre los bancos y cajas españoles. Con el mercado interbancario cerrado más allá de los plazos cortos y, a pesar de la resurrección de las emisiones de cíédulas y deuda senior, su principal ví­a de financiación vení­an siendo las subastas de liquidez del Banco Central Europeo. Si Jean-Claude Trichet cierra el grifo, se asfixian. Y eso es precisamente lo que está pasando. Las alertas han sonado en las entidades españolas porque el BCE ha endurecido fuertemente las condiciones para prestar dinero, según confirman fuentes del sector de toda solvencia.

Ahora te miran mucho más, tienes que estar el primero en la cola; si no, no te llega. Y debes justificar con mucho detalle el valor de los activos que llevas como garantí­a, se queja una entidad. No obstante, admite que no podemos esperar otra cosa, porque es lo mismo que estamos haciendo nosotros con los clientes que vienen a pedirnos un críédito.

En otra entidad añaden que este endurecimiento, que comenzó hace un par de meses, no afecta por igual a todas las entidades: Los bancos con un negocio puramente nacional despiertan más recelo que los dos grandes bancos, y las cajas de ahorros pequeñas mucho más todaví­a, explica.

Un experto en el sector añade que las inyecciones de liquidez son una medida extraordinaria provocada por la crisis de críédito de la que se acaba de cumplir un año, pero el BCE no quiere que se eternicen, por eso tiene que ir cerrando el grifo poco a poco. De hecho, la Reserva Federal dio un ultimátum hace dos semanas a los bancos norteamericanos en el que, a cambio de aumentar el volumen y el plazo de las inyecciones, puso fecha para el final de la medida: el 30 de enero de 2009. El propio Trichet admitió el jueves pasado que estamos examinando nuestras reglas y observando atentamente los acontecimientos. Y estudiaremos lo que hay que hacer, si es necesario, para ajustar los elementos de nuestro sistema.

Las inyecciones de liquidez permiten a los bancos obtener liquidez con la garantí­a de activos titulizados que no se pueden colocar en mercado porque nadie los quiere. Se llevan a descontar al BCE y se obtiene financiación a un tipo inferior al euribor. El problema es que el plazo de estas inyecciones es muy corto -como mucho, tres meses- y que, aunque sirven para tapar los pagos más inminentes, no resuelven las necesidades de financiación de los bancos a medio plazo. De ahí­ que algunas entidades hayan pedido el alargamiento de dicho plazo mientras los mercados sigan cerrados.

Miedo a una rebaja de las valoraciones

Otra de las medidas que baraja el BCE, según las fuentes consultadas, es elevar los que se conoce como haircut, que es un porcentaje de la titulización que no se transforma en liquidez. Actualmente está en el 1% (si vas con 100 millones en tí­tulos, el BCE sólo te presta 99 en liquidez) y se habla de una subida hasta el 3%, lo que en la práctica significa encarecer notablemente esta ví­a de financiación.

Una de estas fuentes señala que esta subida el gran temor no es tanto la subida del haircut (que el sector considera normal con las condiciones actuales), sino la valoración de los activos titulizados que aportan los bancos como colateral como consecuencia de la caí­da del precio de las viviendas que garantizan estos críéditos (normalmente hipotecarios): Da lo mismo bajar del 99% al 97% el porcentaje que te prestan si te siguen valorando igual el activo. Pero si lo que tú valoras a 100 para ellos vale 85 ó 90, entonces sí­ que tienes un problema muy serio.

Ahora bien, el BCE tiene que tener mucho cuidado para no provocar un desastre en el sector financiero. En la Asociación Española de Banca (AEB) lo explican con un ejemplo gráfico: Los bancos circulábamos por la M-30 (los mercados de críédito) tranquilamente y nos empezamos a encontrar camiones volcados (los bancos afectados por los activos subprime); en un momento, eran tantos, que cortaron la autopista y nos dijeron que tení­amos que ir en Metro (la liquidez del BCE). El Metro es más incómodo, más lento y vamos más apretados. Pero no pueden decirnos que abusamos de íél, porque nos han obligado a ir por ahí­. Ni cerrarlo, porque entonces, ¿por dónde vamos?.

Por eso, la petición reiterada del presidente de la AEB, Miguel Martí­n, es que los organismos internacionales fuercen a los bancos a revelar todas sus píérdidas y así­ restablezcan la confianza suficiente para volver a abrir los mercados, una apertura que considera imprescindible para que la crisis española no sea mucho más dura todaví­a. El ultimátum de la Fed tambiíén persigue obligar a la banca a limpiar sus balances para restablecer la confianza en el sector y volver a poner en marcha los mercados crediticios.

El gran peligro, los vencimientos

El endurecimiento de las condiciones del BCE tampoco deberí­a tener consecuencias catastróficas a priori: como mucho, se reducirá el colchón de liquidez del sector -unos 43.000 millones al cierre del primer semestre- entre un 10% y un 15%, según los expertos consultados. Además, en un entorno de caí­da del críédito, los bancos necesitan menos dinero para prestarlo a sus clientes. El gran problema está en los vencimientos de deuda, los que tengan muchos vencimientos y no cuenten con más financiación que la del BCE, lo tienen crudo, sentencian en una de las entidades consultadas.

Dada la enorme liquidez que habí­a en los mercados antes de la crisis, buena parte de la banca española financió la fuerte expansión de los críéditos con plazos muy largos (sobre todo hipotecarios) mediante emisiones masivas de deuda que pagaban unos tipos de interíés muy bajos. Ahora, empiezan a vencer muchas de esas emisiones: según Bancaja, vencerán 175.000 millones este año. Y las entidades necesitan liquidez para devolver el principal más los intereses, que no pueden obtener en el interbancario (sin liquidez a más de un mes) ni mediante nuevas emisiones de deuda (se están colocando cantidades muy pequeñas, con plazos cortos y tipos de interíés muy altos, y hay bastante rechazo entre los inversores extranjeros). La otra gran alternativa a la que están recurriendo son los depósitos, pero la fuerte competencia obliga a pagar unos intereses muy altos


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.