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Autor Tema: La Reserva Federal auspicia la mejor racha del Dow Jones desde la burbuja 'punto  (Leído 100 veces)

Eguzki

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Janet Yellen lo afirmó con cierta rotuntidad el pasado jueves. "La Reserva Federal (Fed) no actúa para apoyar al mercado bursátil", aseguró ante el Senado en la comparecencia en la que defendió su candidatura para relevar a Ben Bernanke al frente del banco central estadounidense. Puede que sea así­, pero lo cierto es que la polí­tica monetaria históricamente expansiva que la Fed está recetando desde finales de 2008 le está sentando de maravilla a los parquíés norteamericanos. Tanto es así­ que, pese a la profundidad de la crisis y a la lenta recuperación económica, Wall Street encara la recta final del que puede ser el quinto año alcista consecutivo de sus principales í­ndices, con el Dow Jones a la cabeza, algo que no ocurrí­a desde la segunda mitad de los años 90. Es decir, desde los tiempos de la burbuja puntocom y la "exuberancia irracional" mencionada por el entonces presidente de la Fed, Alan Greenspan.

Casual o causalmente, lo cierto es que las medidas decretadas por Bernanke han sido mano de santo para las cotizaciones en Estados Unidos. Fue a finales de 2008 cuando la Fed comenzó a disparar toda su artillerí­a. En diciembre rebajó los tipos de interíés al mí­nimo histórico del 0-0,25% en el que todaví­a permanecen hoy. Y tambiíén fue en la recta final de ese año, con la quiebra de Lehman Brothers amenazando con desintegrar el sistema financiero, cuando lanzó el primero de sus programas de compras de deuda, conocidos por las siglas QE (quantitative easing).

Con aquella iniciativa inyectó en el sistema 1,725 billones de dólares hasta marzo de 2010. Posteriormente, entre noviembre de 2010 y junio de 2011 suministró otros 600.000 millones de dólares tambiíén con la compra de deuda en el mercado (QE2). Y desde septiembre de 2012 tiene en funcionamiento una tercera ronda de compras (QE3), mediante el que ha dedicado ya más de un billón de dólares a la adquisición de deuda pública e hipotecaria.
En resumen: los inversores llevan casi cinco años disfrutando de los tipos de interíés más bajos de todos los tiempos y de una abundante liquidez, puesto que entre el QE1, el QE2 y el QE3 el banco central estadounidense ya ha dedicado en torno a 3,5 billones de dólares a las compras de activos. Y esa combinación ha deparado un ecosistema perfecto para la renta variable, tal como se está comprobando en 2013 conforme la Fed ha ido dilatando los estí­mulos anticrisis.

A poco más de un mes para que finalice 2013, el Dow Jones, posiblemente el í­ndice bursátil más famoso del mundo, progresa hacia su quinto ejercicio alcista consecutivo. No se veí­a una secuencia ascendente tan prolongada desde los nueve años seguidos de avances que enlazó entre 1991 y 1999. Hasta la fecha, acumula una revalorización del 22% en 2013 y se ha dejado ver por encima de los 16.000 puntos por primera vez en su más que centenaria trayectoria -nació en 1896-. Si terminara con una subida así­, despedirí­a su mejor año desde el 25% que sumó en 2003.

En el caso del S&P 500, desde finales de 2008 ha registrado notables subidas anuales en 2009 (23,4%), 2010 (12,8%) y 2012 (13,4%) y sólo en 2011 no repuntó, aunque tampoco cayó, ya que firmó unas tablas con respecto al cierre de 2010. Hasta la fecha, acumula unas ganancias del 26% en 2013, que tambiíén podrí­a convertirse así­ en su mejor ejercicio en una díécada.

Y una situación similar muestra el Nasdaq 100. Avanza hacia su quinto año consecutivo de ganancias, con lo que reedita la racha alcista que atravesó entre 2003 y 2007. Por ahora se anota una revalorización del 28% en lo que va de ejercicio, que aspira a ser el mejor desde el 53% que escaló en 2009.

A la espera del 'tapering'

Aunque Yellen rechazó que la Fed maneje la polí­tica monetaria pensando en Wall Street, porque su propósito es "beneficiar a todos los americanos", lo cierto es que las consecuencias están ahí­. Y como prueba, la reacción de los inversores al compromiso de Yellen de mantener los estí­mulos mientras la recuperación no se afiance. La creencia de que la Bolsa de Nueva York va a seguir gozando de unos tipos al 0% hasta, al menos, 2015 y de que la liquidez continuará siendo abundante ha propiciado que el Dow Jones y el S&P hayan pulverizado sus máximos históricos en las últimas jornadas, en tanto que el Nasdaq ha marcado su nivel más alto desde el año 2000. "Los comentarios de Yellen es posible que apoyen el favorable momento por el que atraviesan los mercados bursátiles de los paí­ses desarrollados", valoran desde Barclays.

Por el momento, eso es lo que está ocurriendo. Sobre todo, porque certifica que la Fed cada vez tiene más difí­cil cumplir con el calendario tentativo que anunció en junio. Hace cinco meses, Bernanke anticipó que la intención de la entidad era comenzar a reducir los estí­mulos (una maniobra conocida como tapering) "a finales de 2013", para interrumpirlos por completo "a mediados de 2014".

Tras esas palabras, el mercado interpretó que el tapering arrancarí­a en la reunión de septiembre. Pero no ocurrió. Tampoco pasó en la cita de finales de octubre -cuyas actas se conocerán hoy-, mediatizada por el cierre administrativo (shutdown) y las disputas para elevar el lí­mite de la deuda. Y cada vez son menos los que creen que se producirá en la última reunión del año, la de los dí­as 17 y 18 de diciembre. Este calendario móvil se ha convertido en el aliado más poderoso de Wall Street, porque cada mes que pasa sin frenar los estí­mulos implica que la Fed inyecta otros 85.000 millones de dólares mediante la compra de deuda pública e hipotecaria bajo el QE3, con lo que pone más munición a disposición de los inversores.

¿Y Main Street?

En paralelo al espectacular comportamiento de Wall Street, la economí­a real, identificado en EEUU con Main Street, no termina se asentar su reactivación. Aunque el paro se ha reducido del 10% al que escaló en 2009 al 7,3% actual, continúa muy por encima de los estándares norteamericanos y de la media del último medio siglo, que se limita al 6,1%.

En cuanto al crecimiento, tampoco despega, porque continúa más cerca del 2 que del 3%. Para este año, la propia Fed estima que se ubicará entre el 2 y el 2,3%, cifras que en 2014 podrí­an ascender para situarse entre el 2,9 y el 3,1%. El Fondo Monetario Internacional (FMI) no es tan optimista y considera que el crecimiento para este año se limitará al 1,6% y el del próximo año, al 2,6%. Es decir, el paro cae y hay crecimiento, para ambas variables se están recuperando más lento de lo esperado y por debajo de lo previsto.
El contraste, por tanto, resulta evidente. Mientras Wall Street vuela más alto que nunca, Main Street no acaba de arrancar del todo. Y tras esa brecha emerge la figura de la Fed. "Lo que parece distinto esta vez, [con una fuerza] suficiente como para reavivar la conclusión de que 'esta vez es diferente', es la fe en la polí­tica de expansión cuantitativa de la Reserva Federal", subraya el gestor John Hussman. Y añade con la intención de mostrar sus dudas con respecto a la situación actual: "Pero el QE es nuevo, y como en la burbuja de Internet, lo nuevo alimenta la imaginación. La mayorí­a de lo que los inversores creen acerca de la expansión cuantitativa es imaginación".

Hussman conecta así­ lo acontecido a finales de los 90 con el panorama actual. Por ahora, lo cierto es que el Dow atraviesa su mejor racha desde entonces. Pero Yellen no cree que las cotizaciones estíén protagonizando un comportamiento anormal. "No hay una burbuja en las acciones", aseguró tambiíén en el Senado.