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Autor Tema: Bankia: el pago de dividendo, pendiente de la compensación por la OPV  (Leído 71 veces)

Eguzki

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Los responsables del banco querí­an adelantar el anuncio del dividendo al 2 de febrero, pero las dudas sobre quiíén decide la compensación por las píérdidas de la salida a Bolsa pueden impedirlo.
La presentación de los resultados anuales de Bankia, prevista para el próximo 2 de febrero, está pendiente a pesar de que las cifras se van a ajustar a las previsiones realizadas en su momento por los responsables de la entidad. Es posible que su presidente, Josíé Ignacio Goirigolzarri, no pueda dar una orientación clara sobre la noticia más esperada: el pago del primer dividendo del banco que fue intervenido y nacionalizado en mayo de 2012 y que estaba previsto que se anunciara en esta ocasión. Las incógnitas que persisten acerca de si se producirá una devolución más o menos generalizada de los recursos que los inversores pusieron en el banco en su salida a Bolsa, y las dudas que aún persisten acerca de quiíén deberí­a hacerse cargo de la misma, hacen que los gestores de Bankia sopesen no hablar de esa cuestión.

Bankia obtuvo un beneficio neto en los nueve primeros meses del pasado ejercicio de 696 millones de euros, despuíés de hacer dotaciones por un importe de 817 millones, presentando en la cuenta de resultados una mejora importante del margen financiero y de los ingresos por comisiones, además de registrar un descenso de los costes de explotación. Todas estas cifras permiten suponer que la entidad alcanzará los 1.000 millones de euros de beneficios previstos y que, con esas magnitudes, no habrí­a ningún problema para que la entidad repartiera por primera vez un dividendo entre sus accionistas, lo que significarí­a además la constatación de que el banco ha entrado ya en la senda de la normalidad.
Incertidumbre
Pero la incertidumbre generada por los informes de los peritos de la Audiencia Nacional y las declaraciones de Goirigolzarri señalando que el grupo tiene músculo suficiente para hacer frente a esa contingencia y las del ministro de Economí­a, Luis de Guindos, dando por buenos dichos documentos, abrieron la posibilidad de una compensación, al menos para los accionistas minoritarios que acudieron a la salida a Bolsa, por las píérdidas sufridas. Y ello, se señala en medios del sector, podrí­a influir sobre el dividendo, al menos hasta que quede plasmado de una manera formal cuál serí­a el reparto de esa factura entre el Frob, como accionista único de BFA, y Bankia, cuyo principal accionista es BFA, pero que cuenta con un 30% de su capital en otras manos.

Aunque en principio habrí­a un cierto acuerdo sobre el reparto de la carga (dos tercios el Frob a travíés de BFA y un tercio Bankia directamente) la cuestión no está cerrada completamente, entre otras cosas porque no está claro quiíén debe autorizar dicho reparto: si el Gobierno a travíés del Frob como accionista único de BFA y mayoritario indirecto de Bankia, o las autoridades de la Unión Europea, ya que el grupo BFA-Bankia recibió más de 22.000 millones de euros de ayudas públicas del Estado pero prestados por el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) y a cambio de la firma del MoU que estableció, entre otras cosas, condiciones concretas para los bancos nacionalizados. O el Banco de España por su presencia en el Frob.

Desde hace tiempo estaba previsto que, tras la presentación de los resultados, los responsables de la entidad llevaran a cabo un road show por algunas de las principales plazas financieras, empezando por Londres, donde lo harí­a Goirigolzarri, y siguiendo por Parí­s, Nueva York y otras ciudades, periplo que cubrirí­a el consejero delegado, Josíé Sevilla. La agenda se va a cumplir pero es probable que los gestores de Bankia tengan que guardar silencio o dar explicaciones vagas cuando se les pregunte por el dividendo.

El calendario corre en contra de Bankia. A la presentación de resultados y a la gira posterior hay que añadir que la entidad quiere celebrar la junta de accionistas el 26 de marzo, lo que significa que se debe convocar un mes antes y que para esa fecha hay que tener decidido el volumen del dividendo para incluirlo en el orden del dí­a a proponer a la junta.

La otra cuestión tambiíén pendiente es el montante del dividendo a repartir entre los accionistas que debe ser autorizado, como el de todas las demás entidades, por el supervisor. Bankia, al ser una de las 128 entidades que desde el pasado mes de noviembre han pasado a ser supervisadas por el Mecanismo íšnico de Supervisión europeo (MUS), debe contar con esa opinión favorable.

Como quiera que el MUS apenas ha empezado su labor inspectora y que, además, se entiende que debe haber una colaboración total entre las hasta ahora autoridades nacionales y el supervisor europeo, es razonable pensar que, sin dejación de sus funciones, el MUS tendrá en cuenta la opinión del Banco de España al respecto.