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Autor Tema: ¿Quíé está ocurriendo en nuestros cuerpos?  (Leído 503 veces)

Scientia

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¿Quíé está ocurriendo en nuestros cuerpos?
« en: Abril 22, 2015, 06:20:35 pm »
http://www.maestroviejodespierta.com/2015/04/19/que-esta-ocurriendo-en-nuestros-cuerpos/


¿Quíé está ocurriendo en nuestros cuerpos?

He recibido este artí­culo que se me hace interesantí­simo. Está un poco largo pero vale la pena leerlo para entender muchos cuestionamientos que nos hacemos de muchas situaciones por las que muchos de nosotros estamos pasando…..

La visión completa de lo que está ocurriendo con nuestros cuerpos tiene que primero ser observada a travíés del lente de lo que está pasando al cuerpo del planeta Tierra. Y todaví­a más allá, debemos comprender que todas las cosas fueron creadas en Unidad con un eslabón de interconexión entre las partes de Dios y los distintos niveles, desde planetarios, hasta sistemas solares, galaxias y universos.

No podemos considerar la transición cuántica que está ocurriendo en un planeta, sin tomar en cuanta los efectos y reverberaciones de la creación completa. De acuerdo con eso deberí­amos formular nuestra pregunta en una forma diferente: Por Dios, ¿quíé está pasando con nuestro Sistema Solar, con la galaxia y con nuestro universo local? Hace algunos años un maestro espiritual dijo “Cuando recoges un grano de arena estás literalmente cambiando la estructura molecular de todo el universo”. Yo comprendí­ entonces que todas las cosas están ligadas, sin importar quíé tan distantes imaginamos nosotros que estíén las otras dimensiones o quíé tan lejos de nosotros estíé la vida en otros planos de existencia. Estamos todos conectados por fibras doradas que, visibles o no, nos conectan con la Fuente Primordial. Durante nuestras visiones, sueños, meditaciones o en algunos momentos con calidad superior de vida todos hemos podido sentir esta conexión.

Por medio de la respiración consciente podemos percatarnos de la red de vida respirando a travíés de nosotros y sentir la conexión y la cualidad de esa unión. Cada dí­a más y más ciudadanos de la Tierra saben intuitivamente, a pesar de no poder probarlo, que la Tierra no se mueve sola en un universo, galaxia y sistema solar sin otra manifestación de vida que la terrestre. Lo que realmente está ocurriendo es que Luz más elevada, frecuencias más altas, nuevos códigos de energí­a, (escoge el nombre que gustes) están entrando a la Tierra en ondas de ascensión. Por otra parte, los ciudadanos del planeta, por medio de energí­a enfocada por medio de sus meditaciones, plegarias e invocaciones, han estado asimilando esa Luz y ese Amor y conscientemente han estado irradiando luego esas elevadas energí­as pasándolas a otras personas y anclándolas en el planeta mismo. Se trata realmente de una co-creación del hombre, que está trayendo el cielo a la Tierra.

El magnetismo desciende y las frecuencias suben.

Los patrones de lo que Isaí­as llamó “Un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra” están estableciíéndose en una forma sin precedentes y muchos pueden ya sentir los cambios profundos que están ocurriendo al planeta y en sus propios cuerpos. El magnetismo está descendiendo simultáneamente en el planeta y en nuestros cuerpos. Las fuerzas magníéticas son como la goma que pega todas las cosas juntas. Este descenso en el magnetismo es una señal de que un gran cambio está ocurriendo. Los cientí­ficos reconocen que la caí­da del magnetismo en estos tiempos ha sido rápida, y al mismo ritmo acelerado ocurren los cambios. Por otro lado las frecuencias de la Tierra están subiendo. Y esto tambiíén afecta notablemente los cuerpos de sus ciudadanos. Con la caí­da del magnetismo ocurren cambios a nivel mental y emocional en un individuo. Es posible que los programas de mente y emociones, que tení­amos grabados, comiencen a soltarse. Como la resistencia cae, es más fácil dejar ir. Uno no sabe por quíé algo o alguien, que antes era indispensable, ya no importa. Y por el contrario, cosas o personas sin mayor relevancia súbitamente se vuelven importantes. Es posible que de un momento a otro ciertas personas, lugares o situaciones ya no le sirvan a uno y hay que cambiar, el cuerpo pide hacerlo.

Por eso, en la opinión de muchos, estos tiempos parecen caóticos. Algunos individuos se quejan de que ya ni tan siquiera saben quienes son, sufren una crisis de identidad.

¿Quíé está ocurriendo a nuestros cuerpos?

La humanidad actual de la Tierra camina con vestidos de carne, dentro de cuerpos constituidos por materia-energí­a. Funcionaban hasta ahora con un determinado grado de densidad, pero en este momento cierta condensación se está estableciendo. Sus vehí­culos fí­sicos están siendo preparados para ser transmutados en vestimentas de Luz, mucho más refinadas y menos densas. El karma está siendo procesado y diluido, habrá menos densidad y menos limitaciones. Estamos siendo acondicionados para comenzar a interactuar con conciencias más elevadas, nuestra biologí­a se abrirá para compartir con otros seres, no sólo de nuestras especies terrestres, sino con habitantes de otros mundos, dimensiones o entidades de distintos niveles de existencia… Lo que realmente nos está sucediendo es lo que los maestros llaman “Transfiguración”.

Está ocurriendo que nuestra forma condensada ha entrado en un proceso parecido a “derretirse”. La sustancia de nuestro cuerpo fí­sico, aquel que nos es familiar, está transformándose en Luz, el cambio consiste en que nuestro cuerpo material y denso paso a paso se refina y se convierte en “Cuerpo de Luz”. Tambiíén, en la medida en que nos vamos conectando con la Mente Divina Universal, nuestra inteligencia se desarrolla en ciertas áreas de la mente. Vamos pasando por iniciaciones de Luz e inmediatamente aprobamos, los efectos pueden sentirse en el cuerpo fí­sico. ¡Hemos pedido “Transformación” y eso es lo que se nos ha concedido! Estamos viendo como obra la transmutación aún en los niveles de nuestra carne. Cuando el planeta recibe las frecuencias elevadas de Luz, los habitantes de la Tierra entran en un proceso de cambio, que obra en su organismo a nivel de los espacios vací­os entre cíélulas, bioquí­micamente estos están siendo reubicados. La fuerza de la Luz activa nuestros cuerpos y literalmente la quí­mica de mente y cuerpo cambia. Expresado en una forma poíética “algo muy antiguo y sin embargo nuevo, está saliendo del cascarón”. La membrana exterior que sujetaba y aislaba a la humanidad está adelgazándose y los humanos están comenzando a tener la posibilidad de conectarse conscientemente con dimensiones más altas de Luz.

Es como una bellí­sima flor preparando al botón para que pueda abrirse y florecer. El botón de la flor guarda dentro de sí­ la información que le permite tener el potencial para convertirse en flor Crí­stica. Así­ nuestro ADN guarda los códigos que disparan la transformación completa de un individuo en el Cristo radiante, en el maestro ascendido, integrado, con poder total. Es el regalo de convertirnos en el Cristo, para continuar nuestra evolución con la realización de todo nuestro potencial. Estamos siendo preparados y ya estamos comenzando a pasar de una densidad molecular a una nueva más alta. Esto es transformación. El siguiente paso en la escalera Divina para la humanidad es el asumir la forma del Adán y Eva Kadmón. En el proceso estamos activando y reforzando nuestros lazos con el Yo superior o cuerpo Crí­stico, que se conecta a nuestra columna de chakras a travíés del octavo chakra. Una cosa es saber que poseemos este cuerpo y otra es anclarlo y activarlo totalmente. Por algún tiempo hemos estado en este proceso, que para algunos seres ya está completo. Vivimos en un mundo electro-magníético, hasta ahora con una densidad electromagníética caracterí­stica que nos ha limitado mucho. Pero estamos siendo afinados en una frecuencia más alta por la acción de la energí­a, la acción de la Flama en la electrificación de la materia de nuestros cuerpos materia-energí­a.

¿Por quíé es importante?

Porque es un paso más alto en nuestro proceso evolutivo, desarrollado paso a paso para permitir que el yo superior o cuerpo Crí­stico se involucre en nuestro desarrollo. El trabajo que ya se ha hecho ha preparado a algunos seres humanos para vivir con un tipo más avanzado de resonancia. Aquella que está dentro del rango de capacidades del cuerpo superior. Sin embargo hay que aclarar que la Ascensión no consiste descartar el cuerpo fí­sico, sino de llevarlo con nosotros un paso más arriba en la escalera de Jacob. A este proceso se le llama “integrar la Diosa” (el cuerpo fí­sico). Se trata de sentir los cambios y de ser conscientes de ellos para apoyarlos. Un proceso consciente desarrolla en nosotros más sabidurí­a, porque así­ pasamos por la experiencia de tener la vivencia de la Ascensión o iluminación. Debe haber una aceptación, el acuerdo de permitirnos sentir lo que tengamos que sentir para llegar a la comprensión. No se trata de que despertemos y simplemente la ascensión ya está lista. Es importante saber esto, porque nos ayudará en el proceso de transformación y transmutación. Mientras menos resistencia pongamos al cambio, íéste se dará más armónicamente.

Recuerdo que Lord Sananda ( El maestro Jesús) decí­a que la entrada y la salida eran a travíés del corazón. Cuando aprendemos a amar nuestro proceso de ascensión, de paso eliminaremos el miedo y gozaremos del cambio. El corazón ya conoce el proceso de ascensión y el corazón es la puerta al Cristo radiante, nuestro potencial oculto en el ADN. El control que tengamos sobre nuestras emociones tambiíén nos ayuda para aprender a experimentar la vida a travíés de las emociones de la conciencia Crí­stica. Estos sentimientos elevados liberan nuestro potencial. La Presencia Yo soy tambiíén está conectada a la llama triple en el corazón y el corazón conoce la ascensión.

Las percepciones pueden alterarse

Lo que está ocurriendo es que las dimensiones se están superponiendo unas sobre otras. Algunas frecuencias de cuarta dimensión están bombardeando nuestras frecuencias de tercera dimensión y lo mismo ocurre con frecuencias de quinta dimensión y con algunas todaví­a más altas. Por eso nuestras percepciones tambiíén comienzan a cambiar, pero desde luego cada caso es único. En general la humanidad está comenzando a ver y a poder percibir una multiplicidad de dimensiones y esto causa trastornos en las percepciones habituales, en una forma u otra. Podemos hasta perder objetos y luego encontrarlos o no encontrarlos… Es como tener un triángulo de las Bermudas en casa. Otros trabajadores de Luz reportan tener sueños muy ví­vidos. Experimentan muchas visiones y sueños donde un maestro o un ángel les advierte que hay un regalo que estará llegando a todos y que debemos abrirnos a las posibilidades nuevas. Hay mucha guí­a que se está dando en sueños y visiones, para prepararnos a nivel subconsciente e interior para los cambios que están ya ocurriendo.

Es como si estuviíéramos aprontándonos para volver a ser lo que en otros tiempos fuimos o para asumir lo que somos en dimensiones superiores de evolución. Algunos trabajadores de Luz dicen que a veces sienten la trascendencia, lo que yo llamo “El sí­ndrome del paí­s de las maravillas”. A veces caminando en la calle se sienten muy altos y ligeros como plumas, o pequeños y densos. Otras veces se sienten como si estuvieran montados en un trompo o en el ojo de un huracán. Esto ocurre porque las dimensiones se están cruzando. Otros seres humanos comienzan a percibir mucha más luz y presencias de luz alrededor de ellos. Naturalmente, si Uds. están invocando maestros y ángeles, lo más probable es que ellos estíén ahí­ a su lado. Tambiíén los hermanos extraterrestres procedentes de dimensiones Crí­sticas pueden ahora acercarse más y su presencia está siendo percibida por muchos. Algunos circuitos de energí­a planetaria han sido activados y estos vórtices planetarios pueden ser ahora percibidos, vistos o sentidos de alguna forma por muchos individuos. Los cambios son profundos y continuarán siendo cada vez más dramáticos. Hay que integrarlos a la vida diaria porque no desaparecerán, la transformación no es una fase que se pueda cancelar.

El plan Divino está desarrollándose en perfección, trayendo cambios cada vez más profundos. í‰ste es un nuevo tiempo y una Nueva Era se aproxima. Si alguna parte tuya comienza a sentir miedo del cambio es mejor hacerse consciente de este miedo. Habla a esa parte tuya que vibra en el temor, controla tus pensamientos y dile a tu mente que el cambio es real, que en eso consiste el Plan Divino y que todo está bien para ti. Es correcto hacer un diálogo con aquellos aspectos de tu personalidad que puedan sucumbir al miedo. Existe un pensamiento colectivo de la humanidad que rechaza el cambio. Cuando ocurrió la caí­da del hombre hubo muchos cambios, pero no fueron para bien y hay algo en cada uno de nosotros que lo recuerda.

Desarrolla conscientemente confianza en la apertura de la Nueva Era Dorada de Paz que se avecina. Mantíén viva la visión y el concepto. Háblale a aquella parte de tu ser que teme el cambio, dile que el cambio es inevitable porque todo es energí­a y la energí­a, por definición, es constante cambio.

Todos los cuerpos están mutando sus estructuras

En el presente nuestras formas fí­sicas están recibiendo ondas de Luz muy poderosas. La luz es absorbida por todas las estructuras, igual si tú crees en ello que si no, las nuevas frecuencias de Luz llegan al planeta y nos afectan a todos, así­ no estemos dispuestos o previamente no hayamos pedido recibirlas. Los efectos causados por este aumento de luz no son solamente fí­sicos. Tambiíén a nivel emocional experimentamos cambios dramáticos. Tenemos un sistema de cuatro cuerpos que están mutando sus estructuras y como todos están conectados, si uno cambia se afectan todos. A veces alguien nos dice algo sin importancia y nos echamos a llorar. Son sentimientos, que como burbujas sacan a superficie emociones guardadas. A veces nos sentimos desconectados de Dios, otras veces totalmente conectados con Dios y los maestros. Emocionalmente la sensibilidad se ha agudizado y es probable que vivamos en la inestabilidad de un machí­n-machón fluctuando entre los extremos. Por eso se requiere un trabajo constante de limpieza, de balancear los cuerpos y anclarse.

Ocurre que estás viviendo un cambio dimensional en uno o varios de tus cuerpos y eso hace impacto en todo el sistema… La mejor forma de armonizarse es a travíés de la compasión y el amor por sí­ mismo. Ten paciencia con tu proceso de transformación… No lo controles con un reloj ni te compares con nadie. Cada cuál procesa sus propios cambios en diferentes formas y a distintos ritmos. La gente reacciona en forma diferente cuando las estructuras de la polaridad comienzan a desvanecerse y cuando comienzan a procesar su propio karma. No existe una sola forma ideal, las posibilidades son múltiples.

Lo que le ocurre al cuerpo fí­sico

Nuestro cuerpo basado en el ciclo del carbón está convirtiíéndose en un cuerpo de Luz con base en el silicio. Algunos trabajadores de luz traen un contrato o convenio, para anclar la Luz a la densidad de partes determinadas de sus cuerpos fí­sicos. Algunos traen luz a sus corazones, otros a los huesos, otros activan el funcionamiento del cerebro y otros más la traen al sistema nervioso. A veces esto ocurre sin que nos demos cuenta, pero otras veces nos produce incomodidad. Depende del grado de sensibilidad de cada cuerpo. En los dí­as por venir cada uno de nosotros será muy diferente y las situaciones de nuestras vidas serán muy distintas en la medida en que las frecuencias se incrementan. Todos hemos sentido ya como el factor tiempo se ha alterado y cada vez transcurre más rápido. El concepto de tiempo está siendo desmantelado. El corazón de la madre Tierra se acelera en la medida en que sus frecuencias suben y todos estamos tratando de seguirle el ritmo. No se trata de que sientas transcurrir el tiempo más rápidamente porque estás envejeciendo. Trata de comprender que tú estás aumentando tu frecuencia vibratoria porque vives en un planeta que está acelerando la suya. Los campos electromagníéticos, que aceleran su giro, a veces pueden incluso producirte mareo. ¿Te suena familiar?

Lo que está sucediendo afecta la naturaleza del espacio y el tiempo. Afecta tus relaciones con la energí­a y con el cuerpo. Hasta los niveles subatómicos de nuestros cuerpos tienen que alinearse nuevamente con la Luz y esto nos afecta, podemos sentirlo. Vamos dejando atrás el espectro planetario al que estábamos acostumbrados y nos movemos hacia una frecuencia vibratoria más alta, con un nivel de magnetismo más bajo. Naturalmente nos vamos sintiendo diferentes. Pero, no importa cuál sea tu experiencia ¡Dale la bienvenida al cambio! Estamos mutando. Y en el proceso de mutación cada uno de nosotros estaremos más cerca de su propia Divinidad. Acíéptalo, en la medida en que la resistencia cae y la densidad se esfuma, los programas viejos dejan de funcionar. Pero no hay nada que temer, Dios proveerá. Estamos recibiendo un nuevo par de anteojos, una nueva conciencia y un cuerpo nuevo para vivir en íél. La verdad es que tú lo pediste antes de encarnar en la Tierra y ahora está sucediendo. El arreglo biológico de la materia está cambiando. Estamos siendo afinados a nuevas redes electro-magníéticas que están cambiando nuestros patrones. Nuestra sangre se está tornando más transparente, porque la hemoglobina está pasando de una densidad molecular a otra. Nuestros ritmos biológicos están siendo alterados.

Los campos magníéticos del cerebro están trabajando con más Luz y es a la fuerza de esa Luz a la que nos estamos ajustando. Estamos siendo afinados y perfeccionados con un código más elevado de creación. Esta nueva codificación está literalmente reactivando partes dormidas en nosotros. Las frecuencias electro-magníéticas, que llegan al planeta, están alineando al cuerpo y al cerebro para que podamos adaptarnos a la siguiente fase del plan Divino para la humanidad.

Más cambios en el cuerpo fí­sico

La cabeza está aumentando su tamaño. La sangre está cambiando. Las relaciones de espacios en los niveles subatómicos del cuerpo están siendo alterados y realineados para que tengan correspondencia con frecuencias universales y multi-dimensionales. La velocidad de giro de todas las partí­culas está cambiando, los campos magníéticos del cuerpo, de cada chakra y de las cíélulas mismas está siendo realineados. Es un proceso tal vez incómodo y algunas partes del cuerpo se resienten más que otras. Es probable que sientas una corriente que recorre tu cuerpo a travíés del centro del tubo pránico. Son las ondas de Luz llamadas “columna de Metatrón”.

Esta columna de Luz es usada por los maestros para reprogramar tu cuerpo electro-magníéticamente. Puedes sentir a veces su calor cuando actúa, un calor que se siente venir desde dentro. Puede que haya perí­odos de tiempo en que te sientas muy cansado. Esto es perfectamente normal. Cuando el arreglo biológico comience para ti, vas a sentirlo. Piensa que Dios, los maestros y tu presencia Yo soy están literalmente transformando tu cuerpo. Están aplicando ingenierí­a bio-molecular a los circuitos de tu cerebro. La luz estará llegando a todos los circuitos del cuerpo para reestructurar las molíéculas y acelerar tus bio-ritmos. Nuevos conocimientos están haciíéndose asequibles a nuestros cerebros. Están ocurriendo tambiíén cambios en la piel. Se trata nada menos que del comienzo de la transmutación biológica de nuestra forma.

Descripción de los cambios del cuerpo

· Puedes sentir calor que se origina dentro del cuerpo.

· Tu sistema nervioso está simultáneamente siendo destruido y re-edificado. Con los cambios es posible que sientas dolor e incomodidad. Para el sistema nervioso los cambios son particularmente intensos.

· Desde tus huesos emana una corriente de vibración diferente. A veces se siente dolor dentro de la míédula de los huesos en la medida en que está siendo cambiada la corriente. La estructura del esqueleto va a cambiar más y más, porque su conformación actual no es capaz de asimilar energí­as que llegan con frecuencias cada vez más altas. Con los cambios se le da la posibilidad de acomodarse a procesarlas. Tendrá que adaptarse a velocidades de giro más aceleradas. Los huesos del cuerpo son los fósiles que guardan nuestros recuerdos. Al cambiar los huesos tambiíén se da una sacudida a nuestra historia personal. Por eso es posible que donde más se sienta el cambio sea en los huesos.

· Puedes a veces sentirte muy fatigado, y esta fatiga puede aparecer repentinamente… Nuestra realidad, como la hemos conocido, está siendo estirada y cambiada, y esta es una actividad, que aún cuando no percibimos, cansa el cuerpo. Pero es Dios obrando en nosotros. Si te sientes fatigado date permiso de descansar, es tiempo de hacer una siesta.

· Dolores de cabeza y desorientación. El dolor se siente con palpitaciones en la parte de atrás de la cabeza (tallo cerebral?), donde la cabeza se une al cuello. ¿Podrí­a ser que el circuito Urim (del que se habla en “Las claves de Enoch) está siendo instalado en el cerebro?. í‰ste es el circuito que conecta nuestro octavo chakra con el síéptimo. Esta conexión habilita nuestra materia para recibir y luego ser INTELIGENCIA SUPERIOR. ¿Estaremos siendo estimulados en nuestro centro de memoria, atrás en la cabeza, para recordar nuestras experiencias en otros niveles del ser? ¿Estamos siendo reconfigurados paso a paso para poder recibir y decodificar luz, color y sonido en una forma nueva? ¡Yo creo que sí­!

· Puede haber dolor en todos los cuerpos. A nivel emocional todas las emociones guardadas, los miedos y negatividades comienzan a surgir para ser limpiados. La ira mostrará su cara y luego desaparecerá. Estos cambios en los cuatro cuerpos pueden ocurrir muy rápidamente. Hay que tener en cuenta que la clave de la trasformación está en el contacto y conexión que logremos con nuestro cuerpo Crí­stico. El cuerpo Crí­stico es la cumbre de la pirámide de nuestros cuerpos y tiene que integrarse, anclarse y activarse antes de que la nueva creación se complete.

· Están ocurriendo tambiíén cambios a nuestros sentidos, especialmente los de la vista y el oí­do. Cuando los cambios en el oí­do comienzan puedes sentirte a veces mareado y el equilibrio puede afectarse. Tambiíén es posible escuchar un pitido caracterí­stico y algo molesto. La vista tambiíén se altera, a veces súbitamente puede haber visión borrosa. Esto causa momentáneamente movimientos torpes. Todo esto es incómodo, pero recuerda que mucho se está ampliando dentro de ti. El velo de la visión interna estuvo corrido por toda una era y ahora se está abriendo para ti. Estamos en transición, caminando entre mundos, simultáneamente cambiando nuestra conciencia, nuestros cuerpos y nuestra realidad. Date tiempo para la práctica de la meditación practicada regularmente. Esto te pone en contacto contigo mismo y ayuda enormemente en el proceso.

· Nuestro cerebro está pasando por cambios inmensos. Muchas de sus funciones se perdieron cuando ocurrió la caí­da y el cuerpo humano se condensó en una frecuencia más baja. Ahora la glándula pineal está siendo activada y está creciendo, al igual que la glándula pituitaria. Y ambas están siendo conectadas a nivel etíérico para inducir a estados de conciencia más elevados. La glándula pineal está recobrando su alineamiento con nuestra naturaleza divina. Debido a este proceso puede además haber dolor en el centro de la cabeza. Los espacios Inter-celulares tambiíén perciben dolor cuando son alcanzados por las nuevas frecuencias de Luz. Está gestándose la bio-reestructuración de los circuitos que prestan capacidad al cerebro. Los mensajes de Luz y Amor no son sólo pensamientos, son impulsos elevados que están re-ordenando los sistemas vivientes de Luz del cerebro. La imagen de Dios está siendo re-definida en nosotros. Y todo cambia con este nuevo orden. El cerebro necesita pasar por varios niveles de aceleración para poder llegar a aceptar el conocimiento evolucionario y comprenderlo. El computador del cerebro tiene que ser re-estructurado y reconfigurado para adquirir la posibilidad de comandar nuevas formas de transmisión y creación.

Los dolores intensos

La materia en nosotros está siendo electrificada con el fuego del espí­ritu y estamos siendo transformados en una forma fí­sica nueva portadora de energí­as más refinadas. Pero el dolor que acompaña este proceso puede ser intenso para algunos de nosotros. Los maestros dicen que íéste es un precio muy pequeño para pagar por un regalo trascendental y divino. Sin embargo muchos no se sienten listo para soportar la amplitud del dolor que pueden llegar a experimentar. Necesitamos sentir la intensidad del dolor para desarrollar compasión incluso por nosotros mismos, para no repetir más esta danza de densidad nuevamente. Por eso el cambio incluye irremediablemente algo de dolor. Hay puntos de dolor especí­ficos en el cuerpo, que corresponden a los puntos de coordinación para asimilación de la energí­a. Si sientes dolor piensa esto:

Yo soy convirtiíéndome en un corazón de cristal

Yo soy un cerebro de cristal

Yo soy un trasmisor de los ángeles

¡Entríégate en manos de Dios y recibe con gratitud aquel regalo que pediste!

La humanidad está pasando por una emergencia fisiológica y cada uno de nosotros va a sentir el cambio cíélula por cíélula, porque cada cíélula es un holograma reflejando a todo el cuerpo. Estamos en el proceso de limpiar y borrar el contenido de nuestros archivos, esto es: información geníética, patrones kármicos, creencias ancestrales, patrones de pensamiento y limitaciones del pasado. Pero, nuestras cíélulas y nuestro ADN tambiíén contienen la información de la paloma de la paz. Cuando dejemos ir la codificación anterior nuestra fisiologí­a cambiará. Si cada cíélula cambia, nosotros cambiamos. En la medida en que esto ocurre nuestro cuerpo se va tornando transparente y luminoso. Puede ocurrir que haya una guerra, confusión o lucha entre cíélulas o partes de nosotros mismos antes de llegar a la aceptación de lo nuevo. Por ejemplo, probablemente debemos comer menos porque tendremos cada vez menos necesidad de alimentos y eso no es fácil de aceptar. Si te encuentras en medio de esa lucha entre lo que crees y lo que sabes, llama en tu ayuda a la presencia Yo Soy. En seguida pide ayuda al Deva de tu ADN y el de tus cíélulas… Trabaja con tu mente subconsciente, Piensa que cada una de tus cíélulas tiene un ángel que te ama. Todo esto es trabajo de integración, integración de la Diosa a niveles celulares.

Es decir el Cielo integrándose a la Tierra. ¡Clama por la vibración de la verdad en cada cíélula y mí­ralas como se transforman!. Háblales con respeto, porque son inteligentes, así­ trabajarán a tu favor. Cuando una sola cíélula cambia, íésta transmite impulsos de información, que son geometrí­as infinitesimales, encargadas de cargar con vitalidad a tus otras cíélulas o de transmitirla a otras personas. La cooperación es el secreto para integrar la Diosa. Debes estar a cargo de tu propia transformación. Mantener un balance de tus cuatro cuerpos en este momento es nuestra tarea más importante. Hay que observar quíé tipo de energí­a ponemos en nuestros pensamientos y sentimientos, en nuestras palabras y acciones. Quíé tipo de energí­as ponemos en lo que cocinamos y comemos. No vamos a lograr dar el salto cuántico de una transformación cargando el equipaje de nuestros viejos valores. Descarta el miedo y cuenta con que el cambio será la única realidad que no puede ser evitada. ¡Dale entonces la bienvenida! Todo lo que necesitamos hacer es estar abiertos para recibir y listos para dar cuando así­ se nos pida.

No juzgar a otros

Hay un mito que tiene gran fuerza dentro del movimiento de “Nueva Era”. Dice que “Cada uno crea su propia realidad”. Si sientes dolor, tú mismo lo creaste o estás resistiendo algo o aferrándote a algún apego. Estas teorí­as seguro tienen aplicación en otras circunstancias. Pero lo que acá ocurre es algo completamente diferente. Nadie conoce de antemano las experiencias que estamos viviendo, así­ que lo mejor es no asumir nada, porque puede no ser cierto. Algunos de nosotros tenemos cuerpos muy sensibles y son así­ con algún propósito. Otros están abriendo caminos evolutivos para un grupo completo o varios grupos. Otros tienen que vivir el proceso de ascensión concientemente, con todos sus detalles, para luego poder ayudar y enseñar a los grupos que vienen atrás o para escribir el Libro del Conocimiento del Planeta Ascendente. Podemos servir la Luz en una mejor forma cuando aprendemos a no juzgar, a no explicar las cosas con criterios caducos del pasado, aplicándolos a lo que está ocurriendo ahora, que es totalmente nuevo. Seamos humildes…