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Autor Tema: El Codex Gigas o el Códice de Satanás.  (Leído 630 veces)

Scientia

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El Codex Gigas o el Códice de Satanás.
« en: Agosto 05, 2015, 08:38:23 pm »

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El Codex Gigas o el Códice de Satanás.

El Codex Gigas (en latí­n significa “libro grande”), tambiíén conocido como Códice Gigas, Códice del Diablo o Códice de Satanás, es un antiguo manuscrito medieval en pergamino creado a principios del siglo XIII y escrito en latí­n presuntamente por el monje Herman el Recluso del monasterio de Podlažice (en Chrudim, centro de la actual República Checa). Fue considerado en su íépoca como la “octava maravilla del mundo” debido a su impresionante tamaño (92 í— 50,5 í— 22 cm, el manuscrito medieval más grande conocido), su grosor de 624 páginas y su peso de 75 kg. Está iluminado con tintas roja, azul, amarilla, verde y oro, tanto en mayúsculas capitales como en otras páginas, en las que la miniatura puede ocupar la página completa.

Se encuentra en un estado de conservación excelente y conserva la unidad estelí­stica con la que fue creado. De su interior faltan algunas páginas, que en algún momento de la historia fueron arrancadas, ignorando el contenido que pudieran tener.

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El enorme tamaño está en consonancia con el de las Biblias que se manufacturaban en Europa en los siglos XI y XII, con su tamaño, los papas reformistas pretendí­an poner de manifiesto la importancia de los sagrados textos.

A menudo, estas valiosas Biblias o manuscritos eran regaladas a las iglesias o monasterios por sus poderosos mecenas como medio para indicar su condición, o bien eran regalos de obispos que querí­an defender su poder y hacer hincapiíé en la importancia de la fe en tiempos difí­ciles. Su enorme tamaño los reducí­a a uso de atril, posiblemente para uso en el refectorio monacal para las lecturas a la hora de comer o en el prebisterio de la iglesia para los servicios del dí­a. No están considerados como libros litúrgicos, pero si que podrí­an ser complementarios.

El Codex Gigas se podrí­a considerar como el último gran manuscrito de estas caracterí­sticas, ya que en las fechas en las que fue creado comenzaban a aparecer en Parí­s las Biblias de pequeño formato y un solo volumen, que acabarí­an por resultar bastante más prácticas que estos gigantescos pliegos.

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Origen del Codex Gigas:

El manuscrito llamó la atención de todo aquel que conocí­a su existencia desde el primer dí­a en que fue expuesto. La ilustración del Diablo entronizado en una de sus páginas fue lo que le valió el famoso apodo de Biblia del Diablo.

En la íépoca medieval el manuscrito figuraba entre las maravillas del mundo y se le atribuí­a un enorme valor material. La autorí­a del pliego se le otorga al monje Herman el Recluso del monasterio de Podlažice, aunque este es un dato bastante confuso y en realidad no se sabe a ciencia cierta quien escribió e ilustró sus pergaminos.

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Una nota en el interior de la portada, de finales del siglo XIII, apunta a que ciertamente, el manuscrito fue creado en el monasterio benedictino de Podlažice. Más tarde, íéste monasterio que pasaba por dificultades económicas, empeñarí­a el manuscrito al monasterio cisterniense de Sedlec. Más tarde, serí­a comprado de nuevo por los benedictinos, pero esta vez en el monasterio de BÅ™evnov, financiando la compra el arzobispo de Praga, por encontrarla ajustada a derecho a apropiada para el tesoro de su orden. En todos los casos, el manuscrito siempre se encontró en sus orí­genes dentro de la provincia de Bohemia, en la República Checa.

Allí­ estuvo hasta que en 1594, Rodolfo II, gran amante de cualquier obra enigmática, transfirió la obra a su colección personal en el castillo de Praga. Medio siglo más tarde, tras la Guerra de los Treinta Años, el castillo fue expoliado por el ejíército sueco y el libro, junto a muchos otros tesoros, pasaron a formar parte de la colección de la Reina Cristina de Suecia. Desde entonces se encuentra en ese paí­s, primero en la biblioteca real y más tarde, desde 1877, en la biblioteca nacional de Suecia, en Estocolmo.

Durante el paso de los siglos, y muestra de la atracción que ejercí­a el manuscrito, muchos incluyeron en íél sus firmas, como los tí­picos “Yo estuve aquí­â€, de los baños públicos. Se encuentran inscripciones de los siglos 16 y 17, en incluso se pueden encontrar los nombres de Josef Pečirka y Beda Dudik, dos estudiosos checos pioneros en el estudio cientí­fico del manuscrito.

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Contenidos del Codex Gigas:

Su contenido, sin duda, es lo que hace de este manuscrito un volumen especial, único y enigmático, alejándolo de las biblias tí­picas manuscritas de la íépoca.

El Codex incluye, entre otros muchos temas:

El Antiguo y Nuevo Testamento.

Traducciones latinas de Flavio Josefo, Antiquitates Iudaicae y De Bello y ss Iudaico, trabajos sobre la historia de los Judios.

Las etimologí­as enciclopíédicas de Sevilla, en veinte libros, de Isidoro.

Ocho libros míédicos. Los primeros cinco de origen griego o bizantino, que bajo el tí­tulo de Ars medicinae fueron lectura obligatoria para estudiantes de medicina en el sur de Italia a partir del siglo XII. Al final estos libros se convirtieron en textos de medicina en toda la Europa medieval.

Los otros tres tratados míédicos se dedican a la medicina práctica y fueron escritos por Constantino el Africano, que fue monje benedictino sobre la mitad del siglo XI en Monte Cassino, suponiíéndose traducciones de íéste de otra serie de escritos míédicos árabes.

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Tras el final del Nuevo Testamento se encuentran sus famosas ilustraciones, una de la Jerusalíén celestial y, enfrente, la del famoso diablo.

En páginas siguientes se encuentra una confesión de los pecados y una serie de conjuros escritos en gran formato.

La Crónica de Bohemia, escrita por Cosmas de Praga.

La Regla de San Benito.

Calendarios.

Listas de nombres, presumiblemente de los miembros o benefactores de la comunidad monástica local.

Santoral y Esquelas.

Todo esto, mezclado con textos cortos de antiguas historias, curas medicinales y encantamientos mágicos. Un peculiar puzle que recogió en su dí­a los textos más importantes en varias materias, junto con fechas y nombres, para convertir el manuscrito en un ejemplar único.

La leyenda de la Biblia del Diablo:

A parte de la ilustración antes mencionada de Satanás en una de sus páginas, la verdadera leyenda que siempre ha acompañado al manuscrito cuenta que el supuesto monje Benedictino al que se le atribuye la obra, fue condenado a ser emparedado vivo por un grave crimen y, para que la pena le fuera condonada, el monje propuso crear una obra monumental y única que todos alabarí­an y que llenarí­a de honores al monasterio y, si eso fuera poco, la ciclópea obra serí­a escrita por íél en tan solo una noche.

Los monjes permitieron al atrevido escriba llevar a cabo su imposible tarea que, a la mañana siguiente, presentó su gigantesco libro acabado y reluciente.

Nadie podí­a creer que tan magna tarea hubiese podido ser realizada en tan corto periodo de tiempo y no se tardó en rumorear que el joven monje, para cumplir su promesa, habí­a solicitado la ayuda del mismí­simo Satanás, y que fue íéste y no el escriba el que escribió todos y cada uno de los caracteres del manuscrito.

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Mito y leyendas, lo cierto es que el Codex Gigas ha conservado su poder de atracción hasta dí­a de hoy. De un precio incalculable, ha sido codiciado por muchos y los intentos de robo se han repetido a lo largo de la historia. Temor y obsesión, quien sabe si con algún mensaje oculto o sobrenatural que todaví­a permanece allí­, esperando a que algún avezado lector se atreva a descifrar las autíénticas palabras del Diablo.

Fuente: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: mysteries2012