Arranca una nueva etapa en Ezentis. La compañía de instalaciones para utilities prevíé nombrar esta misma semana a Luis Solana Madariaga, ex presidente de Telefónica y hombre de máxima confianza de Cíésar Alierta, nuevo presidente del consejo de administración, en sustitución de Manuel García Durán, que ha llegado a un acuerdo con la compañía para abandonar todos sus cargos, compromiso cuya rúbrica definitiva se espera en las próximas horas.
Este movimiento ha sido impulsado por la propia operadora, uno de los principales clientes de Ezentis, y por JP Morgan, que el pasado junio inyectó a la empresa 126 millones de euros a travíés del fondo Highbridge Principal Estrategies. Esta financiación a cinco años ha convertido al banco de inversión estadounidense en el capitán en la sombra de un barco que acumula una caída en bolsa del 18,5% en 2015 y del 26% en el último año.
Este fuerte castigo, sumado a decisiones personales de Durán que han puesto en jaque la imagen de la compañía, como las ventas de Víértice 360º y la gestión de la deuda que esta filial tenía con Hacienda, ha hecho que tanto Telefónica como JP Morgan le hayan retirado su confianza y, con el respaldo unánime de todo el consejo de admnistración, hayan decidido poner en marcha un relevo tranquilo.
El primer paso de toda esta operativa es nombrar a Solana presidente y conceder la vicepresidencia primera a Guillermo Fernández Vidal, otro hombre del entorno de Telefónica, que desde hace un año ocupa la vicepresidencia segunda de la empresa. El segundo estadío consistirá en buscar un nuevo responsable para proponerlo a la próxima Junta General del grupo, ya que Solana, que el próximo mes de diciembre cumplirá 80 años, ha accedido a asumir este reto, pero sólo de manera interina y con carácter temporal.
De hecho, el actual consejero delegado de Ezentis, Fernando González Sánchez, continuará en el cargo tras la salida del todavía presidente. Tanto Telefónica como JP Morgan desean dividir los poderes en la cúpula de la empresa, que hasta entonces concentraba en su persona García Durán, y repartirlos entre el nuevo presidente y el consejero delegado.
Fin de una era
Porque, detrás de este relevo, está el inicio de una nueva etapa para la compañía, cuyos orígenes se remontan a la antigua Sintel, subsidiaria de Telefónica que, tras pasar a manos privadas en la díécada de los 90 y colapsar financieramente, se hizo tristemente famosa por el 'Campamento de la Esperanza', nombre con el que se bautizó la protesta que realizaron los trabajadores de la empresa con una acampada que duró seis meses en pleno Paseo de la Castellana.
Los problemas financieros han sido el cuento de nunca acabar de la compañía y de todos los nombres que le han ido dando forma, como Avánzit, un bucle en el que lleva inmersa casi dos díécadas pero que, sin embargo, no ha impedido que se trata de una de las principales empresas de instalaciones de 'utilities' de España, con fuerte presencia en Sudamíérica y especialmente volcada en Brasil, mercado estratíégico para Telefónica.
De hecho, lo primero que hizo Ezentis nada más recibir el balón de oxígeno de JP Morgan fue adquirir la brasileña Ability Tecnología y Servicios por 55,4 millones de euros, operación que, según las estimaciones de la empresa, le permitirá cumplir con más del 70% de los objetivos de crecimiento fijados en su Plan Estratíégico 2014-2017.
Ruth Ugalde