La banca española enseña al mundo sus credenciales
Miguel M. Mendieta en Cinco Días
El sector financiero mundial ha vivido en 2008 el peor ejercicio en díécadas. La sangría de píérdidas causadas por las hipotecas subprime y otros productos afines (500.000 millones de euros, tan sólo este año), la quiebra de algunas de las principales firmas de inversión y los rescates masivos por parte de Gobiernos de todo el mundo han provocado el cuestionamiento global del sistema.
En medio de este desolador panorama, la banca española ha salido prácticamente indemne. Con excepción del impacto reputacional que el caso Madoff pueda suponer para las entidades que recomendaron a sus clientes invertir en fondos de este falso gestor, la industria bancaria española no ha sufrido directamente el impacto de la crisis mundial.
El modelo de negocio minorista, basado en la cercanía al cliente y ajeno a productos complejos de inversión, ha posibilitado que hasta los gigantes financieros nacionales hayan esquivado las píérdidas ligadas a activos tóxicos.
Además, la prudente regulación del Banco de España -al crear las provisiones anticíclicas para amortiguar el crecimiento de la morosidad y prohibir algunos vehículos de inversión fuera de balance- ha hecho que el sector bancario español se haya ganado el respeto de sus rivales internacionales. El papel del supervisor ha sido tan apreciado y alabado en los organismos multinacionales que ya se trabaja para exportar algunas de sus políticas a otras economías.
Buen ejemplo del salto cualitativo que ha dado la industria durante un año tan convulso se aprecia al comparar las cuentas de resultados. Santander va camino de convertirse en el primer banco mundial por beneficios en 2008. Hasta septiembre, los dos grandes bancos nacionales (Santander y BBVA) y las dos grandes cajas (La Caixa y Caja Madrid) obtuvieron unas ganancias agregadas de 14.000 millones de euros, lo que representa un tercio de los 43.000 millones de euros que obtuvo el conjunto de grandes firmas internacionales. Hace un año, esa proporción difícilmente habría pasado del 10%.
Otra de las claves del íéxito ha sido la acertada gestión del riesgo. Tanto Santander como BBVA han mantenido buenos niveles de ingresos en todas sus filiales en el extranjero, a pesar de que algunas están en mercados impactados por la crisis. Abbey, el banco británico del grupo presidido por Emilio Botín, ha aprovechado los graves problemas de sus rivales para aumentar su cuota en hipotecas y beneficiarse de la política de adquisiciones de la matriz (compras de A&L y de activos de B&B). Mientras, las filiales de BBVA en Estados Unidos y Míéxico han logrado mantener el tipo pese al deterioro de esas dos economías.
Al margen de la evolución de los dos grandes (que ya están entre los 10 mayores del mundo por capitalización), el íéxito de la industria es colectivo. Tanto bancos como cajas de ahorros y cooperativas de críédito están logrando repetir los resultados de 2007, que fueron históricos.
La conclusión del año es una dulce paradoja: el tradicional díéficit nacional en banca de inversión (que durante años colocaba a la banca española por detrás de la de otros países) se ha convertido en el mejor aliado para navegar en estos tiempos de turbulencias.
Cifras ríécord
· La Caixa, Caja Madrid, BBVA y Santander obtuvieron, hasta septiembre, el 32% del beneficio de las firmas internacionales.
· Santander va camino de convertirse en el banco mundial con mayores ganancias en 2008.