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Autor Tema: Pandemonium  (Leído 19820 veces)

hercul

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Re: Pandemonium
« Respuesta #75 en: Julio 15, 2008, 10:22:20 pm »
CAPITULO II ( Y último...)

Los riesgos de inestabilidad debidos a la liberalización.
Con la adquisición de compromisos en materia de servicios financieros, es posible que los paí­ses en ví­as de desarrollo se estíén comprometiendo en una liberalización rápida que plantea muchas amenazas para la estabilidad financiera y que seria contraria a las recomendaciones de los expertos para que la liberalización sea gradual y secuencial, sustentada por el establecimiento de autoridades financieras capaces. Un acuerdo en las negociaciones de Doha posiblemente empuje a los paí­ses en desarrollo hacia la liberalización de los servicios financieros sin haber establecido las pertinentes reglamentaciones. Por ejemplo, un grupo de paí­ses desarrollados encabezados por Canadá ha efectuado requerimientos individuales y colectivos a diferentes paí­ses en desarrollo para la apertura permanente de sus mercados a la comercialización de "productos derivados, incluidos futuros y opciones, aunque no limitada a estos". Sin embargo, durante todas las crisis financieras estos productos financieros se han revelado como contribuidores de la inestabilidad financiera. Asimismo pueden generar inestabilidad financiera otros servicios financieros negociados bajo el GATS como es el caso de "todos los servicios de transmisión de dinero", la banca de inversiones, la gestión de patrimonios y la gestión de fondos de pensiones, porque es probable que tales servicios utilicen operaciones transfronterizas e instrumentos especulativos. El caso más llamativo lo proporciona el requerimiento de la UE a algunos paí­ses como Brasil, Chile e India para que liberalicen conforme a los compromisos de largo alcance del Acuerdo de intenciones del AGCS (GATS Understanding) sobre compromisos en servicios financieros (8) y autoricen a los proveedores extranjeros para que introduzcan cualquier tipo de nuevo servicio financiero.

Una vez que los gobiernos han aceptado compromisos de acceso al mercado en un determinado sector de servicios al amparo del AGCS, la jurisprudencia del caso del juego en EEUU dejó claro que violaran sus obligaciones si revierten la liberalización y prohí­ben la prestación del cualquier aspecto de ese sector de servicios. En el sector de los servicios financieros, esta norma significa que los compromisos del AGCS impiden a los gobiernos la prohibición de cualesquiera actividades financieras que crean que están teniendo efectos negativos. Las intervenciones gubernamentales en los mercados financieros para controlar las actividades especulativas en momentos de precios elevados serí­an susceptibles de ser cuestionadas si ese gobierno hubiera sometido los servicios financieros bajo el GATS (9) Solo podrá prohibir servicios financieros perturbadores únicamente en el caso de que durante las negociaciones del AGCS los gobiernos establezcan revisiones para todos los problemas posibles y hagan exenciones para el acceso al mercado y para las normas del trato nacional.

Las negociaciones y las normas del AGCS cuestionan la regulación prudencial

Aunque el Anexo del acuerdo del AGCS sobre servicios financieros permite la regulación prudencial en el sector financiero, por ejemplo, para la protección de los depositantes, no se pueden aplicar esa regulación de manera que parezca que se socavan los compromisos de liberalización. La vaguedad de esta cláusula prudencial ha motivado requerimientos del AGCS a muchos paí­ses en desarrollo para que eliminaran las medidas reguladoras que habí­an establecido para prevenir o para remediar una crisis financiera. Por ejemplo, la UE ha requerido a muchos paí­ses que suprimieran las medidas que obligaban a los bancos extranjeros a que mantuvieran las reservas monetarias en el paí­s anfitrión. Tales previsiones están destinadas a mantener la estabilidad financiera, evitando los problemas de liquidez en momentos de crisis. Por ejemplo, muchas de las propuestas de reformas reglamentarias que se han hecho por el Foro de Estabilidad Financiera (FSF) en 2008 exigen a los bancos que incrementen sus reservas de capital. Si las negociaciones del AGCS se hubieran concluido conforme a los planteamientos de la UE, algunos paí­ses podrí­an haberse convertido en más vulnerables a la crisis financiera, al mismo tiempo que los bancos no quieren que su capital permanezca retenido en diferentes paí­ses del mundo.

El actual borrador del texto del AGCS sobre la disciplina de la regulación nacional referida a los sectores liberalizados bajo el mismo Acuerdo General, indica que las reglamentaciones financieras podrí­an ser cuestionadas en el futuro con una variedad de argumentos, tales como no ser "objetivas", "pertinentes" o que actúan como restricciones al comercio disfrazadas. Como quiera que hasta la fecha los negociadores no han garantizado que estas disciplinas nacionales no se aplican a la regulación prudencial de los servicios financieros, es muy probable que se vayan restringiendo seriamente las medidas prudenciales. Los procedimientos de autorización de bancos, por ejemplo, tendrí­an que hacerse "tan simples como fuera posible" (10) Queda pues la incertidumbre de que las medidas establecidas para evitar una crisis financiera, incluso basándose en recomendaciones internacionales, no puedan considerarse por la industria financiera y sus paí­ses anfitriones como barreras al comercio.

Además, con compromisos sobre los servicios financieros, la aplicación de las normas del GATS incrementara la inestabilidad financiera. Por ejemplo, el art. XI.1. del AGCS (11) no autoriza a los paí­ses para restringir los pagos por operaciones financieras corrientes y transferencias internacionales que estíén relacionadas con los servicios en sectores que estuvieran liberalizados bajo las normas de los Acuerdos del AGCS que permiten restricciones sobre los flujos inestables de capital; y los servicios financieros se limitan por las muchas condiciones del art. XI.2, art. XII y Art. XII.2. Este restringe la capacidad de maniobra de los Bancos centrales, como en el caso del Banco central de Chile, que requiere autorización para que los dividendos puedan salir del paí­s, y que es una polí­tica prohibida por el Art. XI.

El impacto sobre el desarrollo y en los mercados de alimentos

Muchos estudios, por ejemplo los del Banco Mundial (12) y del FMI (13), han mostrado que la apertura de los mercados de los paí­ses en desarrollo al establecimiento de bancos extranjeros conduce a menudo al debilitamiento del acceso al críédito para las industrias pequeñas y medianas, ahogando así­ el desarrollo de la economí­a nacional. En años pasados, la UE llegó incluso a solicitar del AGCS que algunos paí­ses en desarrollo suprimieran las exigencias de príéstamos obligatorios a las pequeñas y medianas empresas (PYME)

La práctica muestra que los granjeros pobres y pequeños son tambiíén abandonados por las compañí­as de seguros y bancos extranjeros. Tales practicas están en contradicción con un amplio acuerdo en la comunidad internacional, de que el incremento de la producción agrí­cola en los paí­ses en desarrollo será un avance clave para abordar las causas originarias de la crisis alimentaria de 2008 (14) Una medida clave para hacer eso posible es la mejora del acceso de los agricultores al críédito. En momentos de crisis y de restricciones del críédito, los bancos tienden a prestar menos, especialmente a los granjeros pobres y "de mayor riesgo", por lo que se socava de ese modo la producción, agravando la crisis alimentaria. Asimismo, las normas del AGCS sobre el tratamiento nacional y de nación más favorecida prohí­ben ofrecer incentivos a esos bancos que están dispuestos a apoyar a los granjeros.

La promoción y la utilización por la industria financiera del comercio de futuros en productos agrí­colas clave contribuye a los elevados precios que hacen que la alimentación resulte inasequible para los pobres. Durante el pasado año, la India ha prohibido el comercio de futuros en productos agrí­colas clave preocupados porque ha generado aumentos agudos en los precios de productos alimenticios como las lentejas, trigo y arroz. Sin embargo, tal intervención en los mercados financieros para contener la especulación sobre los alimentos por parte de la India o de cualquier otro paí­s que contrae compromisos sobre esos servicios financieros, podrí­a ser cuestionada al amparo de las disposiciones del GATS sobre controversias. (15) Conclusión

El argumento de que la industria financiera contribuirá a una mayor eficiencia y desarrollo en los paí­ses en desarrollo resultarán cuestionados por las muchas prácticas que conducen a la mala asignación de recursos (por ejemplo, en futuros sobre alimentos en lugar de producción agrí­cola) y a la inestabilidad financiera.

Los paí­ses en desarrollo deberí­an ser cautos frente a los peligros asociados con la continuación de la liberalización de sus sectores financieros, mientras el mundo está aún evaluando uno de los choques más violentos que jamás habí­an sufrido los mercados financieros internacionales, y aún no se han establecido las medidas que eviten crisis financieras futuras. Teniendo en cuenta las lecciones de la reciente crisis financiera y dada la situación reglamentaria en la mayorí­a de los paí­ses en desarrollo, serí­a imprudente en estos momentos comprometerse en una mayor liberalización de los servicios financieros al amparo del AGCS o en acuerdos de libre comercio. En su lugar, habrí­a que dejar esa liberalización para los reguladores y supervisores financieros una vez que se hayan introducido reformas.

Traducción. Juan H. Vigueras.

(8) Understanding on commitments in financial services

(9) Como señala Ellen Gould en un análisis pendiente publicación del Canadian Centre for Policy Alternatives.

(10) Ibidem.

(11) Art. XI.1. " Excepto en las circunstancias consideradas en el Articulo XII, un Miembro no aplicará restricciones sobre los pagos y transferencias internacionales en las transacciones corrientes relativas a compromisos especí­ficos."

(12) World Bank, Finance for All? Policies and Pitfalls in Expanding Access, Washington, 2008: see pages 77-83.

(13) E. Detragiache, T. Tressel, and P. Gupta, "Foreign Banks in Poor Countries: Theory and Evidence", IMF Working Paper WP/06/18, January 2006.

(14) Víéase como ejemplo UN Secretary General Ban Ki Moon's speech at CSD on May 14, 2008

(15) Como señala Ellen Gould en un análisis pendiente publicación del Canadian Centre for Policy Alternatives.

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Re: Pandemonium
« Respuesta #76 en: Agosto 02, 2008, 06:36:00 pm »
Juegos en Pekí­n
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Por Ignacio Ramonet

Con el lema "Un mundo, un sueño", los Juegos Olí­mpicos de Pekí­n deberí­an ofrecer a los dirigentes chinos, del 8 al 24 de agosto, la ocasión de una rehabilitación internacional despuíés de la condena mundial de la que fueron objeto tras la matanza de la plaza Tiananmen en 1989. Por eso el íéxito de las Olimpiadas es tan primordial para ellos y, por eso, el primer ministro Wen Jiabao insiste en las consignas de "armoní­a" y de "estabilidad". Ello explica tambiíén la brutalidad de la represión contra la revuelta del Tí­bet en marzo pasado. Así­ como el furor de las autoridades contra las manifestaciones que perturbaron, en algunos paí­ses, el paso de la antorcha olí­mpica. O la rapidez en enviar auxilio a los damnificados del terremoto de Sichuan del 12 de mayo. Nada debe perturbar la consagración mundial de China en este año olí­mpico.



Asimismo, estos Juegos celebran los treinta años del inicio de las reformas impulsadas en 1978 por Deng Xiaoping que han permitido el milagro económico y el excepcional renacimiento de China. Cierto es que sus triunfos impresionan. Su PIB duplica cada ocho años y, en 2008, deberí­a rebasar el 11%. Con una población de 1.350 millones de habitantes -igual a la suma de la de las Amíéricas (900 millones) más la de Europa (450 millones)-, este paí­s es ya la tercera economí­a del planeta. Ha aventajado a Alemania, sobrepasará en 2015 a Japón y deberí­a superar a Estados Unidos en 2050. Se ha convertido en el primer exportador mundial y en el principal consumidor del planeta.

Pero ese "milagro" presenta varios lados ocultos. En primer lugar, las graves violaciones en materia de derechos humanos que contradicen los valores del olimpismo. China, por ejemplo, lleva a cabo más de 7.000 ejecuciones capitales al año, o sea el 80% de todas las penas de muerte aplicadas en el mundo. Además, la estabildad de este coloso se ve amenazada por otros peligros: un previsible desplome bursátil, una inflación desmedida, un desastre ecológico y motines sociales que se están multiplicando.

El propio vicepresidente de la Asamblea popular, Cheng Siwei ha alertado: "Se está formando una burbuja especulativa. Los inversores deberí­an preocuparse por los riesgos" (1). Y Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, acaba de afirmar que los mercados bursátiles chinos están "sobrevalorados" y han alcanzado niveles "insostenibles". El í­ndice de la Bolsa de Shanghai se ha multiplicado por cinco desde 2006, y su crecimiento desde principios de 2008 es del 106%. Cuando una Bolsa alcanza semejantes picos, su hundimiento pocas veces está lejos.

Por el momento, el número de ricos no cesa de aumentar. China ya posee unos 250.000 millonarios en dólares. Pero las polí­ticas liberales del sistema tambiíén han aumentado las desigualdades entre ricos y pobres, entre ganadores y perdedores. Unos 700 millones de chinos -47% de la población- viven con menos de dos euros diarios, y, de ellos, unos 300 millones con menos de un euro diario.

Porque el "milagro" está basado en la represión y la explotación de una inmensa hueste de trabajadores (los que fabrican para el mundo entero toda clase de bienes de consumo baratos). A veces trabajan entre sesenta o setenta horas semanales por sueldos inferiores al salario mí­nimo. Más de 15.000 obreros mueren cada año en accidentes laborales. Los conflictos sociales están aumentando anualmente un 30%: huelgas salvajes, revueltas de pequeños campesinos, además de escándalos de los niños esclavos.

El actual contexto es propicio al descontento. Pues en China, como en muchos paí­ses, el incremento de los precios de los alimentos y de la energí­a (el 19 de junio pasado, el Gobierno aumentó el precio de los carburantes un 18%) se traduce en una subida de la inflación -que ya alcanzaba el 7,7% en mayo- y una consiguiente degradación del nivel de vida. Las autoridades temen la amenaza de una inflación desestabilizadora que podrí­a provocar manifestaciones de masas semejantes a las que fueron aplastadas por el ejíército en la plaza Tiananmen en junio de 1989.

A todo ello se añade el peligro de una catástrofe ecológica que cada dí­a preocupa más a los ciudadanos. El propio ministro del Medio Ambiente, Pan Yue, ha admitido la enormidad del desastre: "Cinco de las ciudades más contaminadas del planeta se hallan en China; las lluvias ácidas caen sobre un tercio de nuestro territorio; la mitad de las aguas de nuestros siete principales rí­os son inutilizables; un tercio de nuestra población respira un aire muy contaminado. En Pekí­n, entre el 70 y el 80% de los cánceres tienen por causa el medio ambiente degradado" (2).

Todos los descontentos de China van a querer aprovechar la gran cita de las Olimpiadas y la presencia de unos 30.000 periodistas extranjeros para expresar sus iras. Las autoridades se hallan en estado de máxima alerta. Sueñan con poder desactivar a tiempo el gigantesco barril de pólvora social a punto de estallar. Para que los Juegos de Pekí­n no le prendan fuego a toda China.



Notas:
(1) Financial Times , Londres, 30 de enero de 2007.
(2) Der Spiegel , Hamburgo, abril de 2005.

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« Respuesta #77 en: Agosto 08, 2008, 04:06:17 pm »
Los bancos centrales frente a la crisis, independencia ¿para quíé?
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Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa

Altereconomí­a




Los análisis convencionales de la crisis que vivimos, es decir, los más ligados al poder y a la ideologí­a económica dominante, apenas si pasan de puntillas sobre el papel que están desempeñando los bancos centrales. A nosotros, por el contrario, nos parece que es un asunto crucial sobre el que debe reflexionarse y que merecerí­a una respuesta contundente por parte de los ciudadanos.

Los hechos son muy evidentes.

Los bancos centrales, y a la cabeza la Reserva Federal estadounidense, fueron los que permitieron que los fenómenos que han dado lugar a la crisis se produjeran.

Establecieron una regulación de los mercados financieros cada vez más permisiva y opaca, de modo que el nivel de riesgo fue aumentando sin cesar. Facilitaron el endeudamiento masivo de las familias, alimentando así­ la burbuja inmobiliaria y una insostenibilidad creciente de las finanzas que tarde o temprano afectarí­a a la economí­a real. Aceptaron que los bancos crearan productos financieros muy peligrosos que, al propagarse por todo el sistema financiero internacional, han terminado por ocasionar una crisis global sin precedentes.

Los "chanchullos" que según el Premio Nobel de Economí­a Paul A. Samuelson dieron lugar a la crisis fueron consentidos por los bancos centrales que han estado mirando a otro lado mientras que las finanzas internacionales se hací­an inestables, opacas y peligrosamente arriesgadas.

Los bancos centrales mantienen en la práctica un silencio que solo puede calificarse como cómplice ante la existencia de los paraí­sos fiscales, o lo que es lo mismo, ante un ríégimen generalizado de evasión y delito financiero.

Aparentemente los bancos centrales están encargados de poner coto a la inflación pero, a la postre, los í­ndices de precios están subiendo y su tan cacareada independencia se muestra, de hecho, como simplemente inútil para evitar que aparezca. Sencillamente porque la tesis que mantienen sobre el origen de la inflación es equivocada, y en la práctica afrontan la inflación con medios que en realidad sólo pueden conseguir que la distribución de las rentas beneficie a los grupos sociales más poderosos.

La Reserva Federal ha ido más lejos que cualquier otro banco central, como es lógico dado el poder de imperio del que disfruta, consintiendo y tratando de ocultar ante el resto del mundo que Estados Unidos inunde la economí­a mundial de dólares, recurriendo para ello a la no publicación, desde marzo de 2005, de la cantidad de dinero en dólares que se encuentra en circulación.

Sin encomendarse a ningún poder representativo, los bancos centrales toman diariamente decisiones que directamente provocan que las rentas que están en el bolsillo de las familias pasen a las carteras de los bancos, haciendo creer a la opinión pública que se trata de decisiones tíécnicas sin ningún tipo de connotación polí­tica.

Los bancos centrales ejecutan la polí­tica monetaria sin tener en cuenta a nadie más y, por tanto, al margen del principio elemental que deberí­a guiar a la polí­tica económica en su conjunto: la coordinación de la monetaria con las demás, y muy especialmente con la fiscal.

Los bancos centrales son los adalides de la libertad de movimientos del dinero, pero este no es sino otro principio neoliberal que, como dice el Nobel Joseph Stiglitz, "es sólo ideologí­a. Los datos demuestran que la liberalización del capital a menudo causa problemas, inestabilidad y no crecimiento".

Los bancos centrales vienen empecinándose en controlar la inflación como un fin en sí­ mismo cuando es evidente que el control de los precios es un medio para lograr el crecimiento, el empleo y la estabilidad general de la economí­a. Y lo que logran así­ no puede ser otra cosa que convertirse en un lastre pesadí­simo para las economí­as.

Los bancos centrales se proclaman los grandes defensores de la libertad económica, y la demandan y practican constantemente en lo monetario, pero al mismo tiempo callan cuando los paí­ses ricos regulan cada vez más la circulación de mercancí­as para enriquecerse a costa de los más pobres.

Hasta gobernantes incluso conservadores han tenido que hacer oí­r su voz, en ocasiones puntuales eso sí­, frente a un Banco Central con orejeras que hoy dí­a es un obstáculo crucial para salir de la crisis y poder adoptar medidas que pudieran relanzar la estabilidad y el crecimiento.

En fin, frente a una crisis compleja y que en realidad está poniendo sobre la mesa lo inadecuado del no sistema monetario internacional, de la regulación actual de los flujos financieros y del papel que vienen desempeñando bancos más preocupados de sus operaciones especulativas que de la financiación de la economí­a, los bancos centrales se limitan a gestionar los tipos de interíés a favor de los grandes poseedores de dinero y a pedir moderación salarial para los trabajadores. Es lo único que parece que saben decir.

Por eso los ciudadanos deberí­an empezar a ser conscientes de que no les conviene este ríégimen bancario y de que hay que poner fin a un privilegio de independencia que se ejerce contra la mayorí­a de la población. Que ni tiene fundamento cientí­fico ni en la práctica ha demostrado que contribuya a resolver mejor los problemas económicos. Todo lo contrario, es pura ideologí­a concebida para justificar las polí­ticas que solo terminan por distribuir la renta y la riqueza más favorablemente para los ricos.

Hay que lograr cambiar el estatuto de los bancos centrales, ponerlos al servicio de la polí­tica general de progreso y estabilidad, bajo el control parlamentario y orientados a lograr objetivos de desarrollo y bienestar.

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Re: Pandemonium
« Respuesta #78 en: Agosto 11, 2008, 10:59:05 am »
El comercio de las Olimpiadas
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Marcos Roitman
La Jornada




Pekí­n 2008 continúa la saga inaugurada en los años 80 del siglo XX. Si recordar es un ejercicio intelectual de mal gusto para los pragmáticos del deporte de competición, las Olimpiadas constituyen el mejor ejemplo del abandono de los referentes íéticos y la llegada del deporte mercancí­a en su más alta expresión. Celebrar Olimpiadas constituye una orgí­a para el comercio de las grandes marcas deportivas y un escaparate de los deportistas profesionales atiborrados de dinero cuyos domicilios fiscales están en Andorra, Suiza, Mónaco o Islas Caimán. Los mismos que gozan de becas de alto rendimiento y se preparan a costa del erario mostrando su patriotismo en momentos de las Olimpiadas o la Copa Davis. Todo cambia de sitio. Rafael Nadal, Federer, Messi, Sastre, Contador, Gasol, Ronaldinho, son profesionales sin espí­ritu olí­mpico, salvo el atribuido simbólicamente para cuantificar el medallero de sus respectivas delegaciones nacionales. Los principios abandonan las causas. Ello sucede en todo los órdenes de la vida. Por ejemplo, el camino de Santiago Matamoros. En sus orí­genes buscó contrarrestar la fuerza de El Corán y el peregrinaje a La Meca. Santiago desenfundó su espada, cortó cabezas y degolló infieles. Una reconquista para la Iglesia. Hoy, el camino de Santiago lo realizan agnósticos, ateos, católicos, cristianos, protestantes, judí­os, incluso algunos musulmanes. Se puede iniciar desde cualquier parte del mundo. Es un viaje turí­stico que transita entre hoteles, paisajes, comidas, buenos vinos, sexo, fotos y recuerdos de viaje. La ruta se hace en función de la Xunta de Galicia y el papado anunciándose en los medios de comunicación social como tours en función del número, edad, del tiempo disponible, el paí­s, el acercamiento a la fe, lo que otorga prioridad en alberges y rango compostelano. Eso sí­, hay que llegar, besar el santo y entrar en la Catedral.
En las Olimpiadas de 2008 ocurre algo parecido, todo está decidido de antemano. Los patrocinadores sacan sus cuentas para rentabilizar sus inversiones. Los fabricantes de estampitas están pensando en su agosto. No pueden fallar. Los atletas tienen que cumplir con las expectativas. Incluso deberán producirse descalificaciones por dopaje y alguna que otra anomalí­a. Las luchas por los derechos humanos y la crí­tica a China entran en lo previsto, nada está fuera del guión. Incluso algún deportista podrá ser increpado por declaraciones sobre el Tí­bet. Para las grandes marcas deportivas, los atletas son un portaestandarte de sus últimas creaciones. En definitiva, un pie, una mano, un torso, una cabeza o un muslo. Constituyen un maniquí­ donde exhibir la moda. Incluso algunos irán firmados por alta costura. Jugadores tendrán su propia lí­nea. Gorra, camisa, sudadera, muñequera, calzoncillo, pantalón. Ellos se presentan como un producto. Se venden, ganen o pierdan. En las Olimpiadas se mide el cachíé, del cual obtienen y se reparten beneficios. Para todos aquellos que pululan a su alrededor, cada uno de ellos desea llevarse una parte. Pero el maniquí­, en medio de esta vorágine, se siente un profesional de los pies a la cabeza. Un ser con talento natural, dotado fí­sicamente, cuyo trabajo y constancia lo llevan a transformar su cuerpo en un objeto de deseo del cual sacar provecho. Ha sido su sacrificio la razón del íéxito. Horas y horas de pegarle a la pelota, lanzar la jabalina o saltar vallas. Pero en la actualidad, su actividad, su disciplina, se desnaturaliza. Sólo tiene valor de cambio, un precio, y lo pone el mercado. í‰l debe ser un buen negociante. Su carrera es corta. Se prepara para llegar a las Olimpiadas y ser poseedor de medalla. Las marcas deportivas deben apostar por íél. Si hay suerte y su formación es adecuada, el resultado será optimo. La complicidad con los medios de comunicación asegura la audiencia en los momentos estelares. El corte publicitario preciso justo antes de iniciar la carrera de los 100 metros, tirar el penalti, etcíétera. Si el deporte que practica el maniquí­ elegido es de masas, la pugna por conseguir la exclusiva puede ser de órdago, llamese como se llame. Las Olimpiadas son escaparates de ventas, sus participantes un producto. En esta lógica se diseña una estrategia de mercadotecnia para lograr objetivos. ¿Y el espí­ritu olí­mpico? El mercado lo engulle y lo copa todo. Un agujero negro cuyo centro de gravedad, el dinero, está en todas y ninguna parte.

Las Olimpiadas del amateurismo, creadas para mostrar facultades de los atletas, no perviven en China 2008 ni estarán presentes en Londres ni cualquiera que sea su afincamiento futuro. En los actuales juegos hay tenistas, futbolistas, yudokas, baloncestistas, nadadores profesionales, con cuentas de millones de dólares. Objetos de veneración y culto por las casas comerciales de artí­culos tan variados como prendas de vestir, condones, coches, bancos, empresas turí­sticas. Ellas se disputan sus servicios. Cuando los gobiernos de los paí­ses imperialistas deciden enviar como emisarios a los Juegos Olí­mpicos a profesionales cuyas ganancias superan los dos dí­gitos en millones de euros no hacen sino mostrar su avaricia y dejar patente cuál es su condición en el orden mundial. Y al revíés, cuando otros gobiernos crápulas de paí­ses pobres los emulan y despilfarran cientos de miles de dólares en delegaciones para obtener una medalla de oro por la ví­a de atletas profesionales de dudosa reputación y no invierten en deporte de base es chovinismo lo que aflora. Obtener una mayor cantidad de oro en medallas es sinónimo de codicia. Pan y circo.

Bajo el espí­ritu de negar el carácter económico de las Olimpiadas modernas se esconde la hipocresí­a del Comitíé Olí­mpico Internacional. Su realidad serí­a diferente si se celebraran manteniendo como referente el amateurismo y se pusiese en entredicho la polí­tica neoliberal y la falta de democracia que son la base de la actual organización del olimpismo internacional. Pero pensar de esta forma es proponer otra manera de entender el deporte. Volver a competir sobre la base de mejorar la condición humana y no buscando el egoí­smo individual del íéxito asentado en el dinero.

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« Respuesta #79 en: Agosto 12, 2008, 05:53:42 pm »
Los JJ.OO. de Pekí­n: presentando el Estado Policial 2.0
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Naomi Klein
www.naomiklein.org


Traducido  por í€ngel Ferrero


Hasta el momento, los JJ.OO. se han convertido en una invitación abierta para cargar contra China, la excusa perfecta para que los periodistas vayan detrás de los rojos en todo, desde la censura en Internet a Darfur. Sin embargo, a pesar de todas las historias desagradables que corren, el gobierno chino ha permanecido sorprendentemente impertíérrito. Y ello porque apuesta que nada más empiece la ceremonia de apertura el viernes, instantáneamente os olvidaríéis de todo lo desagradable que hayan hecho, a medida que vuestro cerebro se vaya llenando del gran espectáculo polí­tico-cultural-atlíético que son los Juegos Olí­mpicos de Pekí­n.

Os guste o no, vais a quedar sobrecogidos por el formidable espectáculo chino.

Los juegos han sido anunciados como la “fiesta de presentación” de China al mundo. Pero son algo más significativo que eso. Estos Juegos Olí­mpicos son la fiesta de presentación de un míétodo perturbadoramente eficiente de organizar la sociedad, uno que China ha estado perfeccionando desde hace tres díécadas, y que finalmente está preparado para presentar al mundo. Es un potente hí­brido de las más poderosas herramientas polí­ticas del comunismo autoritario -planificación central, represión despiadada, vigilancia permanente- enfocado a la consecución de los objetivos del capitalismo global. Hay quien lo llama “capitalismo autoritario”, otros, “estalinismo de mercado”. Yo prefiero llamarlo “McComunismo”.

Los Juegos Olí­mpicos de Pekí­n son, por sí­ mismos, la expresión perfecta de este sistema hí­brido. Con proezas extraordinarias, propias de un gobierno autoritario, el estado chino ha estado construyendo deslumbrantes estadios, carreteras y ví­as ferreas, todo ello en un tiempo ríécord. Ha arrasado vecindarios completos, adornado las calles con árboles y flores y, gracias a la campaña “contra el escupir”, limpiado las aceras de saliva. El Partido Comunista Chino incluso ha intentado convertir sus cielos de grises en azules, ordenando a la industria pesada el cese de la producción durante un mes, en una especie de huelga general por orden gubernamental.

Y como mensaje para aquellos que se salgan de la lí­nea del partido durante los juegos -activistas tibetanos, defensores de los derechos humanos, bloggers descontentos-, cientos de ellos han sido arrojados a las cárceles durante los últimos meses. Cualquiera que aún albergue planes protesta será descubierto sin duda por alguna de las 300.000 cámaras de vigilancia de Pekí­n y rápidamente pescado por un policí­a, de los cuales, según se informa, 100.000 están en misión especial por las Olimpiadas.

El objetivo de toda esta planificación central y espionaje no es celebrar la gloria del comunismo, se llame como se llame el partido que gobierna China. El objetivo es crear la última colonia consumista para las tarjetas de críédito VISA, las zapatillas deportivas Adidas, los telíéfonos móviles China Mobile, los happy meals de McDonald's, la cerveza Tsingtao y el servicio de mensajerí­a UPS, por mencionar solamente unos cuantos de los patrocinadores oficiales de los Juegos Olí­mpicos. Pero el mercado más puntero de todos ellos es el de la vigilancia misma. A diferencia de los estados policiales de Europa oriental y de la Unión Soviíética, China ha construido un estado policial 2.0., una entidad enteramente orientada al beneficio que es la última frontera del complejo del capitalismo del desastre (Disaster Capitalism Complex).

Las corporaciones chinas financiadas por los fondos de inversión libre estadounidenses, así­ como algunas de las más poderosas corporaciones norteamericanas -Cisco, General Electric, Honeywell, Google- han estado trabajando codo con codo con el gobierno chino para hacer que este momento fuera posible: conectando en red las cámaras de televisión de circuito cerrado que escudriñan a los ciudadanos desde cada farola, construyendo el “Gran Firewall” (1) que permite la monitorización remota por Internet y diseñando motores de búsqueda auto-censurados.

Se calcula que el año que viene el mercado de la seguridad interna china moverá una cantidad superior a los 33 mil millones de dólares. Muchas de las principales empresas chinas del sector han llevado sus productos a los mercados estadounidenses y los han hecho públicos, con la esperanza de que, en tiempos de inestabilidad, las inversiones en materia de seguridad y defensa sean contempladas como una apuesta segura. La China Information Security Technology [empresa estatal china para la tecnologí­a de seguridad de la información], por ejemplo, aparece en el í­ndice NASDAQ [National Association of Securities Dealers Automated Quotation System – bolsa de valores electrónica y automatizada], y la China Security and Surveillance [empresa estatal china para la seguridad y la vigilancia] en la NYSE [New York Stock Exchange – Bolsa de Nueva York]. Una camarilla de propietarios de fondos de origen estadounidense ha sido la que ha permitido introducir estas operaciones en bolsa en el paí­s, invirtiendo más de 150 millones de dólares en los últimos dos años. Los ríéditos han sido espectaculares: entre octubre del 2006 y octubre del 2007, las acciones de la China Security and Surveillance subieron un 306%.

Una parte considerable del despilfarro del gobierno chino en cámaras y en todo tipo de equipos de vigilancia ha tenido lugar bajo el pretexto de la “seguridad olí­mpica”. ¿Pero cuánto se necesita realmente para mantener la seguridad de un acontecimiento deportivo? El precio ha sido calculado en la pasmosa cifra de 12 mil millones de dólares. Para que nos hagamos una idea: Salt Lake City, que acogió los Juegos Olí­mpicos de Invierno cinco meses antes del 11 de septiembre, gastó 315 millones de dólares para mantener la seguridad de los juegos y Atenas gastó cerca de 1'5 mil millones de dólares en el 2004. Muchos grupos defensores de los derechos humanos han señalado que la escalada securitaria de China ha cruzado las fronteras de Pekí­n y que ahora existen 660 ciudades designadas como “seguras” en todo el paí­s, municipios que han sido seleccionados para recibir cámaras de vigilancia y equipo de espionaje. Y, por supuesto, todo el equipo ha sido comprado en nombre de la seguridad olí­mpica: escáneres del iris ocular, “robots anti-disturbios” y software de reconocimiento facial permanecerán en China mucho despuíés de que los Juegos hayan terminado, preparados para ser empleados contra los obreros y campesinos en huelga.

Lo que los Juegos Olí­mpicos han proporcionado a las compañí­as occidentales es una noticia agradable con la que encubrir sus espeluznantes operaciones. Desde la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989, se ha prohibido a las compañí­as estadounidenses vender equipamiento policial y tecnologí­a a China, pues los legisladores temí­an que fuera empleado de nuevo contra manifestantes pací­ficos. Pero en los dí­as previos a los Juegos Olí­mpicos se ha hecho caso omiso de la ley cuando, en nombre de la seguridad de los atletas y de los VIPs (incluyendo a George W. Bush), no se le ha denegado ningún juguete nuevo al estado chino.

Hay una ironí­a amarga en todo ello. Cuando se le concedieron a Pekí­n los Juegos Olí­mpicos hace siete años, la teorí­a era que el escrutinio internacional al que se someterí­a forzarí­a al gobierno chino a garantizar más derechos y libertades a su pueblo. En cambio, lo que los Juegos Olí­mpicos han hecho es abrir la puerta trasera a la mejora de sus sistemas de control y represión de la población. ¿Se acuerdan de cuando las compañí­as occidentales afirmaban que haciendo negocios con China lo que estaban en realidad haciendo era difundir la libertad y la democracia? Ahora estamos viendo justamente lo contrario: la inversión en equipos de vigilancia y censura está ayudando a Pekí­n a reprimir activamente a una nueva generación de activistas mucho antes de que siquiera tengan la oportunidad de entrar en contacto entre ellos y establecer finalmente un movimiento de masas.

Los números de esta tendencia son escalofriantes. En abril del 2007, los oficiales de 13 provincias se reunieron para realizar un informe y evaluar cómo estaban funcionando sus nuevas medidas de seguridad. En la provincia de Jiangsu, en la cual, según el South China Morning Post, se estaba empleando “la inteligencia artificial para extender y mejorar el sistema de monitorización existente”, el número de protestas y disturbios “descendió un 44% en el último año.” En la provincia de Zhejiang, donde se habí­an instalado nuevos sistemas de vigilancia, descendieron un 30%. En Shaanxi, los “incidentes de masas” -nombre en clave para las protestas- descendieron un 27% en un año. Dong Lei, el diputado de la provincia por el partido, atribuyó los resultados a la enorme inversión en cámaras de seguridad en toda la provincia. “Nuestro objetivo es conseguir una capacidad de monitorización las 24 horas del dí­a, todas las estaciones del año”, dijo a los asistentes.

Los activistas en China se encuentran bajo una intensa presión, incapaces de funcionar incluso a los limitados niveles en que lo hací­an hace un año. Los cafíés-internet están llenos de cámaras de video-vigilancia, y la navegación por Internet está cuidadosamente vigilada. En las oficinadas de un grupo de derechos laborales de Hong Kong, me encontríé con el conocido disidente chino Jun Tao. Habí­a acabado de abandonar la pení­nsula ante el continuo acoso policial. Tras díécadas de luchar por la democracia y los derechos humanos, dijo que las nuevas tecnologí­as de vigilancia hací­an “imposible funcionar como hasta ahora vení­amos haciendo en China.”

Resulta fácil ver los peligros de un estado de vigilancia de alta tecnologí­a en la lejana China, cuando las consecuencias para gente como Jun son tan especialmente graves. Lo que resulta más difí­cil es ver esos mismos peligros cuando estas tecnologí­as se infiltran en la vida diaria a travíés de la red de cámaras de circuito cerrado de televisión en las calles estadounidenses, las tarjetas biomíétricas “para un embarque rápido” en los aeropuertos y los operativos de vigilancia de correos electrónicos y llamadas telefónicas. Para el sector global de la seguridad domíéstica, China es más que un mercado: es un salón de muestras. En Pekí­n, donde el poder del estado es absoluto y las libertades civiles inexistentes, las tecnologí­as de vigilancia fabricadas en los EE.UU. pueden llevarse hasta el lí­mite.

La primera prueba comienza hoy: ¿Puede China, a pesar del enorme malestar que late bajo la superficie, celebrar unos JJ.OO. “armoniosos”? Si la respuesta es definitivamente que sí­, como muchas de las otras cosas hechas en China, entonces es que el Estado Policial 2.0 está listo para su exportación.

NOTAS DEL TRADUCTOR: (1) Juego de palabras entre Great Wall [“Gran Muralla [china]”] y Firewall [“cortafuegos”, programa de seguridad de Internet]

 

Enlace original: http://www.naomiklein.org/articles/2008/08/olympics-unveiling-police-state-2-0
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Re: Pandemonium
« Respuesta #80 en: Agosto 13, 2008, 10:32:31 pm »
La golondrina y mas cosas…
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Escrito por:  bols@spain

Habí­a una vez una golondrina que empezo a emigrar demasiado tarde en invierno, y se estaba congelando mientras volaba.

Al final cayo a tierra, y ella creia estar ya acabada… pero entonces se le acerco una vaca que le soltó una plasta encima.

Bueno, la caca estaba bien calentita, asi que la golondrina se encontro mucho mejor y empezo a pí­ar de satisfaccion. Pero un gato oyo a la golondrina, la sacó de la plasta, la limpió, y se la comió.

Esta historia tiene tres moralejas :

1) No todo el mundo que se te caga encima es tu enemigo.
2) No todo el mundo que te saca de un monton de mierda es tu amigo.
3) Si eres feliz y estas calentito dentro de tu monton de mierda, cállate.

PREDICCIONES ERRONEAS

Las computadoras del futuro podrí­an llegar a pesar poco más de 1 tonelada y media.”
– Popular Mechanics, previendo la implacable marcha de la ciencia, 1949.

“Creo que existe un mercado mundial para tal vez… cinco computadoras.”
– Thomas Watson, presidente de IBM, 1943.

He viajado a lo largo y ancho de este paí­s y he hablado con las personas más preparadas y puedo asegurar que el procesamiento de datos es una moda pasajera que no durará más de un año.”
– El editor encargado de libros mercantiles de la editorial Prentice Hall, 1957.

“Pero… ¿para quíé sirve esto?”
– Ingeniero de la División de Sistemas Avanzados de Computación de IBM, 1968, comentando sobre el microchip.

“No existe ninguna razón para que alguien quiera tener una computadora en casa”.
– Ken Olson, presidente, director y fundador de Digital Equipment Corp., 1977.

Sobre el telíéfono:
“Ese ‘telíéfono’ tiene demasiados defectos como para ser considerado un medio de comunicación serio. El dispositivo no tiene ningún valor inherente para nosotros.”
– Memorando interno de la Western Union, 1876.

Sobre la radio:
“La caja de música sin cables no tiene un valor comercial imaginable. ¿Quiíén iba a pagar por enviar un mensaje a nadie en particular?”
– Un socio de David Sarnoff respondiendo a una petición para invertir en la radio en la díécada de 1920.

“Estoy encantado de que sea Clark Gable y no Gary Cooper el que se estrelle.”
– Gary Cooper, tras su decisión de no aceptar el papel protagonista en “Lo que el viento se llevó”.

Sobre Los Beatles:
“No nos gusta su sonido y a la música de guitarra le quedan cuatro dí­as.”
– Decca Recording Co. rechazando a los Beatles, 1962.

Sobre el avión:
“Las máquinas volantes más pesadas que el aire son imposibles.”
– Lord Kelvin, presidente de la Royal Society, 1895.

“Así­ que nos dirigimos a Atari y le dijimos: ‘Hey, tenemos esta cosa maravillosa que hemos construido con algunos de vuestros componentes, ¿quíé os parece si nos financiáis? O bien os lo entregamos. Nosotros sólo queremos hacerlo. Pagad nuestro sueldo, haremos el trabajo por vosotros’. Y ellos dijeron: ‘No’. Así­ que luego nos fuimos a Hewlett.Packard y allí­ nos dijeron: ‘Hey, no os necesitamos. Ni siquiera habíéis acabado la carrera.”
– Steve Jobs, fundador de Apple Computer Inc. intentando que Atari y HP se interesaran en la computadora personal que íél y Steve Wozniak querí­an diseñar.

“El profesor Goddard no conoce la relación entre acción y reacción y la necesidad de contar con algo mejor que el vací­o contra lo que reaccionar. Parece carecer del conocimiento básico impartido a diario en los institutos.”
– Editorial del New York Times de 1921 sobre el revolucionario trabajo de Robert Goddard con cohetes.

Sobre el petróleo:
“¿Excavar en busca de petróleo? ¿Quieres decir perforar el suelo para intentar descubrir petróleo? ¡Estás loco!”
– Los perforadores que Edwin L. Drake intentó contratar para su proyecto de búsqueda de petróleo en 1859.

“Las acciones han alcanzado lo que parece ser una meseta permanentemente alta.”
– Irving Fisher, profesor de Economí­a en la Universidad de Yale, 1929.

“Los aviones son unos juguetes interesantes, pero no tienen interíés militar.”
– Marechal Ferdinand Foch, profesor de Estrategia en la Ecole Superieure de Guerre.

“Todo lo que puede inventarse ya ha sido inventado.”
– Charles H. Duell, Alto Comisario de la Oficina de Patentes de los Estados Unidos, 1899.

“La teorí­a de los gíérmenes de Louis Pasteur es una ficción ridí­cula.”
– Pierre Pachet, profesor de fisiologí­a en Toulouse, 1872.

“El abdomen, el pecho y el cerebro permanecerán por siempre cerrados a la intrusión de la sabidurí­a de los cirujanos.”
– Sir John Eric Ericksen, cirujano británico, nombrado cirujano mayor de la reina Victoria, 1873.

Sobre la memoria en la computadora:
“640K deberí­an de ser suficientes para cualquiera.”– Bill Gates, 1981.

“100 millones de dólares es demasiado dinero a pagar por Microsoft.”–
IBM, 1982.

Sobre el cine parlante:
“¿Quiíén demonios va a querer oí­r hablar a los actores?”
– H.M. Warner, Warner Brothers, 1927.

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Re: Pandemonium
« Respuesta #81 en: Agosto 16, 2008, 11:12:04 am »
Burbuja y cambio
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Eduardo Montes de Oca



Quiíén lo iba a suponer. Uno respira cuando se entera de que el precio del petróleo “bajó”, temporalmente, hasta digamos alrededor de los 120 dólares por barril. Y no es para menos. Recordemos el triste record de 147 dólares y centavos, alcanzado a finales de julio pasado, cuando ya pocos creí­an en las interesadas aseveraciones de que la tendencia alcista responde fundamentalmente a factores como la insuficiente capacidad de almacenamiento, pongamos por caso. O a que la oferta no satisface la gran demanda.


Es que, como prueban las cifras oreadas en público por el analista Michael Krí¤tke en el medio digital Sin Permiso , el drástico encarecimiento apenas tiene relación con la demanda real, que solo ha subido desde 2004 poco más de 1,2 por ciento al año, mientras que el hidrocarburo se ha disparado al firmamento, con más de 250 por ciento. Y el susodicho encarecimiento tampoco guarda nexo directo con los costos de producción, que no sobrepasan los 30 dólares ni en condiciones tan adversas como la extracción en las arenas betuminosas de Alaska.


Incluso en los Estados Unidos, el paí­s con mayor consumo (cerca de 20,7 millones de barriles diarios, o sea casi el 25 por ciento de lo gastado en el planeta), la demanda se reduce desde hace meses, dada la recesión en curso. En China, que capta el equivalente a un tercio del volumen que EE.UU. se depara a sí­ mismo, las importaciones de petróleo crecen desde 2000 más bien moderadamente: en menos del 0.5 por ciento de la producción mundial cada año. Por otra parte, en muchos sitios se descubren nuevos yacimientos. Arabia Saudita, el primer productor del orbe, ha anunciado el aumento de sus suministros, hasta un tercio de los actuales… ¿Entonces?


Por supuesto, llevan razón quienes incluyen entre los factores de los precios estratosfíéricos el aún desmedido consumo estadounidense y las tensiones surgidas en regiones donde se concentran importantes reservas de oro negro. De acuerdo con expertos citados por el portal AlterNet, la invasión de Iraq triplicó el costo del hidrocarburo, obligando al planeta a erogar seis billones de dólares adicionales para asumir los nuevos precios. Y no podemos excluir de esta lista la consabida caí­da del billete verde –aún la divisa por antonomasia- y las amenazas contra Irán. En fin, el factor geopolí­tico.


Pero, asimismo, resulta consenso que la principal causa de este problema, más que pantagruíélico, es la especulación financiera en los mercados energíéticos. Conocedores como Fadel Gheit, director gerente de Oppenheimer and Company, no desmayan en tronar contra “la feroz especulación financiera con las acciones petroleras que los inversores utilizan como refugio ante la crisis y caí­da de los mercados financieros”. Sí­, “grandes actores del mercado petrolero adquieren crecientes contratos de petróleo a futuro. Esto aumenta el precio de los contratos a futuro”, así­ como el del crudo que se vende en la actualidad.


Y la situación no trasluce signo alguno de que remita. Como Michael Krí¤tke sentencia, el comercio con materias primas y alimentos titularizados en papel tiene una propiedad que lo hace irresistible para los especuladores. Se necesita harto menos capital propio que en los mercados de acciones. Algo que atrae masivamente –miel ante las moscas- a agentes del capital como los más importantes bancos, concurrentes en tropel al comercio especulativo del petróleo. (La famosa “burbuja especulativa”.)


Por ello, he aquí­ la gran paradoja que no todos logran resolver: si, con la demanda de los dos últimos años, ha crecido la extracción –se pronostica que la producción mundial aumentará de tres a cinco millones de barriles por dí­a hacia el año 2010-, ¿por quíé se eleva el precio del combustible y de sus derivados?


Se elevan estos y, a su vez, los conglomerados que lucran con el trasiego incrementan sus reservas, en espera de que siga el alza, con el contrasentido de que, a más oro negro almacenado, mayores precios. Y más especulación con contratos a futuro, como nos advierte el excelente poeta y agudo comentarista polí­tico Juan Gelman, quien se horripila a ojos vista cuando pronostica la continuación del encarecimiento, en razón de la gran demanda de China y de la India. Eso, sin manejar la variable de una guerra contra Irán, que lanzarí­a al hidrocarburo y, consiguientemente, a los alimentos al reino de lo “imposible”: no menos de 400 dólares el barril.


¿Los defensores del mercado a ultranza llegarán a comprender que la energí­a y la alimentación de la humanidad son cosas demasiado significativas para dejarlas en manos de los especuladores? No síé quíé se habrá respondido el colega que se hizo esta pregunta en voz alta. Nosotros nos limitamos a acariciar la esperanza de que, con la crisis, se acerque la posibilidad del cambio revolucionario.


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Re: Pandemonium
« Respuesta #82 en: Agosto 22, 2008, 11:45:16 am »
Uno de los relatos del libro ( Espejos, una historia casi universal de Eduardo Galeano).....todo el libro son relatos de este tipo, amenos, ironicos...intentando explicar asi la historia universal de las distintas culturas de esta tierra nuestra


War Street
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Desde principios del siglo veinte, las campanas mecánicas saludan el principio y el fin de cada jornada en la Bolsa de Nueva York. Esos sones rinden homenaje a la abnegada labor de los especuladores que timbean el planeta, deciden el valor de las cosas y de las naciones, fabrican millonarios y mendigos y son capaces de matar más gente que cualquier guerra, peste o sequí­a.

El 24 de octubre de 1929, las campanas sonaron alborozadas como siempre, pero ese fue el peor dí­a en toda la historia en toda la historia en la catedral de las finanzas. Su caí­da cerró bancos y fábricas, lanzó el desempleo a las nubes y arrojó los salarios al sótano, y el mundo entero pagó la cuenta.

El Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Andrew Mellon, consoló a las victimas. Dijo que la crisis tení­a su lado positivo, porque así­ la gente va a trabajar más duroy va a vivir una vida más moral.


P.D.: En el foro de Foro de Literatura y Poesí­a podeis encontrar otros fragmentos de íéste último libro de Galeano
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Re: Pandemonium
« Respuesta #83 en: Septiembre 08, 2008, 06:25:58 pm »
Si baja el precio del barril de petróleo por quíé no repercute en el importe de la gasolina y el gasoil?
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Cuando sube el gasoil y la gasolina, los polí­ticos al uso lo justifican con el precio del barril del petróleo y acuden a razones de macro economí­a. Pero, cuando baja el barril significativamente, no se nota en las gasolineras. Algo pasa y no es siquiera la muy mentada libre competencia (entre estaciones de servicio), ya que a la hora de la verdad, los grandes se ponen de acuerdo para mantener precios elevados. La economí­a libre de mercado tiene sus reglas, las que ponen sus propietarios.




Los carburantes se resisten a abaratarse a la misma velocidad que lo hace el petróleo. Las cuentas oficiales más recientes son estas: desde finales del pasado mes de julio, la gasolina y el gasóleo han descendido de precio entre un 3,24 y un 6,83 por ciento en España, mientras en el mismo perí­odo el barril de Brent habí­a bajado un 15 por ciento. Anteayer mismo bajó de nuevo el barril, hasta los 104 dólares, pero en España las estadí­sticas indicaban que el precio de los carburantes habí­a cambiado de tendencia y subido ligeramente.


Tal situación ha llevado a las organizaciones de consumidores a exigir al Gobierno español que intervenga en el mercado y a la Comisión Nacional de Competencia (CNC) que investigue al sector. Esas organizaciones insinúan que puede haber pactos de precios u otras prácticas anómalas.


¿Por quíé evolucionan así­ los precios? Los expertos subrayan que el carburante no baja a la misma velocidad que el petróleo de la misma manera que no ha subido igual. Así­, el barril de crudo cotizó este verano en los mercados internacionales a precios superiores en un cien por cien a los de hace un año. En ese mismo perí­odo, la gasolina y el gasóleo se encarecieron entre un 20 y un 36 por ciento.


Facua



Facua-Consumidores en Acción ha presentado un escrito ante la Comisión Nacional de Competencia (CNC) en el que le solicita que abra una investigación sobre la evolución de los precios de los carburantes de automoción, anunció hoy la organización en un comunicado.


   Esta iniciativa deberá servir para aclarar por quíé el precio de la gasolina se ha reducido ligeramente en las últimas semanas a pesar del fuerte abaratamiento del petróleo. En concreto, señala, Competencia debe dilucidar si este fenómeno responde a "decisiones legales en un mercado liberalizado o a una práctica contraria a la Ley de Defensa de la Competencia".


   La organización advierte de que tras la liberalización del sector a finales de la pasada díécada, cuando se eliminó el sistema de precios máximos fijados por el Gobierno, ha sido "muy preocupante" la evolución al alza de los precios de los carburantes.


   El mecanismo actual permite que se produzca una "aplicación, de forma inmediata, de subidas en las estaciones de servicio al producirse incrementos en el crudo", pero no es del todo transparente en la proporcionalidad de las subidas, asegura.


   Junto a esto, Facua expresa sus "dudas" acerca de si el abaratamiento del crudo repercute con la misma inmediatez y proporcionalidad al consumidor final.


   La organización de consumidores recuerda además algunos antecedentes en el sector, como que en 2001 se sancionase a Repsol por fijar ilegalmente los precios de las estaciones de servicio o como que el pasado mes de julio Competencia remitiera a la petrolera anterior, a Cepsa y BP un nuevo expediente en el que les acusa de fijar los precios de los carburantes en las gasolineras.
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Re: Pandemonium
« Respuesta #84 en: Septiembre 09, 2008, 09:53:31 pm »

Cuando gano es para mí­, si pierdo vamos a medias
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El capitalismo liberal estadounidense funciona así­: los beneficios son privados; las píérdidas se pagan a escote. Cuando me va bien, que el Estado no se meta de por medio. Cuando me va mal, que venga el Estado a salvarme. Si una familia no puede pagar la hipoteca, el banco se queda con su casa. Cuando son los bancos los que no pueden pagar su castillo de naipes con las hipotecas, otra vez son las familias las que pagan el pato. ¿No cobraban intereses porque asumí­an riesgos? Pues ya se ve. Una de dos: o ellos ganan o tú pierdes.

Dicen los tíécnicos que no quedaba otro remedio, que la solución adoptada es el mal menor, que sale más barato pagar ahora que apechugar con un descalabro más grande. Las bolsas lo celebran, y no es de extrañar. Una vez más, el Estado cede al chantaje de la mano invisible, esa que sólo se ve cuando te abofetea.


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Re: Pandemonium
« Respuesta #85 en: Septiembre 14, 2008, 09:19:43 pm »
Gran Colisionador de Ladrones
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La historia de la humanidad es la historia de guerras en la que siempre hubo sus ganadores y sus perdedores, pero hubo quien, financiando a las dos partes enfrentadas, siempre ganaba independientemente de a quien se adjudicase la victoria final. Paí­ses asolados que necesitaban de inversión para recuperar su vida, y ahí­ estaban los eternos ganadores, listos para inyectar fondos despuíés de haber vendido las armas para su destrucción y aniquilación de sus propios compatriotas. Era imposible mantener esta dinámica de guerras sangrientas porque el planeta se quedarí­a desierto y toda su riqueza, amasada durante siglos, no valdrí­a para nada. Y entonces se inventó el Big Bang, el Gran Colisionador de Ladrones. A decir verdad, nada hay nuevo bajo el sol, el “nuevo” invento tan solo recurrí­a a las imágenes del pasado, donde las Compañí­as de los Mares del Sur surcaban las olas financieras y Carlo Ponzi investigaba la aceleración de las partí­culas de la avaricia.

Ladrón nº1. El Mercader

Opino que la economí­a son las empresas. Si las empresas van bien, la economí­a va bien. La bolsa tan solo es especulación que no tiene nada que ver con las empresas. De pequeño he trabajado muy duro. Empecíé trabajando para una fábrica de camisas, de botones. No os riais, no es un juego de palabras. Trabajaba de chico de los recados. Ve allá, trae eso, date prisa, no has hecho eso, no has hecho lo otro. Te lo quito de tu sueldo. Poco a poco fui amasando una pequeña fortuna y me compríé una pequeña fábrica de camisas.

- Está bien este salto de trabajar de botones hasta amasar una pequeña fortuna. Curiosamente, a pesar de que hubo muchos ejemplos de esos que pasaron de ser extremadamente pobres a ser un poco ricos, nadie explica cómo y cuándo ocurrió eso. ¿Has matado a alguien?

No. No he matado a nadie. Te voy a ser sincero, solo que… como hací­a recados y andaba de ahí­ allá, un dí­a un tipo me pidió que llevara un paquete. Yo no le preguntíé quíé habí­a en este paquete. Lo llevíé y me pagó mucho dinero. Luego llevíé dos paquetes y me pagó el doble. Luego me pagó mis estudios de contable y me contrataron, para mi sorpresa, de contable en mi empresa. De aquella, la mujer del dueño se habí­a comprado unas fincas y las vendió luego por el triple del valor del que habí­a pagado. Yo lo contabilicíé todo pero luego se descubrió que las fincas no existí­an. El que las compró vino a reclamar y yo tuve que hablar con íél. Le enseñíé los papeles, los planos, los certificados del ayuntamiento. Es decir, le demostríé que nos habí­an estafado a nosotros tambiíén. Y era mentira, las fincas figuraban en el balance como activo de la empresa y al demostrar que no existí­an, yendo a los tribunales junto con el tipo que las habí­a comprado, demostramos que tambiíén fuimos estafados, y al quitarlos de nuestro balance habí­amos quitado activos que sí­ existí­an, y los convertimos en dinero contante y sonante que no figuraba en ninguna contabilidad. La mujer del dueño ganó pasta, la empresa ganó pasta. Y el tí­o estafado sigue yendo por los juzgados. A mí­ me pagaron un modesto porcentaje de comisión lo que me dio para comprarme una fábrica de camisas.

 Empecíé a confeccionar y vender camisas, y parte del beneficio lo dediquíé a fundar una compañí­a de seguros. Al cabo de unos años, la filial que se dedicaba a las camisas la vendí­. Y parte del beneficio de mi compañí­a de seguros la dediquíé a fundar una banca de inversión. Ahora tengo una gran compañí­a de seguros y una gran banca de inversión. Soy rico. En 2006 vendí­ mi banca de inversión en bolsa. Acudieron como moscas a la OPV. Aún conservo un 30% de esta empresa, así­ que sigo siendo presidente, accionista mayoritario y el que toma las decisiones. Y el resto de la chusma que compra y vende mis acciones me paga mi vega sicilia de mesa.

- ¿Y no eres un ladrón vulgar y corriente?

No, tí­o, no. Yo he trabajado duro para llegar a lo que he llegado. Pude haber sido un constructor pero mi consciencia no me lo ha  permitido. Soy honesto. Soy un currante, tí­o.

 
FIN PARTE I...
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Re: Pandemonium
« Respuesta #86 en: Septiembre 22, 2008, 11:06:59 am »


Ya esta todo arreglado!


Ya esta todo arreglado, la FED se rasca el bolsillo compra todos los bonos tóxicos y se acabo el problema en la economí­a!!!



Pero esto arregla que el precio de la vivienda siga bajando, una cosa no tiene que ver con la otra, bueno si que tiene, si la vivienda baja, la deuda mala es cada vez mas mala!


Puede que tengamos un gran rebote de varios meses en los mercados, en muchos stocks ya no es posible ponerse corto, así­ que no caerán por presión de los que quieren que caigan para sacar beneficio sino que irán cayendo por su propio peso.


Claro que sin deuda toxica tampoco van a tener muchos motivos para caer, o si? Desde luego quien tiene motivos para caer es USA con tal cantidad de deuda, ahora ya en el presupuesto para el próximo año no podrán colegios, autopistas y hospitales sino pagar deuda de Fannie, de Morgan Stanley, de Bearns etc...


Desde luego los bancos podrán tener un respiro con estas medidas pero el futuro del crecimiento económico de USA que seriamente comprometido, el coste de la guerra de Irak es de 580K millones de dolares desde su inicio en 2003, aquí­, en unos meses hablamos de un trillón americano o billón europeo de dolares, para pagar rescates o deudas.
Pero en que cambia esto la crisis? Vemos un resurgir del petróleo, y de las materias primas, lo cual volverá a subir la inflación y apretar los bolsillos de los consumidores, la vivienda bajara mas, se pagaran menos hipotecas, eso ya no importa, paga la FED, pero el consumo descenderá, quiebras de otro tipo de empresas, ahora los CDS que aseguran contra la quiebra serán el siguiente problema!


Yo creo que la bajada en el petróleo y las materias primas ha sido una corrección en el ciclo alcista de las commodities y ahora tendremos una corrección en el ciclo bajista de los mercados, como no se podí­a permitir que se hundiesen todos los bancos hay que rescatarlos, los que se hicieron ricos con los CDOs han dejado la deuda al gobierno americano.


Y no son los bancos los culpables de esto, sino la regulación, los bancos son necesarios y los gobiernos tambiíén, así­ como las leyes para que haya un mundo civilizado, con malas leyes la gente se aprovecha, con gobiernos corruptos ocurre lo mismo, y con mala regulación en los bancos otro tanto, se ha dado manga ancha a la banca, para enriquecerse con ciertos inventos financieros que tení­an que reventar!


Por que la inflación no tiene en cuenta la vivienda? Si la inflación sube mucho es malo, pero si sube la vivienda no es malo, al menos no se hace nada para controlarlo, solo que afecta a toda la gente joven que quiere adquirir su primera vivienda y se hipotecan hasta las cejas de por vida! No se deberí­a de controlar eso al igual que la inflación?


A mi parecer los fundamentales siguen igual, bajada de la vivienda subida de las materias primas, y probablemente un respiro temporal en los mercados hasta que vuelvan a la realidad de que esta crisis no es una broma!


Por mi parte gracias tito FED que permites que se sostengan los bancos y yo no me quede sin curro! El viernes en Canary Wharf estaban los traders con botellas de Champagne!


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hercul

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Re: Pandemonium
« Respuesta #87 en: Septiembre 23, 2008, 05:51:53 pm »
Gigantes financieros: irán cayendo uno detrás de otro
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Juan Torres López


“Esta crisis es el fruto de la falta de honradez de las
instituciones financieras y de la incompetencia de los polí­ticos”
(Joseph Stglitz, Premio Nobel de Economí­a)


 

Es muy difí­cil que los ciudadanos normales, los que contamos como mucho con unos cuantos cientos de euros, nos demos cuenta del alcance real que está teniendo la crisis financiera y el desastre gigantesco que se está produciendo en los mercados.

Entre otras cosas, porque se están encargando de ocultarlo y, sobre todo, de disimular sus verdaderas causas.

Hemos perdido ya la cuenta de los grandes bancos, fondos de inversión o aseguradoras que han quebrado y de la cifra de los rescates que están pagando los bancos centrales y gobiernos para tratar de salvar a otros muchos.

Sólo en esta semana son cientos de miles de dólares los que se han volatilizado, los que las autoridades han tenido que poner a disposición de los mercados (quiero decir, de los grandes banqueros y financieros que son, en realidad los que tienen cabeza, sentimientos y, sobre todo, bolsillo y no los mercados, como se nos dice) para inyectar la liquidez que parece haber desaparecido por completo.

Los ciudadanos se preguntan quíé está pasando y quíé es lo que va a pasar, pero los medios de comunicación (la mayorí­a participados de modo determinante por los propios bancos) y los responsables gubernamentales apenas si se limitan a balbucear vaguedades y justificaciones abstractas que nada aclaran.

En realidad, lo que ha pasado es bastante simple.

Nuestro sistema económico se ha ido consolidando como un sistema financiarizado, porque la compra y venta de activos financieros, de papel, se ha convertido en la forma más fácil y rápida de obtener beneficios. Aunque tambiíén la más arriesgada y peligrosa.

Lo que ocurre es que para que eso haya sido posible ha resultado necesario expandir la generación de deuda hasta lí­mites gigantescos.

Hasta hace unos decenios la deuda la generaban los bancos con el fin de crear más dinero con el que podí­an financiar nuevas actividades económicas productivas.

Hay que saber algo muy sencillo. Cuando Pedro le presta a Solbes 100 euros en metálico, la cantidad de dinero existente en la economí­a permanece inalterada. Pero cuando Pedro deposita su billete de 100 euros en el Botine's Bank y luego íéste presta a Solbes 80 euros, resulta que la cantidad de dinero existente en la economí­a aumenta en 80 euros. Es verdad que no varia la cantidad de dinero en metálico (100€), pero sí­ el llamado "dinero bancario" que Botine's Bank acaba de crear (80€).

Es fácil entender el atractivo que tiene este aparentemente mágico negocio bancario: sólo recogiendo en un lado, depositando una parte y prestando a otro se obtiene un sabroso beneficio y, además, se crea dinero que no es un mero papel sino, sobre todo, un instrumento de poder y decisión.

Cuanta más deuda se crea, más beneficio y cuanto más beneficio, más deuda se demanda.

Pero si esto se hací­a tradicionalmente para financiar la actividad económica, lo que ahora sucede es que el dinero bancario se utiliza para realizar operaciones financieras que nada tienen que ver con las productivas que crean riqueza y empleo.

Y la crisis actual se ha producido porque hemos llegado al paroxismo. Por un lado, la deuda creada alrededor del boom inmobiliario de Estados Unidos y en general en los demás paí­ses es ingente, excesiva e insostenible. Por otro, esa deuda está basada cada vez más en papeles de muy poco valor, muy opacos, tremendamente arriesgados, volátiles, y muchos de ellos literalmente sin valor, como las hipotecas de millones de personas que han dejado de pagarlas.

Como la multiplicación de todas esas operaciones en papeles tan arriesgados llevaba consigo un peligro muy grande, y como se trataba de inversiones que se hací­an con cargo a los depósitos o ahorros de particulares y empresas, los bancos trataron de disimular el pantanal de riesgo en el que se estaban metiendo. Y lo hicieron con la complicidad de dos instituciones que se han mostrado como autíénticas corresponsables de la crisis: las agencias de rating que alteraban la calificación real de esos valores para hacer creer que no tení­an problema, y los bancos centrales, que dejaron hacer libremente sin intervenir, o incluso facilitando todo ello, como en el caso de Estados Unidos.

Pero el pastel estaba llamado a ser descubierto y se descubrió cuando uno detrás de otro los bancos no pudieron disimular por más tiempo sus inversiones en subprime, en paquetes de hipotecas sin valor, en fondos inmobiliarios que ya no tení­an mercado, en burbujas que habí­an estallado o estaban a punto de hacerlo...

Comenzaron a quebrar o a hundirse uno detrás de otro y en esas estamos.

La procesión ha comenzado pero que nadie crea ni por asomo que se atisba su final. De hecho, en España ni siquiera ha comenzado, y es seguro que comenzarán a caer tambiíén.

Es seguro que van a seguir cayendo uno detrás de otro mientras que no se corte de raí­z este proceso infernal de derivación financiera, de especulación desmedida, de descontrol de los capitales, de inversiones en burbujas...

Y es seguro que van a seguir cayendo mientras que los bancos centrales sigan haciendo lo que están haciendo: echar leña al fuego inyectando cada vez más dinero que no sirve sino para que las grandes financieras sigan haciendo lo único que saben hacer y que es lo que ha provocado la crisis.

Se ha llegado a una situación tan extrema que ya no cabe más solución que hacer mesa limpia, gobernar al dinero, domeñar a las finanzas, someter a los banqueros al poder de la democracia ciudadana, obligar a que la financiación estíé al servicio de las empresas y los consumidores, prohibir el delito financiero continuado en paraí­sos y evasiones fiscales, imponer la transparencia y obligar a los ricos respeten tambiíén principios elementales de moralidad y equidad. 

Pero los que están en el poder no dicen ni quieren hacer nada. Ni son conscientes de lo que han liado ni tienen la menor idea de por dónde empezar a cortar ni, por supuesto, tienen la valentí­a suficiente para decirle a los banqueros y financieros que han provocado todo esto que hasta aquí­ hemos llegado y que tienen que hacer frente al desaguisado.

Tendremos que decirlo los ciudadanos.
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Re: Pandemonium
« Respuesta #88 en: Septiembre 27, 2008, 03:04:35 pm »
PLAN DE RESCATE DE BUSH


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Re: Pandemonium
« Respuesta #89 en: Octubre 04, 2008, 09:18:21 pm »
Dignos sucesores
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McCain, el candidato con nombre de patata frita, vuelve a la actualidad de la mano de dos de los más tontos habitantes de esa gran nación llamada Amíérica –por todo el mundo es sabido, conocido y reconocido que Canadá, Míéjico, España y todos los demás paí­ses del resto del continente americano nunca tuvieron el derecho a llamarse así­â€“. En primer lugar su candidata a la vicepresidencia, señora Palin, si, la de la cara bonita e hija promiscua y patiabierta, que en su enfrentamiento con el candidato demócrata a ocupar el segundo lugar en el escalafón presidencial, ha soltado algunas perlas dignas del gran Fhí¼rer nazi, Adolfito el bigotón, o propias de su seguramente odiado, Fidel: Victoria o muerte, o retirada ante la bandera blanca de la deserción del enemigo; el caso es que la señora aboga por una rendición incondicional de los opositores iraquí­s, y por la permanencia indefinida de la tropas americanas en el paí­s del í‰ufrates hasta que tal victoria se consiga, mientras su opositor es partidario de la elaboración de un calendario para ir saliendo del enmierdado Irak, de puntillas para no pringarse más de lo que ya están. Pero como el debate solo tocó de soslayo la polí­tica internacional, tema fuerte del candidato demócrata y gran agujero negro –no seáis mal pensado, coño! – de la señora Palin, pues la rubia -¿no es rubia? Alguien me dijo ayer mismo que todas las rubias eran tontas, puede que de ahí­ provenga el desliz–  no salió malparada, y ni siquiera se dignó responder a la recriminatoria del señor Biden sobre el maltrato que la actual polí­tica presidencial republicana está dando al “primer ministro” español… se rumorea que la señora Palin, of de record, se preguntó a si misma: ¿quiíén coño será ese, acaso Benito Juárez?

El segundo frente abierto, afecta tanto al candidato patatero, como al descendiente de los esclavos, el seminegro Obama. En un fragmento de los populares y amarillos Simpson’s –lo de amarillos, puede usted tomarlo con las imbricaciones que se le pasen por el entrecejo– aparece el segundo tonto (¿?) de Amíérica, en el primer martes despuíés del primer lunes de noviembre… ¿o era el primer lunes despuíés del primer martes? ¡Joder que lio! Como decí­a aparece Homer contento y satisfecho con intención de votar, todo lo que sea votable,

 lloren, lo que más les apetezca, pues aunque se huele cierto aroma a partidismo por parte de los muchachos de Groening, lo que trasciende más que nada, es el fíétido hedor de la sombra de la corrupción y el pucherazo tercermundista, eso sí­, con míétodos electrónicos, tras unas más que posibles amañadas elecciones presidenciales. ¿Les suena el recuento de votos de Florida con el hermano Jeff de hace ocho años? Pues eso.

Que como decí­a mi bisabuela de esos polvos vinieron estos lodos y que hay que apretarse bien los machos y prepararse para lo peor,  que mientras los demócratas se pasan la vida tranquilos en su despacho oval, jodiendo con las becarias, lo republicanos, muchos más retraí­dos en el tema de la entrepierna, se la pasan jodiendo al mundo… sí­, son dignos sucesores.
 
 
El Sicario

sicario@elsabado.es
 

 
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