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Autor Tema: Tres de cada cuatro cajas tienen ratios de eficiencia peores de lo recomendado  (Leído 458 veces)

Eguzki

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La píérdida de eficiencia, que mide cuánto gasta una entidad de lo que ingresa, disminuye la capacidad para absorber las provisiones necesarias para cubrir los impagos.


La eficiencia del sector de las cajas ha empeorado durante 2008. Esta ratio, que mide la parte de los ingresos que consumen los costes, y que es mejor cuanto más baja, ha pasado desde el 46,34% de finales de 2007 al 54,46%.

El deterioro, despuíés de una racha de continuas mejoras en los últimos años, llega justo cuando el Banco de España –y todos los expertos– advierten de la importancia de controlar los costes, ante la previsible merma de los ingresos, como consecuencia de una crisis que ya ha supuesto una primera medida drástica: la intervención de Caja Castilla La Mancha (CCM).

Los expertos consultados coinciden en situar por debajo del 50% el nivel de la ratio de eficiencia óptimo para las entidades. “Lo mejor es gastar menos del 50% de lo que se ingresa, pero este año pocas lo han conseguido”, reconoce el director general de una caja que ha superado por poco este techo virtual.

Vicente Lage, socio director de la consultora Cumbria Consulting, rebaja el lí­mite de la eficiencia “ideal” al 45%. Otros, como Jesús Martí­nez, responsable de Standard&Poor’s (S&P) para las instituciones financieras, explica que “es difí­cil hablar de un nivel de alarma, pero, en todo caso, alrededor del 50% sigue siendo un buen dato”. Martí­nez añade que “ser eficiente te permite tener una mayor capacidad de absorción de las perdidas por deterioro de activos, algo que en estos momentos es muy importante”.

Con los datos proporcionados por la Ceca al cierre de 2008, tan sólo 12 cajas lograban mantener esta ratio por debajo del 50%, con Caja Burgos y Caja Segovia liderando el ránking. Otras 16 entidades estaban entre el 50% y el 60% y otras 16 superaban este nivel. Aunque, obviamente, no se puede relacionar directamente la salud financiera de una entidad con su eficiencia, CCM es la tercera caja menos eficiente.

En 2008, las cuentas de las cajas (así­ como las de los bancos) empezaron a notar un cierto deterioro de los ingresos. El crecimiento del margen de intermediación, que mide el negocio más tí­picamente financiero de prestar y captar recursos, se ha ralentizado por el aumento de los costes de financiación, con las entidades luchando para hacerse con los depósitos de los clientes.

Los ingresos por comisiones se han estancado, cuando no han disminuido, por el mal momento de los fondos y los resultados de operaciones financieras tambiíén se han reducido en muchos casos, por la situación de la renta variable. Ante este escenario, muchas cajas no han sido lo suficientemente ágiles como para reducir los costes paralelamente a la ralentización de los ingresos. De hecho, en el año el sector de las cajas ha seguido expandiíéndose: las 45 entidades han incrementado su red de sucursales con 394 nuevas oficinas.

Cerrar oficinas
La mayorí­a de las aperturas, sin embargo, se han llevado a cabo en la primera mitad del año y en el último trimestre la tendencia se ha invertido. Tras prácticamente una díécada de expansión, las cajas cerraron 16 oficinas en los últimos tres meses del año. Está claro que esta tendencia continuará, lo que ayudará a muchas entidades a reducir gastos y mejorar la eficiencia.

El propio Banco de España ya ha lanzado varias advertencias a las entidades sobre la necesidad de que ajusten su capacidad productiva a la nueva situación del mercado. Y está claro que, sobre todo en las cajas, que tienen 24.985 oficinas frente a las 15.580 de los bancos, íésto pasa por cerrar sucursales.

La otra baza para mejorar la eficiencia pasa, al menos en algunos casos, por las fusiones, siempre y cuando estas permitan conseguir economí­as de escala. Si dos entidades que se unen pueden reducir los servicios centrales y el personal dedicado a tareas administrativas, así­ como beneficiarse de avances tecnológicos, sus costes crecerán menos que sus ingresos.

No obstante, como demuestra el ránking de eficiencia de las cajas, en este campo el tamaño no lo es todo, y ser pequeño no tiene por quíé ser una traba a la eficiencia. Caja Burgos, la más eficiente del paí­s, es una caja mediana, la número 24 por activos; y Caja Segovia ocupa la posición 36.

Sea cual sea la fórmula que se elija, está claro que una buena eficiencia será uno de los criterios que discriminarán a las entidades que podrán salir de esta crisis. La entidad que no se deje margen suficiente para provisionar los impagos lo va a tener muy complicado para mantener en positivo sus cuentas.

El peso de los gastos no recurrentes
En la mayorí­a de los casos, los datos del gráfico no se corresponden con los que las cajas presentaron en sus cuentas anuales. Varios factores lo explican. En primer lugar, EXPANSIí“N ha incluido en el cálculo de la eficiencia las amortizaciones, en lí­nea con los estándares que se utilizan en Europa. Más importante aún es que muchas entidades tuvieron gastos extraordinarios, relacionados con la gestión del personal (prejubilaciones), que han excluido del cálculo de la eficiencia por no ser recurrentes.

Además, la cuenta de resultados de las entidades bancarias ha sufrido este año nuevos cambios contables, así­ que algunas partidas que antes afectaban la eficiencia ya no lo hacen. Por ejemplo, antes las plusvalí­as por venta de participaciones podí­an registrarse como resultados de operaciones financieras, engordando así­ el margen ordinario (el denominador de la eficiencia), mientras que ahora no entran en el cómputo