Por... NIRVI SHAH
Lo que creían miles de propietarios de casas en el sur de la Florida y en la nación sobre las paredes de yeso (drywall, en inglíés) fabricadas en China se corroboró el lunes cuando la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) dijo que, en efecto, existe un vínculo entre ese material importado y los problemas de corrosión en las casas que lo tienen.
Sin embargo, la agencia tambiíén dijo que no pensaba que los problemas estaban tan propagados como se había pronosticado en un principio.
La CPSC llegó a esta conclusión tras realizar pruebas en 51 casas en la Florida, Alabama, Louisiana, Mississippi y Virginia, en las cuales se encontró "un fuerte nexo entre el problema con el drywall y los niveles de sulfido de hidrógeno en casas que tienen dicho drywall, y la corrosión en estas casas''.
Desde hace un año, muchos propietarios han venido quejándose ante diversas agencias federales y estatales que sus viviendas huelen a sulfuro o a huevo podrido; el cobre en sus unidades de aire acondicionado y cables elíéctricos en sus casas están corroídos, y que otros metales se han ennegrecido. Tambiíén se ha informado de problemas respiratorios, dolores de cabeza y sangramientos por la nariz.
Pero hasta este fin de semana, ninguna agencia había relacionado de manera oficial los problemas de corrosión con el drywall. La CPSC continúa investigando la relación que hay entre las paredes y las quejas sobre la salud. El informe del lunes dijo que los químicos hallados en las casas examinadas tenían niveles menores de lo que se estimaba, pero la mezcla de estos compuestos con otras sustancias podrían llevar a los síntomas que las familias dicen experimentar.
La agencia advirtió que no todos los drywalls hechos en China son un problema.
"No todos los drywall son iguales'', dijo Jack McCarthy, presidente de Environmental Health & Engineering, que llevó a cabo las pruebas para la CPSC. "No todas las paredes chinas son iguales. Muchas veces depende de quíé material están hechas y no del país que las fabrica''.
Scott Wolfson, portavoz de la CPSC, dijo que la agencia "no limitó el alcance de nuestra investigación sólo a los drywalls chinos''.
Hasta la fecha, la CPSC ha recibido 2,091 quejas de residentes de 32 estados, el Distrito de Columbia, y Puerto Rico que creen que sus síntomas de salud o la corrosión de algunos componentes de metal tienen que ver con el drywall fabricado en China. La mayoría de las quejas --más de 1,400-- son de residentes de la Florida.
La agencia gastó cerca de $3.5 millones en su investigación, que según dijo, es la más grande de su historia. La fase siguiente del trabajo de la agencia es encontrar formas que identifiquen los problemas del drywall, y proponer soluciones para las casas que lo tienen.
Muchos propietarios que viven en las casas con problemas o se han mudado de ellas --y dejaron de hacer los pagos de hipoteca o de alquiler-- todavía esperan recibir la ayuda financiera. Algunas empresas constructoras, entre ellos la firma miamense Lennar, y GL Homes, de Sunrise, ofrecieron reparar las casas afectadas.
Se han presentado demandas en contra de fabricantes extranjeros que podrían demorar años en resolverse.
Sólo una compañía, Knauf Plasterboard Tianjian, estuvo de acuerdo en enfrentar una demanda civil colectiva, y no obligar a los demandantes a hacerlo a travíés de canales legales internacionales.