Las conversaciones sobre la fusión entre la división estadounidense de Santander, Sovereign, y el banco M&T se han vuelto a estancar, según fuentes cercanas a la operación citadas por The Wall Street Journal, que señalan que existe ahora un mayor pesimismo sobre que llegue a completarse el acuerdo.
De hecho, a finales de la semana pasada las negociaciones sobre una posible adquisición de Soverign por M&T estaban "muertas", según las fuentes, que destacan que el principal desacuerdo es sobre quiíén se quedaría con el control de la entidad que surgiera de la fusión.
La entidad presidida por Emilio Botín retomó las conversaciones con M&T, un banco instalado en la costa noroeste de EEUU y que cuenta con 68.000 millones de dólares en activos, a mediados de agosto, despuíés de que en mayo se estancaran por el desacuerdo sobre quiíén controlaría el banco. Santander está interesado en expandierse en Estados Undios desde hace tiempo y en 2006 se hizo en el 25% de Soverign para comprar el resto dos años despuíés.
Hasta hace unos días parecía que todo marchaba bien y que el equipo gestor de M&T podría aceptar que el banco español se quede con la mayoría tras la fusión de ambas entidades, aunque mantendría algunos elementos de control.
Pero el consejero delegado de M&T, Robert Wilmers, quiere garantías de que su equipo se hará cargo del día a día de las operaciones del banco, algo con lo que, según la información publicada este fin de semana por WSJ, Santander no está de acuerdo.
Por otra parte, existen ciertas reticencias por parte de M&T, que ha salido bastante bien parado de la crisis, sobre el efecto que tendrá la fusión con Sovereign en sus cuentas, ya que la divisíón de Santander ha tenido algunos problemas por críéditos dudosos, según las fuentes del diario estadounidense. Así que las conversaciones entre ambas entidades podrían haberse vuelto a enfriar.
De momento, ninguno de los dos bancos se ha pronunciado oficialmente sobre este asunto.