Standard and Poors rebajó ayer la deuda griega a corto y largo plazo a "suspensión de pagos selectiva", despuíés que el Gobierno modificara las reglas que regulan cierta parte de su deuda soberana.
La enmienda helena vincula a todos los tenedores privados de bonos a un canje necesario para completar el rescate de 130.000 millones de euros por parte de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La agencia de calificación de críéditos ha rebajado dos escalones la nota crediticia de la deuda griega a largo plazo, desde CCC hasta CC, lo que sitúa la deuda helena a dos niveles de la suspensión de pagos general.
Además, la agencia advierte de nuevas rebajas al situar la deuda griega en perspectiva negativa.
La deuda a corto plazo quedó en C con perspectiva negativa, o lo que es lo mismo, a un solo paso de la suspensión de pagos, y al borde de la bancarrota.
Standard and Poors considera que la enmienda a las condiciones del rescate, introducidas por Atenas, equivale a una anunciada suspensión de pagos.