Santander no emitía deuda desde el pasado marzo y lo hizo ayer, aprovechando la rebaja de la tensión en el riesgo soberano. Colocó bonos síénior a dos años por 2.000 millones, tras recibir demanda por 3.100, y con un cupón del 4,375%. Es la primera entidad española en cinco meses que acude al mercado, al que ahora solo tienen acceso los grandes bancos europeos.
Banco Santander no ha dudado en aprovechar la ventana que ha abierto la caída de la prima de riesgo española en las últimas semanas y ayer realizó una emisión de deuda síénior por 2.000 millones de euros. Es la primera colocación de deuda de la entidad desde el pasado mes de marzo, cuando colocó 1.000 millones en bonos síénior a cinco años. El mercado aún disfrutaba entonces de los efectos beníéficos de la millonaria liquidez a tres años que inyectó el BCE al sector financiero y que favoreció que hubiera emisiones de deuda por parte de bancos españoles grandes y medianos hasta la primavera, en que la nacionalización de Bankia y la posterior petición del rescate bancario volvieron a tensar la deuda y al conjunto del sector.
Con la emisión de ayer, Santander se convierte en la primera entidad española que regresa al mercado de capitales. La entidad se suma además al pequeño grupo de bancos europeos que ha salido al mercado estos días, junto con Unicredit y BNP Paribas. Ayer logró una demanda por 3.100 millones de euros, si bien prefirió colocar 2.000, a un tipo de interíés de midswap -la referencia habitual en estas emisiones- más un diferencial de 390 puntos básicos, con un cupón del 4,375%. El interíés es ligeramente inferior al de mercado, según explican fuentes próximas a la operación.
"Es una buena operación para Santander, dan el mensaje de que tienen acceso al mercado", señala Fernando García, del área de mercado de capitales de Sociíétíé Gíéníérale. El banco no ha dudado en aprovechar la rebaja de la tensión en la deuda soberana española, aunque se produzca a costa de la expectativa de que España pida un nuevo rescate que venga acompañado, eso sí, de compras de bonos por parte del BCE. La emisión de deuda síénior vence además el temor que pesaba en el mercado sobre las posibles píérdidas que podrían tener que asumir los tenedores de títulos de este tipo emitidos por bancos rescatados. "Hace dos semanas era implanteable una emisión así. Ahora hay mayor confianza y los inversores descartan que el decreto del próximo viernes vaya a afectar a la deuda síénior, aunque sí a la subordinada y a las preferentes", explican en BNP Paribas. Y ese cambio se refleja en la diversidad geográfica de la emisión. Solo el 10% ha sido para inversores de España y Portugal, frente al 32% de inversores británicos, el 20% de franceses y el 13% de alemanes y austriacos. Además, el 68% ha ido a parar a manos de fondos de inversión.
Solo los grandes bancos
Aun así, los expertos se muestran escíépticos sobre la capacidad que puede tener la emisión de Santander para despejar el acceso al mercado de capitales a otras entidades españolas. Durante la tregua del inicio de año, emitieron deuda Santander, BBVA, La Caixa, Sabadell, Bankia, Bankinter y Popular, un grupo que ahora podría restringirse a los dos primeros, aquellos que se descarta por completo del rescate europeo y que tienen una mayor diversificación internacional y mejor rating. No en vano, la banca española ha disparado su dependencia del BCE y en el mes de julio las peticiones de liquidez marcaron un nuevo ríécord, al superar los 400.000 millones de euros. Este avance, del 10% en el mes, está además influido por el endurecimiento gradual de las garantías que exigen las cámaras de contrapartida -como la londinense LCH- para aceptar deuda española como colateral a cambio de liquidez. Según explican en Sabadell, tales exigencias han pasado de una penalización de entre el 10% y el 15% sobre el valor de la deuda española a una media del 30% en junio y julio.
En paralelo, la actual tregua de la que disfruta la deuda soberana española está sujeta a una agenda que en los próximos días bien puede alterar el rumbo de los mercados. La gran cita será el 6 de septiembre, cuando el BCE se vuelve a reunir. De ese encuentro se esperan los detalles sobre cómo sería su intervención una vez un país del euro en apuros solicite el rescate, tal y como se le sugiere a España. La posición del Bundesbank sobre las compras de deuda, que insiste en rechazar, y las dudas sobre si esas adquisiciones serían ilimitadas son las principales dudas.
Sociíétíé Gíéníérale paga menos por financiarse
Santander se hizo ayer un hueco entre los grandes bancos europeos que mantiene su acceso, aunque sea con cuentagotas, al mercado de capitales. Su emisión marca diferencias con el resto de entidades españolas, si bien en la perspectiva europea se hace notar la penalización que supone para el banco su negocio en España, a pesar de la diversificación internacional del grupo. La emisión de Santander coincidió con la que ayer tambiíén realizó Sociíétíé Gíéníérale, de deuda síénior con vencimiento en febrero de 2018. El banco galo colocó 1.000 millones de euros con un diferencial de midswap más 125 puntos básicos, frente a los 390 puntos que tuvo que pagar Santander a dos años y pese a la sobredemanda de la emisión. Así, y en tíérminos relativos teniendo en cuenta la diferencia de plazos e importes, Santander tuvo que pagar algo más.
La última emisión que había realizado Santander fue en marzo y a un plazo de cinco años, frente a los dos de la emisión de ayer. El banco galo, en cambio, consigue financiación en el mercado a un plazo superior, de cinco años y medio. La diferencia es que Santander emite en España, y su evolución está encadenada inexorablemente al futuro de la economía del país.
La semana pasada tambiíén emitió el francíés BNP Paribas. Se trataba de deuda síénior, con un periodo de maduración de siete años, y captó 1.000 millones de euros pagando un cupón del 2,5% (diferencial de 106 puntos básicos).
Desde el comienzo de la crisis de la deuda soberana europea, los mercados han ido discriminando cada vez con mayor intensidad el país de origen de los bancos emisores, penalizando más a los provenientes de países que han solicitado un rescate, como Grecia, Irlanda, Portugal o, de forma parcial, España. Tambiíén la banca italiana ha visto restringido su acceso a la financiación por los problemas que atraviesa la economía transalpina.
Unicredit, el primer banco italiano, ha logrado salvar la restricción y emitió la semana pasada 750 millones de euros en cíédulas hipotecarias, con vencimiento en 2018 y un diferencial del 290 puntos.
Las cifras
5 meses es el tiempo que llevaba sin emitir ninguna entidad española en el mercado de capitales.
390 es el diferencial sobre 'midswap' de la emisión de Santander, que se rebajó desde los 395 del inicio de la colocación.
3.100 millones de euros es la demanda que ha registrado la emisión de bonos del banco, repartida entre 300 peticiones de inversores internacionales, el 32% de Reino Unido y el 20% de Francia.