Telefónica está a punto de poner en marcha la Oferta Pública de Venta (OPV) de O2 Germany, su filial alemana, por la que espera ingresar entre 1.500 y 2.000 millones. Sin embargo, la multinacional española ha decidido no contar para esa operación con Deutsche Bank, el mayor banco alemán, al que ha dejado fuera del grupo de brokers colocadores por un presunto castigo.
Según ha confirmado la propia Telefónica, Deutsche Bank no va a participar en la salida a bolsa de O2 Germany, una decisión que ha extrañado a la comunidad financiera internacional. “Es como si Vodafone quiere hacer una oferta de acciones de su filial en España y excluye a Santander y a BBVA. O a los dosâ€, indican fuentes del sector . La compañía presidida por Cíésar Alierta resta importancia a esa medida y añade que otros bancos internacionales como Morgan Stanley tampoco participan.
No obstante, entre Morgan Stanley y Deutsche Bank hay una diferencia sustancial. El primero es americano y el segundo tiene su sede en Alemania, país donde Telefónica va a buscar inversores para vender hasta el 20% del capital de su subsidiaria germana. Más aún, es el mayor banco de la primera economía de Europa y con la mayor red de clientes institucionales del país.
Pero estas credenciales no han sido óbice para que Telefónica le deje fuera de una OPV que dirigen UBS y JP Morgan y en la que van a participar entidades como Bank of America Merrill Lynch, BNP Paribas, HSBC y Citigroup. Tambiíén está en un tercer nivel BBVA. Fuentes del sector explican la ausencia de Deutsche Bank porque el banco alemán se negó a echar una mano a la multinacional española cuando meses atrás le pidió financiación para una operación corporativa que, finalmente, no se produjo, precisamente por no conseguir un príéstamo bancario a un tipo de interíés razonable.
No es la primera vez que Telefónica excluye a Deutsche Bank de una transacción financiera en las últimas semanas. El pasado 5 de octubre emitió 1.200 millones en bonos a siete años en el euromercado, operación para la que contó con el apoyo de BNP Paribas, Sociíétíé Gíéníérale, Citi, MUSI y los alemanes BayermLB y Commerzbank.
Lo mismo ocurrió en septiembre, cuando Cíésar Alierta aprovechó la relajación de la prima de riesgo española para vender deuda privada a cinco años por 750 millones, colocación que despuíés se amplió en 250 millones más por la buena acogida entre los inversores institucionales. Esa emisión fue dirigida por Bank of America Merrill Lynch, Banca IMI, Barclays, BBVA y Mediobanca.
En febrero, Telefónica hizo dos operaciones de financiación, una en libras esterlinas por 700 millones, y otra en euros por 1.500 millones. La primera fue coordinada por HSBC, Lloyds –dos bancos británicos- y UBS; mientras que la segunda tuvo como bookrunners a Citibank, The Royal Bank of Scotland, Mizuho, Santander, La Caixa, Banesto y Unicredit. En ninguna de todas estas operaciones aparece Deutsche Bank.
China por Europa
Debido a la píérdida de solvencia del Reino de España, traducida en un aumento considerable de la prima de riesgo, y el deterioro del rating de Telefónica por su elevada deuda, Telefónica tuvo problemas para encontrar un críédito de 4.000 millones con el que haber comprado la división de móviles de KPN en Alemania a mediados de junio. A raíz de aquel desencuentro con la banca, la compañía anunció poco despuíés la suspensión del dividendo para preservar la caja y reducir su apalancamiento de 57.000 millones.
No obstante, Telefónica ha abierto una beta en el mercado asiático para compensar las dificultades con las que chocó en la banca europea. Gracias a ello consiguió una línea de financiación de 1.200 millones de euros, 930 millones de euros, de dos bancos chinos, el China Development Bank (CDB) y el Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), para comprar bienes de equipo.