“La larga depresión de la década de 1930, se debió totalmente al mal manejo que el gobierno hizo de la moneda, tanto antes como después de la crisis del 1929”                Friedrich A. von Hayek

En un sistema monetario basado en el patrón oro los billetes son simplemente una deuda para pagar oro “a la vista” y “al portador”. Por lo tanto, hablar de una nueva “paridad”, como se hizo en Génova, es equivalente a hablar de cuanto es el monto de la deuda que los emisores están dispuestos a pagar, no es más que una devaluación encubierta de la nobleza de un nombre o principio. Volver a la paridad anterior a la guerra era asumir la totalidad de la deuda, llevar a cabo una devaluación era repudiar parte de la deuda, ya que los tenedores de libras recibirían menos oro que se les debía, lo mejor era establecer un patrón cambio oro, donde se depreciaba y se “volvía” al oro al mismo tiempo. De esta forma, la depreciación se confundía con los nuevos cambios y la reincorporación parcial del metal precioso. Por otro lado, en las resoluciones dictadas en Génova se habla de los billetes como si éstos fuesen moneda y del oro como si se tratase  de un bien al cual hay que fijarle el precio, cuando en realidad la moneda y unidad de cuenta era el oro siendo los billetes simples recibos. Los expertos de Génova cayeron en el error de creer que los billetes, y no el oro, eran la moneda de cuenta, dando otra vuelta de tuerca a la ya complicada situación.

En el fondo, se permitía a los distintos gobiernos aplicar políticas con el fin de intentar mantener estable el poder adquisitivo del dinero, buscando evitar grandes fluctuaciones en el precio del oro. También se permitía regular las tasas de interés mediante “operaciones de mercado abierto”, ya que los bancos centrales podían emitir billetes no sólo contra el oro, sino también contra títulos públicos y privados.

La Libra Esterlina había dejado de ser la principal moneda en el comercio internacional, su paridad había pasado de 4,87 dólares por libra en la preguerra a 3,38 después de la misma. Tuvo un pico máximo en 1923 de 4,69 para luego comenzar a caer nuevamente. Sin embargo, Inglaterra deseaba volver a la misma paridad de la que gozaba antes de la guerra, pero para ello necesitaba aumentar el valor de su moneda en aproximadamente un 13%.

Estados Unidos había prácticamente cerrado sus puertas, limitando las importaciones de Europa y haciendo peligrar sus propias exportaciones. Ante esta situación, una devaluación del dólar frente a la libra mataría dos pájaros de un tiro. Por un  lado ayudaría a Inglaterra a volver a la paridad de preguerra y por el otro, alentaría las exportaciones de Estados Unidos. Los americanos, aplicaron una política expansiva buscando reducir la tasa de interés, buscando una salida de dólares hacia Europa para hacer bajar su precio y ayudar a los ingleses con la paridad de la libra.

La política de dinero fácil aplicada por la Reserva Federal llevó a un auge en la bolsa de Wall Street mayor a la que se debería reflejar por el crecimiento de la economía.

Indice de precios de acciones

1920 ….     79,80      1921 ….    68,60        1922….    84,10        1923 ….   85,60       1924 ….   90,70

1925 ….     111,50     1926 ….    125,90      1927 …    153,40      1928 ….    199,50    1929 ….    260.20

Continuará…

Cachanosky, Nicolás: (2007) Teoría Austríaca  y el problema del ciclo economico.