La reciente venta de La Torre Picasso por parte de FCC a Amancio Ortega (Inditex) es de esas transacciones inmobiliarias, que sirven para desmontar ya definitivamente dos de los grandes mitos que en España se habían construido entorno a la inversión inmobiliaria. El primero de ellos, ya hace tiempo finiquitado, era el de que el precio del ladrillo en España nunca podía caer, no se de donde salió, pero se impregnó con fuerza en las mentes populares a principios del 2000, la misma fuerza con la que quedó patente que era sólo eso un mito.
El segundo una vez empezó a tambalearse el primer mito, fue que aunque se empezó a reconocer que efectivamente el precio del ladrillo podía caer, al menos los ladrillos colocados en zonas premium de las grandes ciudades podrían capear el temporal.
Pues bien, como indicaba al principio del post, hace pocos días FCC conseguía vender La Torre Picasso a Amancio Ortega, por 400 millones de euros. Para situar el precio de venta y tomar una referencia, creo que es bueno indicar que en verano de 2007, cuando FCC compró el 20% de La Torre Picasso al Corte Inglés por 170 millones de euros, quedándose así FCC con la totalidad del edificio, se tasó La Torres Picasso en 850 millones de euros. Es decir tenemos una reducción de más del 50% en el precio de un edificio emblemático de oficinas, situado en una zona premium de Madrid.
Y es que la Torre Picasso no es un edificio de oficinas cualquiera, ubicado junto al Paseo de la Castellana en el corazón financiero de la capital española, 47 plantas y 157 metros de altura, 121.000 m2 de oficinas, y que cuenta como inquilinos con firmas de prestigio que en total dejaban una renta por alquileres de unos 26 millones de euros al año. Lo que dejará a Amancio Ortega una rentabilidad bruta anual sobre la inversión de un 6,5%.
Así que si alguien aún no lo tenía claro, la venta de la Torre Picasso puede ser una buena referencia. Descuento superior al 50% respecto a precios del pico de la burbuja, para poder vender un activo de primera clase. En donde el potencial inversor, desaparecido los potenciales inversores internacionales, exige rentabilidades brutas del 6,5%.
Así que si eres un inversor o un banco que se ha quedado con un edificio de oficinas, no ya en el centro, sino en el extrarradio de alguna gran ciudad, si queréis vender igual podéis ir pensando en poner una oferta, porque el descuento a aplicar deberá ser de los grandes.