Podría sonar descabellado, ante la interminable serie de malas noticias sobre Wall Street, pero posiblemente sea ahora el mejor momento en años para fundar un banco.
Los grandes bancos están despidiendo miles de trabajadores y reduciendo sus negocios, lo que crea reales oportunidades para contratar talentos y enfocarse en áreas específicas.
Los salarios se están derrumbando, los edificios de oficinas están volviéndose mucho más baratos y los grandes actores tienen muchas otras cosas más en mente que atender a sus clientes, porque deben lidiar con su deuda tóxica, la moral en caída de su personal y las presiones de los reguladores.
“El talento de esta industria va a estar buscando las mejores oportunidades”, dijo Don Marron, presidente ejecutivo de la firma de capitales privados Lightyear Capital, que provee financiamiento para el sector de servicios financieros.
“Empezar de cero bien puede ser la mejor manera de hacerlo”, añadió.
Obtener capital para un banco de inversión a gran escala con ventas y operaciones de intermediación posiblemente sea difícil.
Pero las firmas que se enfocan en asesoramiento de fusiones requieren poco capital.
Los bancos boutiques, incluidos Lazard Ltd y Evercore Partners Inc , se concentran en asesoramiento de clientes corporativos y han sobrevivido la crisis del crédito de mejor manera que sus rivales más grandes.
OBSTACULOS
Por supuesto, con las turbulencias que sacuden a todo el sistema financiero habrá más riesgos. Y no todos los nuevos emprendimientos tendrán éxito.
“Es una buena idea sobre el papel y podría funcionar, pero no va a funcionar tan rápido como la gente piensa y podría fracasar definitivamente”, dijo Lee Delaporte, director de investigaciones de Dreman Value Management, que administra cerca de 15.000 millones de dólares.
Entre los grandes obstáculos se destacan los posibles problemas para conseguir capital y convencer a los inversionistas y empresas que trabajen con ellos.
Y las regulaciones para los bancos posiblemente cambien y podrían volverse más onerosas.
Pero los crecientes costos de rescatar a grandes bancos como Citigroup Inc -que ha recibido 45.000 millones de dólares en fondos del Gobierno estadounidense- hacen lucir a los actores más pequeños, que no necesitaron fondos de rescate, un atractivo para los reguladores, así como para los clientes.
“Demasiado grande para fracasar es un problema enorme”, dijo el martes presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en un testimonio ante el Comité de Servicio Financiero de la Cámara de Representantes.
E incluso, con los obstáculos de comenzar un nuevo negocio, muchos banqueros podrían tomar el riesgo ante la ausencia de una opción mejor.