Funcionarios de la Comisión Europea han realizado este martes inspecciones por sorpresa en las sedes de varias petroleras ante las sospechas de que hayan alcanzado acuerdos ilegales para manipular índices de precios de gasolinas y biocarburantes, lo que podría perjudicar a los consumidores.
"La Comisión teme que estas empresas hayan alcanzado un pacto ilícito para trasladar precios distorsionados a la Agencia de Información sobre Precios con el fin de manipular los precios publicados para varios carburantes y biocarburantes", según ha informado en un comunicado. Las compañías han intentado además excluir a otros rivales de este proceso para "distorsionar los precios publicados".
Fuertes multas
De confirmarse estos indicios, el Ejecutivo comunitario podría imponer a las compañías fuertes multas. Siguiendo su práctica habitual, Bruselas ha eludido identificar a las petroleras implicadas y a los países en los que están basados.
"Los precios analizados publicados por la Agencia de Información de Precios sirven como referencia para el comercio en el mercado físico y de derivados financieros para una serie de productos de consumo en Europa y a nivel internacional", ha denunciado el Ejecutivo comunitario.
"Incluso pequeñas distorsiones en los precios pueden tener un enorme impacto en los precios de compraventa del petróleo crudo, productos refinados del petróleo y biocarburantes, perjudicando a los consumidores finales", ha señalado la Comisión.
Las inspecciones por sorpresa son un paso preliminar en las investigaciones de prácticas contrarias a la competencia, pero no prejuzgan su resultado final. No hay plazos legales para completar estas investigaciones. Su duración depende de una serie de factores como la complejidad de cada caso, el grado de cooperación de las empresas y el ejercicio del derecho de defensa.