La caída de la financiación que conceden las excajas que han recibido ayudas públicas se sitúa entre el 34% y el 26%. De todas las entidades de la CECA, sólo Caixa Pollení§a no reduce el críédito.
La economía española está inmersa en un fuerte proceso de desapalancamiento del sector privado, así que el saldo del críédito bancario sigue cayendo. Sin embargo, la salud financiera de las entidades tambiíén influye en este proceso, como confirman los datos de los balances de las excajas de ahorros enviados ayer por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). La caída del críédito en estas entidades prácticamente dobla lo que ocurre en los bancos de la AEB: el 19,7% de las primeras, frente al 11% de los segundos. Pero, además, dentro de los bancos de las excajas, los que más acusan la caída son los nacionalizados o los que han recibido ayudas públicas. El ránking lo lidera NCG Banco, la entidad gallega cuya subasta debería completarse este mismo mes. Su saldo crediticio se redujo el 34% entre agosto de 2012 y el mismo mes de 2013, hasta situarse en 27.953 millones. Le pisa los talones CatalunyaBanc, el banco catalán que el Estado ya intentó subastar la pasada primavera sin íéxito, y que debería volver a buscar comprador antes de finales de año. Su caída es del 33,3%, hasta 35.625 millones. Despuíés se sitúan otras dos entidades con ayudas públicas y a punto de ser integrados en otros grupos: Banco Grupo Caja3 y Banco Ceiss, que serán absorbidos por Ibercaja y Unicaja, respectivamente. Y, en el quinto lugar, está Bankia, cuyo saldo de críédito (incluyendo el residual que está en su matriz Banco Financiero y de Ahorros –BFA-) ha encogido hasta los 126.106 millones, el 26% menos que hace un año. A este respecto, hay que recordar que los bancos con ayudas han traspasado críéditos malos del ladrillo a la Sareb, así que estas cantidades han desaparecido de sus balances, agigantando la caída del críédito. Además, todas las entidades que hayan recibido dinero de la ayuda financiera de Europa a España están obligadas a cumplir los planes de reestructuración que se han pactado con Bruselas, y que les obligan a acelerar el ríégimen del balance. Las excajas que, en cambio, no han recibido ayudas y que compiten con las mismas armas con los bancos, muestran una caída del críédito más contenida, y en línea con los datos del sistema. Es el caso de CaixaBank, cuyo saldo crediticio se ha situado en 219.397 millones, tras caer un 8,1% en el año. Aún más reducida es la contracción sufrida por Unicaja Banco, con el 6,2%. Es curioso que la única entidad de la CECA que consigue mantener el críédito sea la pequeña Caixa Pollení§a. La entidad balear es la única que, junto con la valenciana Caixa Ontinyent, ha podido mantener el estatus de caja de ahorros, sin necesidad de traspasar su actividad financiera a un banco. Los depósitos El hecho de que las excajas hayan sido las principales responsables de los problemas vividos por el sistema financiero español está provocando que estas entidades pierdan clientes a favor de los bancos. En el último año, de hecho, mientras los depósitos de las excajas han seguido reduciíéndose, aunque de forma moderada, los de los bancos han subido. Comparando los datos de la CECA con los de la AEB, se ve que, entre agosto de 2012 y el mismo mes de 2013, mientras las excajas han reducido el 0,5% la base de depósitos, los bancos la han subido casi el 12%. Sin embargo, en este caso, la caída no es generalizada entre las entidades: las fuertes suben, y las que han recibido ayuda y que no consiguen quitarse el estigma en la percepción del público bajan. CaixaBank y Unicaja Banco, por ejemplo, incrementan su saldo de depósitos cerca del 8%. CatalunyaBanc parece superarlas, ya que los datos de la CECA le atribuyen un incremento de los depósitos de casi el 17%. Sin embargo, según explican fuentes de la misma caja, la variación se explica “por las oscilaciones mensuales que sufren determinadas partidasâ€, que no son depósitos minoristas, sino, por ejemplo, repos. Si se excluyen estos factores, CatalunyaBanc mantiene su saldo de depósitos desde hace más de un año, alrededor de los 40.000 millones de euros. La entidad catalana asegura que esta estabilidad, pese a su delicada situación y las incertidumbres con respecto a su venta, se debe principalmente a dos factores: la fortaleza de la marca entre los clientes de todas la vida (los que se querían ir lo hicieron en su momento, pero los que se quedaron ya no temen nada, ya que su principal accionista es el Estado); y la constante puesta en marcha de nuevas iniciativas y lanzamiento de productos para fidelizar al cliente. En el caso de Bankia, el descenso de los depósitos es tambiíén contenido: el 4,4%, hasta los 118.153 millones. La entidad que preside Josíé Ignacio Goirigolzarri está perdiendo clientes por los numerosos cierres de oficinas, obligados por Bruselas. No obstante, ya consiguió dejar atrás los miedos a las fugas de depósitos que sufrió en los meses próximos a su nacionalización.