El banco británico quiere vender inicialmente el 25% de su segunda marca, que tiene 631 sucursales en Reino Unido y es dirigida por un ex ejecutivo de Santander UK.
Para atraer inversores, Lloyds plantea una estructura financiera muy conservadora para TSB, cuya separación es exigida por la Comisión Europea. El grupo, que fracasó en su intento de vender esa filial a Co-op Bank, ha tenido que escindir esas oficinas en una nueva sociedad para efectuar la venta. La valoración de TSB puede situarse entre mil y mil quinientos millones de libras, estiman los analistas.
TSB nace con un ratio de capital del 21,6%, "el mayor de los bancos británicos", según dice Lloyds en el anuncio de la operación enviado a la Bolsa de Londres. Además, la filial cuenta con depósitos por 23.300 millones de libras (28.000 millones de euros), que permiten financiar sin recurrir a deuda externa sus activos, en su mayor parte hipotecas.
Para limitar todavía más los riesgos de TSB, el grupo Lloyds asume el posible coste de litigios regulatorios que afecten a conductas irregulares del pasado. Tras la venta del 25%, Lloyds se compromete a no traspasar acciones durante tres meses. Luego irá vendiendo el resto de su participación para salir por completo antes de diciembre de 2015.
Citi y JP Morgan son los principales coordinadores de la colocación, prevista para el próximo mes. Los inversores minoristas recibirán una acción gratis por cada veinte que adquieran.
El consejero delegado de TSB es Paul Pester, que trabajó en Santander UK hasta 2010. En esa fecha, pasó a Lloyds juntó a Antonio Horta-Osorio, que hasta entonces era consejero delegado de la filial británica del banco español.
