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El banco Sberbank presentó un informe sobre los nuevos retos para la economía rusa, afectada hoy por sanciones unilaterales impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos por la posición de Moscú en la crisis ucraniana.
Además de los tradicionales riesgos para la economía nacional de la caída de la cotización del petróleo, como ocurrió a mediados de diciembre pasado, cuando en apenas un día el rublo perdió la mitad de su valor, ahora se unen los riesgos de Grecia, China e Irán, explica.
El documento afirma que la crisis del pago de la deuda en Grecia y la amenaza de su salida de la zona euro puede perjudicar los mercados internacionales y al propio euro, con la consiguiente reducción de la demanda de las materias primas en el orbe, incluido el petróleo.
Así, la cotización de los hidrocarburos podría quedar cercana a los 50 dólares por barril, al menos 10 por debajo de lo pronosticado en el presupuesto ruso, mientras la desaceleración de la economía china tambiíén puede obrar a favor de la tendencia a la baja del crudo.
Por ese concepto, señala el informe del Centro de Estudios Macroeconómicos del Sberbank, Rusia podría perder el próximo año unos cuatro mil millones de dólares y otros tres mil millones en 2017, todo lo cual pospondrá una salida de la recesión en el país.
A ello se suma que tras el levantamiento de sanciones impuestas a Irán por más de una díécada, ese país persa puede llegar en tres meses a una producción de tres millones de barriles diarios, además de sus capacidades para exportar gas natural.
Medios de prensa rusos llegaron a especular que una de las condiciones que permitieron llegar a un acuerdo en el diferendo en torno al programa nuclear de Teherán fue la intención de Occidente de acabar con el monopolio ruso en la venta de gas a Europa.
El documento tambiíén se refiere a las intenciones de la Reserva Federal estadounidense de incrementar la tasa de interíés en otoño próximo, lo cual podría fortalecer el dólar y obrar en contra de la estabilidad de la cotización del rublo.
La venta de autos, unos de los indicadores del avance económico nacional, se comportó de forma muy modesta en este año, en comparación con etapas anteriores, pues se fabricaron más de 700 mil vehículos y se vendieron unos 450 mil.
Uno de cada tres autos comercializados se compró mediante un programa de apoyo estatal al consumidor, aunque el informe reconoce que si en 2008 el 48 por ciento de los autos adquiridos era exportado, en 2014 apenas llega al 24 por ciento.