Si a mediados de febrero el precio del barril de crudo no ha superado con holgura los 50 dólares, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidirá en marzo cerrar más el grifo para forzar el alza del crudo. Lo advirtió ayer en Davos Abdalla Salem El Badri quien, como secretario general de la OPEP, es uno de los participantes en el Foro Económico Mundial. Incluso el listón de los 50 dólares parece escaso a ojos de los países socios de la OPEP.
El Badri explicó que el desplome actual de los precios -debido a la caída de la actividad económica y de la demanda, como resultado de la recesión actual- no permite invertir ni siquiera para mantener la capacidad de producción existente. Y subrayó el riesgo de que, cuando la economía se recupere de la recesión y la demanda energíética vuelva a crecer, la oferta sea incapaz de responder a la demanda. El resultado sería que los precios se volverían a disparar.
Opinión compartida
Las palabras del representante de la OPEP fueron corroboradas por Tony Hayward, consejero delegado de BP (BP.LOBP
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La OPEP seguirá cerrando el grifo hasta que el petróleo valga entre 60 y 80 dólares
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resumen noticias perfil gráficos histórico ). Hayward detalló que los países de la OPEP necesitan que el precio del crudo se sitúe en una horquilla de entre 60 y 80 dólares por barril.
En la misma línea se había pronunciado el miíércoles Vladimir Putin, presidente de Rusia. Putin vaticinó que "la economía global podría enfrentarse a una nueva carestía de recursos energíéticos y la amenaza de ver desbaratado el crecimiento futuro en su esfuerzo por superar la crisis". Rusia es, igual que los países de la OPEP, un país cuya economía es muy dependiente de la exportación de gas y petróleo. Es por tanto, una de las víctimas del derrumbamiento de los precios del petróleo que hace unas semanas coqueteaban con los 30 dólares por barril, y que en los últimos días se mantienen por encima de los 40 dólares, pero no terminan de acercarse a los 50.
Igual que a mediados de julio del año pasado, Moscú era uno de los grandes beneficiados de que el barril de crudo rozara los 150 dólares. "Todos somos conscientes de que fluctuaciones bruscas e imprevisibles en los precios de la energía son un factor desestabilizador colosal en la economía global. El desplome actual de los precios conducirá a un incremento en el consumo de los recursos; una reducción en las las inversiones en ahorro energíético y fuentes alternativas de energía se reducirán; y se invertirá menos dinero en producir petróleo, lo que provocará un descenso inevitable de la oferta", desgranó Putin.
Volver a un precio equilibrado
"Lo que, como análisis final, provocará una nueva escalada de alza incontrolada de precios y una nueva crisis", afirmó antes de concluir: "Es necesario volver a un precio equilibrado basado en el equilibrio entre oferta y demanda, retirar del precio el elemento especulativo generado por mucho instrumentos financieros derivados".
Ilahm Aliyev, presidente de Azerbaiyán, aseguró que los recortes de producción decididos a lo largo del otoño e invierno del año pasado por los países exportadores "serán suficientes para estabilizar los precios". Y añadió que se trata de medidas cuya aplicación aún no se ha ejecutado por completo, de manera que aún hay que esperar unas semanas antes de evaluar su efecto. Sólo entonces la OPEP decidirá si recorta de nuevo o no su producción.
La próxima reunión ministerial del cártel de países productores de crudo está prevista en su sede de Viena el próximo 15 de marzo.
Nuclear y biocarburantes
En Davos nadie cree que los precios del crudo se vayan a mantener en su bajo nivel actual. Según una encuesta entre más de un millar de consejeros delegados y presidentes de multinacionales realizada por PricewaterhouseCoopers (PwC), desvelada la víspera del inicio de la presente edición del Foro Económico Mundial, la mayor pesadilla que sufren es los grandes jefes globales es, por este orden, la desaceleración de las principales economías mundiales, el colapso de los mercados financieros, el exceso de reglamentación y los elevados costes del consumo energíético.
Ante la perspectiva de que el petróleo vuelva a dispararse, los defensores de las fuentes alternativas de energía reclamaron ayer en Davos inversiones para su sector. Pierre Gadonneix, presidente y consejero delegado de í‰lectricitíé de France (EDF), fue el abanderado de la energía nuclear. Alberto Weisser, presidente y consejero delegado del grupo estadounidense Bunge, rompió una lanza a favor de los biocarburantes.