Washington, 22 feb (EFE).- Empresas españolas han comenzado a cubrir los desiertos del sureste de EE.UU. con espejos que convierten su sol calcinador en una energía limpia para mover los ventiladores de los casinos de Las Vegas y los restaurantes de Phoenix.
Acciona inauguró hoy la tercera mayor planta solar del mundo en Nevada, donde sus 182.000 espejos curvados ya doman el astro rey y lo ponen a trabajar para iluminar 14.000 viviendas.
La central, llamada Nevada Solar One, tiene 64 megavatios de potencia y es la mayor construida en el mundo en los últimos 17 años, según Acciona.
Sin embargo, ostentará ese título por poco tiempo, pues en 2011 está previsto que entre en funcionamiento una instalación de la tambiíén española Abengoa en el vecino estado de Arizona que la dejará pequeña.
Esa central, que se llamará "Solana", tendrá una potencia de 280 megavatios, suficientes para alumbrar 70.000 hogares, informó Abengoa ayer en España.
Ambos proyectos reflejan el enorme interíés de las empresas europeas por entrar en el mercado de energías renovables de Estados Unidos, que está menos desarrollado que en el resto de los países occidentales.
La semana pasada, la alemana Schott anunció, por ejemplo, que construirá otra central solar en las cercanías de Alburquerque (Nuevo Míéxico).
Con plantas con tecnología de punta probada en España, las compañías del sector han comenzado a trasplantar su experiencia al suroeste de EE.UU., donde el aire seco y el número de días sin nubes crean uno de los mejores climas del mundo para su negocio, según Monique Hanis, portavoz de la Asociación de la Industria de la Energía Solar del país.
La inversión española se ha disparado en los últimos años, hasta llegar a los 1.000 millones de dólares en todo el sector de energías alternativas, según Alberto Nadal, consejero económico y comercial de la embajada en Washington.
Un atractivo adicional es el alza del euro frente al dólar, que abarata las inversiones en Estados Unidos, apuntó el funcionario.
Para sondear más negocios, la semana pasada representantes de Iberdrola, Gamesa, Isofotón, Solaria y otras de las principales empresas españolas del sector recorrieron los despachos del poder en el Congreso y la Casa Blanca.