Los alcistas siguen al mando del mercado y no parecen dispuestos a dejarlo a corto plazo. Tras las tímidas alzas del miíércoles, ayer los índices norteamericanos aceleraron la subida en busca de la confirmación de la ruptura alcista de principios de semana. Así, el Dow Jones se anotó el 0,81% y ya roza los 10.400 puntos, el S&P 500 sumó el 0,66% y el Nasdaq el 0,69%.
Esta nueva escalada debería repercutir hoy en la apertura europea, pero nuestros mercados tendrán que digerir tambiíén la subida del tipo de descuento que acometió ayer la Fed (anunciada por Bernanke hace una semana). Es posible que esta noticia díé pie a cierta toma de beneficios despuíés de una semana de clara recuperación para los índices del viejo continente.
Los precios industriales subieron el 1,4%, muy por encima de lo previsto, el indicador adelantado se quedó por debajo de lo esperado con un alza de sólo el 0,3% y las demandas de subsidios aumentaron por encima de las expectativas. El único dato positivo fue el índice de la Fed de Filadelfia. En todo caso, la capacidad para seguir subiendo pese a los malos datos es otra muestra de la fortaleza del mercado.
En el campo empresarial, los buenos resultados de HP conocidos tras el cierre del miíércoles chocaron ayer con unas cuentas mucho más flojas de Wal-Mart, que además dio unas previsiones más pobres de las que esperaban los analistas.
El dólar recayó frente al euro, lo que permitió una nueva subida del crudo hasta 79,06 dólares, mientras que el oro recortó ligeramente hasta 1.118. Los bonos volvieron a caer con fuerza, con lo que su rendimiento subió hasta el 3,80%.
Hoy viernes llegará el último dato relevante de la semana en EEUU, el IPC de enero
