Tres años despuíés de que el iPhone entrara en escena, Nokia sigue sin tener un claro contrincante con el que hacer sombra al dispositivo de Apple. Y, aunque ya ha anunciado el lanzamiento del N8, el terminal que más se acerca al concepto del iPhone, los inversores están empezando a perder la paciencia.
Para poder acceder al N8, a la última novedad de la compañía finlandesa, hay que esperar hasta septiembre de este año. Pero la presión ya se palpa. Detrás de su nacimiento hay mucho trabajo y una elevada inversión. En concreto, el dinero que Nokia destinó en el último año a la investigación y el desarrollo alcanza los 7.700 millones de dólares, seis veces por más que los 1.300 millones de dólares de Apple.
Todos los ojos están puestos sobre este aparato, que deberá suscitar al menos el mismo interíés en los consumidores que su rival para que Nokia pudiese cumplir con las expectativas, sobre todo despuíés de los resultados trimestrales que presentó el pasado 22 de abril. El beneficio, de 349 millones de euros, triplicó al del mismo periodo del año anterior, pero se quedó por debajo de lo previsto.
Ese mismo día, la compañía reconoció cuál era su talón de Aquiles. "Seguimos enfrentándonos a una dura competencia con respecto al segmento alto de nuestra cartera de dispositivos móviles", afirmó su consejero delegado, Olli-Pekka Kallasvuo. En estas dos últimas semanas, la tecnológica se ha dejado en bolsa alrededor del 20% y su capitalización se sitúa en 34.000 millones de euros, lejos de los 230.000 millones de dólares que vale en bolsa la empresa de Steve Jobs.
La paciencia se agota
Pero los inversores podrían no dar tregua. "La paciencia se está agotando y la gente está empezando a preocuparse por la erosión de su imagen de marca", señala Max Jul Pedersen, de la gestora Danske Capital. En su opinión, "Nokia tiene muy poco que mostrar a pesar de su elevado presupuesto en I+D" y añadió que se están planteado vender las acciones de Nokia que gestionan.
Y esta preocupación no es fruto de la casualidad. En sólo un año, Nokia ha descendido nada menos que 30 puestos en el último ránking elaborado por la consultora Millward Borwn Optimor con las cien marcas más importantes del mundo. La tecnológica finlandesa ocupa ahora la posición número 43, lo que supone haber perdido un 58% de su valor de marca.
Hoy la firma celebra su junta anual, un buen momento para convencer a los accionistas de que la guerra en el terreno de los smartphones no está aún perdida y de que podrán competir en igualdad de condiciones con el iPhone de Apple o con la Blackberry de RIM. Por ahora, los inversores todavía consideran que Nokia tendrá que ser más rápida y más ágil para seguir el paso de sus rivales
