El sector del capital riesgo empieza a entrar en ebullición despuíés de un píésimo 2009 y una discreta primera mitad de año. La última operación en circular por el mercado es la venta de Segur Ibíérica, la tercera compañía de seguridad de España, en manos de Corpfin, N+1, MCH y Espiga. Los accionistas quieren aprovechar el gran momento de Prosegur, que cotiza en máximos históricos.
Fuentes financieras han confirmado que los cuatro socios financieros han contratado los servicios de Rothschild para iniciar el proceso. El banco asesor ya está preparando el cuaderno de venta de una compañía que ha resistido muy bien a la crisis y que incluso el pasado año consiguió mejorar sus márgenes. Segur Ibíérica obtuvo un beneficio antes de impuestos, intereses, amortizaciones y depreciaciones (Ebitda) de 19,10 millones de euros, lo que representó un crecimiento del 16%.
El grupo facturó 222,3 millones, con un ligero descenso del 1,87% respecto a los 226,5 millones facturados en 2009. Sin embargo, su margen sobre el beneficio de explotación creció desde el 7,3% hasta el 8,6% por la rotación de la cartera hacia contratos más rentables y un ajuste moderado en la estructura. En los cinco primeros meses de 2010, la compañía ha mantenido la cifra de ventas y de Ebitda, según el informe de valoración remitido por Dinamia –sociedad gestionada por N+1- a sus accionistas.
N+1 es dueña del 35,6% de Segur Ibíérica, una participación que tiene a medias con Dinamia. Corpfin es propietaria de otro 35% del capital, en el que tambiíén están con paquetes más minoritarios MCH Private Equity y Espiga Capital. Cuatro sociedades de capital riesgo que compraron a 3i el grupo de seguridad en 2004 cuando facturaba unos 160 millones.
Ahora quieren desprenderse de la compañía, el tercer del sector en España, por detrás de Prosegur y de Securitas Direct. Estas dos empresas son candidatos principales para la adquisición de Segur Ibíérica. Las cinco primeras empresas de seguridad controlan el 54% del sector en España. Rothschild tambiíén sondeará a firmas de capital riesgo con intereses en esta actividad, que se ha demostrado muy resistente a la crisis.
Prueba de ello es que Prosegur cotiza en estos momentos en máximos históricos, por encima de los 43 euros por acción. El grupo controlado por la familia Gut se ha revalorizado un 27% en bolsa en lo que va de año y acumula una subida del 63% en los últimos doce meses. Las empresas de seguridad cotizan a un ratio de casi ocho veces Ebitda, lo que daría a Segur Ibíérica una valoración por comparables de 160 millones.
La compañía dirigida por N+1 y Corpfin tiene cuatro áreas de negocio: la vigilancia; la instalación y gestión de alarmas; la instalación de sistemas de seguridad y la protección contra incendios. Su estrategia se basa en aprovechar la creciente externalización del sector de seguridad, sobre todo en asuntos de vigilancia. En 2008, la consultora DBK publicó un informe según el cual la industria de la seguridad privada creció un 8,4% pese al deterioro de la economía y la contracción del gasto de las empresas.
Movimientos de cartera
La venta de Segur Ibíérica se suma a una serie de operaciones que se han ejecutado en los últimos meses y a otras que tambiíén han salido al mercado en las últimas semanas. Durante el verano se conoció la desinversión de 3i en Panreac, la enajenación de Núcleo por parte de Gala Capital, la compra de la clínica Teknon por Magnun Industrial Partners y las adquisiciones de Multiasistencia y Ice Cream Factory por parte de Ibersuizas. Esta firma tambiíén ha encargado la búsqueda de un comprador para Angulas Aguinaga y el centro míédico MD Anderson.
Por su parte, Advent ultima la compra de Restauravia a Corpfin, una transacción que se ha encontrado con las dificultades de la banca para financiarla. Además, el mercado está muy atento a la venta de Acens, la segunda compañía española de dominios de Internet, por Nazca, que en agosto cerró la constitución de su nuevo fondo de 200 millones de euros.