“Ofrecían un interés del 12% mensual gracias a unas supuestas inversiones en minas de oro de Rusia. Su nombre: Dividium Capital, ‘chiringuito’ financiero que operaba hasta el pasado mes de enero desde Palma de Mallorca. No se quedaba atrás Global Valores, establecimiento de igual carácter, con sede en Alicante que hasta mediados de 2009 comercializaba «emisiones de deuda triplemente garantizada con una rentabilidad anual del 20%». Similares eran las promesas de Siempre Comisiones Bajas, recientemente desmantelado por la Guardia Civil en Madrid. Y más seductoras eran todavía las inversiones que proponía Traders International Return Network (TIRN), que permitían ganar hasta un 22% mensual con sencillos depósitos a plazo: ¡un 264% de interés anual!”
Los chiringuitos financieros son entidades que operan en el mercado de forma no habilitada. Estas entidades suelen tener nombres poco comunes al igual que los productos financieros que ofrecen (sellos, inversión en maderas…), aunque también puede haber chiringuitos clásicos, que permiten a sus clientes adquirir productos tradicionales.
No es fácil localizarlas, en general son ellas las que buscan a sus clientes y, una vez contactadas, cuesta discernir que se trata de un chiringuito financiero, su gestión está en manos de auténticos profesionales y, claro está, no se presentan a sí mismas como chiringuitos. Sin olvidar, que tampoco sus elegidos clientes –sea por falta de cultura financiera, sea por pura avaricia– acuden a informarse a la CNMV tras recibir la tentadora oferta de ganar el 100% de su inversión.
El inversor debe cerciorarse de que la empresa que ofrece el producto está efectivamente registrada en la CNMV y habilitada para operar, diga lo que diga su página web. Conviene una especial vigilancia sobre ofertas engañosas destinadas a captar inversiones a través de correos electrónicos o de portales de apariencia muy sofisticada. Un truco habitual que las webs fraudulentas emplean es ofrecer enlaces a instituciones oficiales para dar una apariencia de legitimidad que en realidad no existe. Hay que comprobar también la frecuencia con que se actualiza la página web, lo que dará indicios de la credibilidad de la entidad.
Suerte en sus inversiones…