El 80% de la población alemana está en contra de seguir ayudando con más dinero a Grecia y no oculta su temor a que la crisis de la deuda en Europa ponga fin a varios decenios de riqueza y bienestar social en el país. Pero los diputados, en lugar de reflejar la justificada inquietud de los electores, responden a otros intereses y, este jueves, una amplia mayoría votará a favor de la ampliación del famoso FEEF, que obligará al país a comprometerse hasta en 211.000 millones de euros en avales para impedir la muerte súbita de la divisa comunitaria.
La prensa germana, algo raro en el mundo mediático del país, coincide en señalar que el voto de este jueves en el Bundestag es una “moción de confianza” encubierta para el gobierno de Merkel y para el futuro del euro. “La paz interna del continente está en juego” tituló el periódico conservador ‘die Welt’, mientras que el ‘Tageszeitung’ adviertía del riesgo de una “catástrofe política” si Merkel no logra su mayoría. “¿Como gobernaría la canciller dos años más con una coalición que le quita legitimación central en una cuestión capital?”, se interrogo el rotativo de izquierda.