El Ecofin canceló su reunión de mañana, no así el Eurogrupo, aunque fuentes comunitarias rechazaron que se dieran a conocer cifras concretas en respuesta a la crisis. Las expectativas, ya dañadas por la disconformidad de Alemania a que el BCE siga comprando deuda en el secundario, languidecieron y, con ellas, las Bolsas. El Ibex perdió un 0,87% y el riesgo país aumentó, con la continuidad del Gobierno de Italia pendiendo de un hilo.
Martes, 25 de Octubre de 2011 – 18:00 h.
Fuentes europeas dejaron caer que de la reunión de líderes de mañana no saldrán cifras concretas para resolver la crisis de deuda del Viejo Continente. Según éstas, sí podría concretarse la ayuda pública a Grecia y el nivel objetivo de deuda para 2020, pero no estimaciones sobre el aumento del tamaño del fondo de rescate ni sobre la recapitalización de la banca. Se podrían, asimismo aprobar las opciones para el apalancamiento del FEEF…
Es decir, habrá directrices, pero poco más. Por tanto, la posible participación del FMI y de fondos soberanos en el aumento del tamaño del EFSF aumenta la importancia del G20 de la próxima semana. “Todo apunta a que una de las propuestas para apalancar el FEEF y con dinero privado, desde fondos soberanos y el FMI, deberá ser aprobada en el G20 de principios de noviembre. No me sorprende, lo reconozco. Pero, por otro lado, estoy más inquieto ante la posibilidad de una decepción en esta reunión que en la propia cumbre europea de mañana”, reconocía el estratega de Citi, Martínez Campuzano.
Por otro lado, comentaba que la actuación del fondo europeo (o del vehículo que finalmente cree) puede ser aplazada en el tiempo ante la necesidad de configurarlo, contrastar el interés de inversores privados y fondos soberanos y conocer la valoración de las agencias de rating. “Demasiado tiempo perdido”.
Esto provocó el desencanto en el mercado, como lo hicieron los malos datos macro de EE UU (la confianza de los consumidores marcó su mínimo desde marzo de 2009) y, más aún, el que a la canciller alemana no le gustara el borrador de la cumbre en donde se da apoyo al BCE para que siga comprando deuda de países en problemas.
Mientras, las conversaciones del Gobierno de Italia con los socios de la coalición seguían sin fructificar en su intento por romper el estancamiento y se comenzaba a hablar del colapso inminente del Ejecutivo, cuando el país enfrenta emisiones de duda en los próximos días. Con todo, las primas de riesgo periféricas siguieron en alza; la de España rozó los 348 puntos básicos.
Con este panorama, el Ibex bajó hasta 8.879 puntos, con OHL (-3,41%) y ArcelorMiital (-2,22%) como los peores de la sesión. Esta última anunció su retirada de la oferta por la australiana Macarthur Coal. Amadeus, por su parte, repitió cambio, mientras que Abengoa, con el 1,66% de revalorización, capitaneó las alzas del selectivo.
Ninguno de los pesos pesados acabó en positivo: Telefónica perdió un 1,34%, Santander y BBVA se dejaron un 0,9% y un 1,41%, respectivamente; Repsol cayó un 0,27%, e Iberdrola, un 1,63%.
Fuera de este índice, Zeltia brilló (+12,27%) al ser autorizado su medicamento Yondelis en ocho países. A distancia le siguió Miquel y Costas (+6,37%). Sotogrande y banco de Valencia cerraron el listado de cotizadas, con descensos del 7,83% y del 5,05%, respectivamente.
En Europa, la sesión también se caracterizó por los recortes: el FTSE restó un 0,63%, el CAC bajó un 1,43% y el DAX, un 0,34%. El Eurostoxx bajó el 1,30%, con Saint Gobain cediendo un 3,80%, lo mismo que SocGen. Telecom Italia (+1,40%) y Daimler (+1,19%) fueron los líderes del indicador.
En el mercado de divisas, los malos datos macro en EE UU dañaron al dólar, que llegó a marcar su mínimo contra el yen desde la II Guerra Mundial, y a cambiarse a 1,389 con el euro. Según Barclays, la tendencia del billete verde es bajista y su opinión se acentuará cuanto más se acerque a la zona 1,40/1,41. El stop de protección lo situarían en 1,420 dólares. El Brent bajó a 110 dólares por barril.