Por Santiago Niño Becerra
Debo ser el único, pero yo sí estoy a favor de que se eleve el nivel de capital bueno de las entidades financieras, y no sólo al 7%, sino al 9%, o más: el porcentaje que haga falta para soportar un impago de la deuda total del 50% y enlentecimientos en los cobros del 25% de la deuda total viva, y exigiría esa mejora del capital no sólo a las entidades financieras de Europa, sino a las de todo el mundo, y desde ya.
Llevamos jugando a la sillita de la reina desde Septiembre del 2007, pero cuando se para la música siempre ha habido alguien que ha colocado las sillas que han hecho falta para que todo el mundo se sentase. Vamos a ver si queda claro de una vez: hay entidades financieras que no deben seguir existiendo porque no pueden seguir existiendo, y si continúan existiendo es debido a que se ha creado una ficción, un bucle crediticio-deudal-fusional a fin de que todos sigan en sus sitios.
Ya no se debe seguir así porque la vía está agotada, totalmente: ya no da más de sí: en dos años dos stress tests, calificaciones buenísimas, y dos meses después de la última se piden nuevos requerimientos. Nadie quiere (aunque no todos lo dicen) porque se temen los suspensos; vale, suspenderán muchas, pero, ¿es mejor esta incertidumbre que ya está envolviéndolo todo?. (Me preguntaron hace un par de días: “˜XXXX (nombre de una entidad financiera), ¿abrirá mañana?. Claro, claro, esa persona no tenía un doctorado en economía en la LSE, sólo era un-hombre-de-la-calle, pero, ¿no tiene derecho esa persona a saber sabiendo que es quien, proporcionalmente, más costes va a soportar?).
Ya ha llegado el tiempo de decir la verdad, de poner la porquería encima de la mesa, a fin de que se puedan tomar medidas auténticas, a fin de tranquilizar a ese hombre de la calle cuya opinión a nadie importa más que cuando toca introducir un papelito en una caja que suele ser transparente. Porque, ¿por qué se tiene tanto miedo?. XXXX está bien o está mal, no está bien o mal según el día que haga o el color de los cristales con la que la miremos. ¿Qué se saca comprando más tiempo?.
Y ya, ya: las cosas se dicen cuando hay que decirlas, lo que sucede es que pienso que ese momento ya es hoy.
* – Ya hemos comentado que para entrever lo que el ahora principal partido de la oposición hará cuando llegue al Gobierno había que analizar lo que estaban haciendo / proponiendo la Sra. María Dolores de Cospedal y el Sr. Esteban González Pons; bien añado otra referencia, pienso que fundamental: Portugal.
Portugal se halla sumida en un proceso de recortes de gasto que parece no tener fin, y también en una serie de intentos ininterrumpidos para ingresar más vía contribuciones fiscales. Tras “n” apretujones al cinturón de los gastos, el “n+1”: la eliminación de dos pagas a los funcionarios y pensionistas cuyas percepciones mensuales alcancen o superen los 1.000 euros. Por el otro lado, la consideración de imponer peajes a vías que ahora no los tienen, y el aumento del IVA a hoteles y alojamientos.
Visto esto hago una serie de razonamientos. Si la estimación realizada por Eurostat del PIB pc para España este año es de 25.300 euros y para Portugal de 19.500, ¿podría ser que al próximo Gobierno del Reino de España decretase la eliminación de dos pagas a funcionarios y pensionistas con una remuneración superior a los 1.297 euros mensuales?. ¿Y que impusiese que para circular por la Carretera del Escorial o por la Collada de Toses haya que comprar un chip y engancharlo en el parabrisas a fin de pagar lo que se fije?. ¿Y que subiese el IVA de ese hotelito al que raramente puede ya ir (sólo si se es residente en España, no sea que el turismo que aún venga se cabree)?.
Lo que no entiendo es lo de aumentar la jornada laboral. Entiendo que si se aumenta la oferta de trabajo crecerá, y que los salarios tenderán a reducirse (y la pobreza a subir, pero esa es otra historia), y los costes laborales bajarán, pero Portugal continuará sin poder competir en costes laborales con Argelia, y el desempleo aumentará por partida doble: no se reducirá el que ahora tiene y uno nuevo aparecerá: el desplazado por la nueva normativa. Puestos a que no importe el empobrecimiento de la gente ni las protestas que puedan desatarse, más efectivo sería el reparto del tiempo de trabajo, ¿no?, total, como la productividad de la economía portuguesa ya es bajísima, poco más podría descender.
* – En LA Cumbre, la del 26, claro, la UE dijo que España debe “Aplicar estrictamente los compromisos de recorte del déficit” y que “Nuevas acciones son necesarias para aumentar el crecimiento y reducir los niveles de paro” (El País 27.10.2011, Pág. 27). Eso es imposible con el modelo productivo que España tiene desde hace 200 años, por lo que plantarlo equivale a decir que España no va a crecer durante mucho tiempo y que el nivel de desempleo (estructural) de España va ser muy, pero que muy elevado: si España genera empleo cuando crece y si para crecer ha de ocupar población activa, y si la reducción del gasto público ha de ser el objetivo número uno, y a más desempleo menor recaudación fiscal, a lo que apunta España es a ser, en su mayoría, un país empobrecido, con un crecimiento que no le va a permitir crear empleo y dedicando gran parte de lo poco que crezca a pagar la deuda que arrastra; y permaneciendo anclada a un modelo productivo totalmente inadecuado para salir de la crisis en que se halla sumido el planeta. Todo un panorama, efectivamente.
* – Si en su programa el que aún es el principal partido de la oposición dice que reducirá impuestos; si, pienso, la actividad económica continúa cayendo y por ello la recaudación fiscal aún caerá más; si los pactos de déficit acordados con Bruselas se mantienen (y nada lleva a pensar que eso cambiará); pienso que no es difícil imaginar que, previsiblemente, va a suceder con el gasto público. En una atmósfera como esa, ¿de qué crecimiento estamos hablando?, ¿y de qué tasa de desempleo?. Estaría bien que algún profesional de la información se lo preguntase a quienes, también previsiblemente, van a vencer en las próximas elecciones.